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Hooligan…¿quién es?

En Basilea, los fanáticos decepcionados invadieron el campo tras la derrota de su equipo. Keystone

Tras los graves disturbios que siguieron a la final de Campeonato suizo de fútbol (13.05)- ganado por FC Zúrich a Basilea, dos sociólogos dibujan el perfil del fanático violento.

Joven, socialmente integrado y a menudo apolítico: a esos rasgos se aproxima el hooligan de hoy.

Se lo imaginaba marginal. En realidad está profesional y socialmente integrado. Se le creía vinculado a un movimiento de extrema derecha, pero es más bien apolítico.

Esa es la deducción hecha por el sociólogo Thomas Busset de sus investigaciones. Colaborador del Centro Internacional de Estudios del Deporte de la Universidad de Neuchâtel, dirigió también un proyecto del Fondo Nacional para la Investigación Científica sobre el extremismo de derecha en el fútbol.

En ese marco siguió de cerca a los hinchas de los tres equipos suizos (FC Basilea, FC de Servette de Ginebra y Young Boys de Berna) y ha conversado con ellos acerca de sus motivaciones, su recorrido personal, sus valores políticos, etc.

«Lo que pudimos observar -y eso confirma los resultados de otros estudios realizados en Suiza o en el extranjero-, es que esos seguidores violentos no pertenecen a un grupo social preciso», señala el sociólogo.

Transformación del medio

Otra constatacion: el retrato del ‘hooligan’ (gamberro) ha cambiado bastante en las últimas décadas. «Cuando apareció el movimiento, a principios de los años, 60 en Inglaterra, estaba compuesto básicamente de representantes de la clase obrera. Su actividad era apolítica».

«En las dos décadas siguientes, los medios de la extrema derecha trataron de reclutar masivamente en los estadios de fútbol, pero eso no funcionó realmente», observa Thomas Busset.

Por otra parte, la escena del gamberrismo ha cambiado un poco: los ‘nuevos’ hinchas violentos «carecen, prácticamente, de inhibiciones». A diferencia de ellos, los seguidores antiguos cumplían ciertas reglas tácitas que enmarcaban los enfrentamientos.

«Las peleas debían oponer a grupos de igual tamaño y no se podía golpear a quien caía al suelo», precisa el historiador del deporte. «Hoy se constata que esas reglas ya no son respetadas».

Dos tendencias

Dos tendencias dominan actualmente los círculos de fanáticos violentos: los ‘hooligans’ y los ‘ultras’, según el perfil sociológico trazado por Thomas Busset.

«Los primeros corresponden al modelo británico. Para ellos es importante la violencia. El objetivo es la confrontación, e incluso fijan sitios fuera de la periferia del estado para llevar a cabo sus peleas».

Los segundos reivindican una «dimensión emocional». Respaldan a su equipo, animan en el estadio y reaccionan a los acontecimientos. «Cuando su equipo pierde, quieren restablecer la jerarquía invadiendo el terreno», explica el investigador.

El caso de Basilea

A juicio de Thomas Busset, lo que se produjo el sábado 13 de mayo pasado en Basilea puede ser atribuido claramente a los seguidores denominados ‘ultras’.

«Los disturbios no estaban planificados. Los hinchas del FC Basilea asistieron al partido con la intención de ver triunfar a su equipo, pero las cosas les fueron adversas (perdió el FC Basilea) y eso provocó su reacción violenta. Su decepción se tradujo en ataque a los jugadores del equipo rival».

«Semejante escalada ocurre siempre como compensación a las frustraciones cotidianas y a la falta de perspectivas», advierte a su vez el sociólogo basilense Ueli Mäder. La victoria final es más importante que todo, y la derrota equivale a un verdadero ‘fin del mundo'».

«La cultura de la competencia está centrada en la noción de victoria. No sólo en el fútbol. La violencia también se inscribe cada vez más en la sociedad. Se impone como modelo entre los jóvenes.

swissinfo, Alexandra Richard

Clasificación de los hinchas según el sociólogo basilense Ueli Mäder:

Tipo A: Apoyan a su equipo y se comportan con normalidad. Ellos son la mayoría.

Tipo B: Suelen ser miembros de un club de fans. En sus encuentros desplazan banderas y a veces abuchean al árbitro o al adversario, pero no son pendencieros.

Tipo C: Los ‘hooligans’ (gamberros).

Tipo D: Los que sólo quieren vivir una experiencia y participan esporádicamente en trifulcas.

La final del Campeonato suizo de fútbol, el sábado (13.05), dio lugar a disturbios más graves de la historia del fútbol helvético.

El FC Basilea llegaba al partido como el gran favorito frente al FC Zúrich.

Después del gol conseguido en el último minuto por el plantel zuriqués, numerosos fanáticos basilenses descontentos invadieron el césped del estadio Saint-Jacques, Basilea.

Lanzaron botellas y petardos. La policía debió emplear gas lacrimógeno y proyectiles de goma.

El caos se extendió a fuera del estadio, donde los ‘hooligans’ enfrentaron a las fuerzas de seguridad.

Más de un centenar de personas resultaron heridas.

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