La educación estricta no da buenos resultados
En Suiza, los niños y jóvenes crecen bajo condiciones desiguales. El estilo de educación de los padres, el origen social y cultural juegan un papel preponderante en la biografía escolar y profesional, y tienen una influencia decisiva en el desarrollo de la juventud.
Esta es una de las conclusiones que se desprenden del estudio «Infancia y juventud en Suiza» del Fondo Nacional Suizo para la Investigación (FNS).
El informe forma parte del Programa Nacional de Investigación «Infancia, juventud y las relaciones entre las generaciones en una sociedad cambiante» (PNI 52). Resume los resultados de 29 proyectos, completados por análisis demográficos del censo federal y demás datos sociales.
El trabajo sobre la juventud responde a las exigencias de la ONU, que recomienda la recogida de datos representativos sobre las condiciones de vida de los jóvenes. Proporciona información y recomendaciones a los responsables políticos para el desarrollo de la política de infancia y juventud en el país.
Más atentos y menos agresivos
El tipo de educación de los padres tiene un impacto decisivo en el comportamiento y desarrollo de los jóvenes así como en la adquisición de competencias emocionales cognitivas y sociales. El estudio realizado con una encuesta a 3000 adolescentes, muestra que la educación que recurre a los castigos y sanciones no consigue los resultados esperados.
Al contrario, una personalidad autónoma y sólida se desarrolla en los niños cuando se benefician de una educación con calidad emocional y cognitiva elevadas, estimulando el descubrimiento de nuevos contextos y permitiéndoles participar en las decisiones. Más atentos y menos agresivos, estos niños dominan mejor su comportamiento y están predispuestos para el bienestar del prójimo. Los resultados muestran que en Suiza un 44% de los niños de seis años y el 20% de los de quince crecen en un entorno con fuerte y severo control.
Influencias negativas más fuertes en las chicas
Como indica el informe, un tipo de educación basado en la indiferencia o limitado sólo a la exigencia sin estimular a los hijos puede ocasionar problemas de salud en los jóvenes, derivados del consumo de tabaco o de cannabis.
Una enseñanza así favorece en ellos una percepción de vida desprovista de sentido, que se manifiesta por pensamientos y tentativas de suicidio. Los efectos negativos de esta forma de educación se hacen sentir especialmente en las chicas jóvenes, que sufren frecuentemente problemas físicos y psíquicos.
El contexto social en la educación
Los estilos de educación siempre se inscriben en un determinado contexto social. Éste viene marcado por el reparto de trabajo entre los padres, su nivel de formación, los ingresos familiares y las condiciones de la vivienda. Aunque los progenitores no son los únicos responsables morales del bienestar del niño.
La sociedad y la política tienen en sí mismas su parte de responsabilidad para frenar los proceso de perpetuación de las desigualdades sociales. Porque los niños nacidos de casas pobres y que disponen de un menor nivel de formación tienen, en general, peores perspectivas de futuro. Unas condiciones que son más frecuentes en las familias monoparentales y de origen extranjero. En Suiza, uno de cada cinco niños vive en la pobreza.
Favorecer el bienestar con la política
Para garantizar la igualdad de oportunidades de niños y jóvenes, el PNI recomienda varias medidas como el abaratamiento de los costes de las ofertas de acogida de niños para padres con pocos ingresos. La disminución de la segregación social en el sistema escolar retrasando el final en los cursos de formación y aumentar su permeabilidad. Otra sería la flexibilidad en el paso de la escuela a la formación profesional, lo que contribuye a evitar la exclusión y la precarización de los jóvenes.
swissinfo, Iván Turmo
El PNI 52 se inició en 2003 con el objetivo de conseguir nuevos datos sobre las condiciones de vida y las necesidades de los niños y jóvenes, concediendo una importancia particular a las relaciones entre las generaciones y a los aspectos jurídicos.
El programa científico dispone de un presupuesto total de 12 millones de francos.
Incluye 29 proyectos de investigación realizados por investigadores de distintas facultades y disciplinas:
sociólogos, psicólogos, pedagogos, etnólogos, economistas, juristas, historiadores y expertos de la política social y sanitaria.
Los proyectos analizan las condiciones de vida de las familias en Suiza y la correlación entre educación y salud psicosocial.
Estudian las cuestiones intergeneracionales en política social y migratoria y examinan el cotidiano en las escuelas y en el tiempo del ocio.
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