La energía nuclear ¿está lista para resurgir?
Entre las preocupaciones por la crisis climática y la energética, la energía nuclear parece haber vuelto a ser una alternativa creíble. Pero la cuestión sigue siendo controvertida.
Cambios en la mentalidad a nivel mundial
La actitud hacia la energía nuclear ha cambiado en los últimos años, especialmente debido a las preocupaciones relacionadas con el cambio climático y la reciente crisis energética causada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Japón, escenario del incidente nuclear de Fukushima en 2011, ha reiniciado sus reactores, mientras que otros países están construyendo (especialmente China, India y Rusia), evaluandoEnlace externo (como Polonia, Rumanía y Corea del Sur) o expandiendo las instalaciones nucleares (Francia, Bélgica y Finlandia).
En el marco de las negociaciones climáticas de la conferencia COP28 en Dubai, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Ghana y Suecia se encuentran entre los más de 20 países que firmaron una declaración con el objetivo de triplicar la producción de energía nuclear para el año 2050Enlace externo. La capacidad total en los 31 países que poseen al menos un reactor nuclear es actualmente de 370 gigavatios.
Quienes están a favor de la energía nuclear afirman que se trata de una fuente limpia, segura y confiable complementaria a la energía eólica y solar. Según un informeEnlace externo de la Agencia Internacional de Energía del año pasado, el átomo es fundamental para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el Acuerdo de París sobre el clima de 2015. Sin embargo, triplicar la capacidad nuclear para el año 2050 requeriría inversiones enormes. En los países occidentales, donde tiene lugar casi tres cuartas partes de la producción nuclear mundial, la financiación en el sector se estanca debido al aumento de los costos de construcción.
Según los críticos, el compromiso asumido en la COP28 no es realista, ya que la producción de energía nuclear se ha vuelto demasiado costosa, arriesgada y lenta de implementar. Las energías renovables como la eólica y solar son soluciones más económicas, seguras y rápidas. Además, los grupos ambientalistas están preocupados por la seguridad y eliminación de los residuos radioactivos.
El átomo vuelve a ser tema de debate entre las autoridades suizas
Después del desastre nuclear de Fukushima en 2011, el gobierno suizo decidió abandonar gradualmente la energía nuclear. En 2017, el 58% del electorado validó esta decisión votando a favor del desmantelamiento progresivo de las cinco centrales nucleares del país, la prohibición de construir nuevas centrales y la adopción de un paquete de medidas, la Estrategia Energética 2050, para fomentar las fuentes renovables.
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Suiza dice sí a la energía con fuentes renovables
Pero seis años después, las opiniones parecen haber cambiado. Algunos políticos, especialmente de centro y derecha, creen que la transición energética no puede lograrse únicamente con energía solar y eólica.
Los periódicos dominicales SonntagsZeitung y Le Matin Dimanche informaronEnlace externo que el Consejo Federal, compuesto por siete miembros, incluido el Ministro del Medio Ambiente Albert Rösti de la Unión Democrática del Centro (derecha conservadora), parece «dudar del camino hacia un futuro sin energía nuclear».
El Consejo Federal recomienda al Parlamento que adopte un postuladoEnlace externo del presidente del Partido Liberal Radical, Thierry Burkart, que solicita mantener en funcionamiento las centrales existentes y considerar un escenario futuro en el que sea posible construir nuevas.
El Gobierno ha indicado que la aceptación de la propuesta no implica una aprobación para abolir la prohibición de nuevas centrales nucleares. Sin embargo, el ejecutivo promete un informe para «tomar decisiones con todas las cartas sobre la mesa».
Parlamento dividido
La cuestión probablemente se discutirá en la sesión invernal del Parlamento, que comenzó el 4 de diciembre. Sin embargo, la propuesta de Thierry Burkart está destinada a generar controversia, ya que algunos políticos de izquierda y del centro se oponen desde hace tiempo a la construcción de nuevas instalaciones debido a preocupaciones relacionadas con la radiactividad, los desechos y los altos costos.
«Una nueva central nuclear no sería construida antes de 20 años, y eso es claramente demasiado tarde para la transición energética», declaró Bastien Girod, diputado del Partido Ecologista.
Según la plataforma política Smartvote, si las elecciones fueran hoy, el campo que se opone a las centrales nucleares en la Cámara del Pueblo obtendría una estrecha mayoría de 105 votos a favor y 95 en contra. Un puñado de políticos que cambiaran de opinión o se abstuvieran podría inclinar la balanza en la otra dirección. La situación sería diferente en el Consejo de los Cantones, donde, según el análisis de SonntagsZeitung y Le Matin Dimanche, aquellos que respaldan la energía nuclear tienen mayoría.
Un informeEnlace externo del Centro de Ciencia de la Energía de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, publicado en mayo de 2023, afirma que la energía nuclear podría ser una opción para lograr la seguridad energética en un futuro sin emisiones. Sin embargo, los tiempos y costos de construcción de nuevas centrales en Suiza son inciertos, y el contexto político aún no es favorable.
«Puede ser difícil poner en funcionamiento nuevas centrales nucleares antes de 2050. Sin embargo, mantener en funcionamiento las instalaciones actuales, siempre que se consideren seguras y se puedan gestionar de manera financieramente sostenible, puede ayudar a Suiza a lograr la descarbonización para 2050 y proporcionar una parte significativa de electricidad incluso en invierno», según el informe.
Cuatro centrales que pueden operar siempre que sean seguras
Suiza cuenta con cuatro centrales nucleares en funcionamiento que generan aproximadamente un tercio de la demanda eléctrica nacional. Alrededor del 60% de la electricidad proviene de la energía hidroeléctrica.
Aunque el Gobierno ha decidido abandonar gradualmente la energía nuclear, no se ha establecido una fecha límite para el cierre de las centrales. La central de Mühleberg, inaugurada en 1972, fue cerrada en diciembre de 2019 y actualmente se encuentra en proceso de desmantelamiento.
En Suiza, la ley no establece un límite temporal para la operación de las centrales nucleares. Las instalaciones pueden seguir funcionando mientras sean seguras. Las empresas energéticas Axpo y Alpiq ya han extendido la vida útil prevista para sus instalaciones a 60 años, en comparación con el objetivo anterior de 50 años. De esta manera, estarían en funcionamiento hasta aproximadamente 2040. Alpiq está evaluando el impacto de una extensión adicional a 80 años.
Se estima que para 2050, Suiza necesitará aproximadamente un 50% más de electricidad que en la actualidad, principalmente debido al aumento significativo de automóviles eléctricos y bombas de calor.
¿Nuclear o renovables? El dilema del pueblo suizo
El pueblo suizo ha votado en varias ocasiones sobre este tema. En 2016, rechazó la propuesta del Partido Ecologista de cerrar las centrales después de 45 años de actividad. En 2017, decidió desmantelar gradualmente las instalaciones existentes y prohibir la construcción de nuevas.
Una nueva votación podría estar en el horizonte. El Club Energía Suiza ya ha recopilado 120.000 firmas para su iniciativa «Stop al apagón», que busca revocar la prohibición de construir nuevas centrales nucleares en el país.
Según una encuesta publicada en marzo de 2023, poco más de la mitad de la población suiza considera que las centrales nucleares son importantes para prevenir una escasez de electricidad. La encuesta mostró que el 64% de las personas entrevistadas se opone al cierre de las instalaciones para 2037, como propone el Partido Ecologista. Además, el 56% está «a favor o bastante a favor» de la rápida construcción de nuevas centrales nucleares para garantizar el suministro eléctrico del país.
A pesar del apoyo popular a la energía nuclear, esta sigue siendo la tercera opción preferida en caso de crisis energética, después de la energía solar y eólica. El 77% de los encuestados está a favor de la instalación de paneles solares en edificios y el 74% apoya la construcción de grandes turbinas eólicas para evitar una crisis energética. Además, dos tercios favorecen el desarrollo de la energía hidroeléctrica en los Alpes mediante proyectos a gran escala.
Otra encuesta publicada en junio por la Asociación de Empresas Eléctricas Suizas mostró un fuerte apoyo a las energías renovables. Sin embargo, no se evidenció un claro respaldo a la energía nuclear en la futura mezcla energética. El 65% declaró no preferir una nueva central nuclear en lugar de parques eólicos, instalaciones solares alpinas o nuevas represas.
Adaptado por José Kress
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