La ‘high-tech’ da una nueva vida al sector textil
Apoyadas en una rica tradición textil y en su inclinación natural hacia la innovación, las empresas suizas demuestran hoy su ventaja competitiva vía telas que condensan los tejidos con las tecnologías inteligentes.
El proyecto Swiss Solar Impulse ha generado un gran revuelo ya que busca convertirse en el primer avión solar que dará la vuelta al mundo en 2014. Sin embargo, ¿quién se ha puesto a pensar en las prendas que utilizará el piloto?
Los ingenieros textiles de los Laboratorios Federales Suizos para la Ciencia y la Tecnología de Materiales (EMPA) sí lo han hecho y saben que el piloto no podría utilizar un uniforme típico. Dichos científicos han desarrollado un sistema único de control de temperatura que va integrado al traje del piloto.
“Como el avión no provee la energía necesaria para controlar la temperatura de la cabina, hemos desarrollado un traje multifuncional que permitirá al piloto regular la temperatura en función de las condiciones del vuelo”, explica Marcel Halbeisen, director de proyectos de las divisiones de ‘Protección y Fisiología’ y de ‘Fibras Avanzadas’ de los EMPA.
Y ésta es solo una de las innovaciones de materiales de alta tecnología textil que realizan los EMPA actualmente. Pero dichos laboratorios trabajan de forma permanente con la industria para promover la fabricación de productos que aprovechen el resultado de sus investigaciones.
Por ejemplo, un chaleco antibalas con aire acondicionado que EMPA desarrolló junto con socios privados como Unico Swiss Tex. La compañía basada en Alpachstad, que se especializa en la elaboración de prendas con sistema de enfriamiento, ahora está desarrollando chalecos blindados.
Probados ya por oficiales de la policía de Zúrich, los chalecos antibalas contienen almohadillas que son recargables con agua y cuentan también con un sistema de ventilación que permite, con una gran eficacia, enfriar algunos grados el cuerpo. De acuerdo con Unico Swiss Tex, el producto ya tiene demanda, especialmente entre las fuerzas de seguridad de países cálidos, como Arabia Saudita o India. Ahora, el siguiente paso de la empresa es aumentar sus operaciones para poder comenzar a producir masivamente.
El futuro
La llamada ‘high tech’ está siendo determinante para el futuro de los textiles suizos. Según la Federación Textil Suiza, conformada por alrededor de 200 empresas, los tejidos técnicos representan ya un tercio de los textiles exportados por el país.
“Como Asia se introdujo de lleno en la fabricación de textiles, las compañías europeas deben dirigirse ahora hacia los llamados textiles técnicos si quieren seguir siendo competitivas en un mercado global”, afirmó Manfred Bickel, jefe de los departamentos de Tecnología y de Investigación de esta federación.
“Tenemos que hallar nuevas técnicas, tecnología, materias y productos de acabado para abrirnos paso en los nuevos mercados que surgen en el terreno ambiental, de la salud, de la construcción, e incluso de la alta costura”, explicó Bickel, admitiendo que dicha diversificación conlleva significativas inversiones que no siempre son fáciles de enfrentar para las compañías más jóvenes del mercado.
Bolso recargable
Política de diversificación que ha puesto en marcha Forster Rohner, una compañía de San Gallen dedicada a los bordados. Habiendo aceptado que Suiza ya no tiene futuro en el mercado textil tradicional, esta empresa familiar con 100 años de historia decidió crear un Departamento de Investigación y Desarrollo dedicado a explorar nuevas aplicaciones para el mercado de los bordados.
Jan Zimmermann, director Técnico de Textiles de la firma, confía que este nicho será “una parte relevante de la operación de la compañía dentro de cuatro años”.
Y como uno de los primeros retos del grupo es fusionar tecnología y moda, Forster Rohner se asoció con otros siete centros de investigación -suizos e internacionales, incluidos los EMPA- para desarrollar un lujoso bolso que se recarga con energía solar. El textil fotovoltaico que tiene en la superficie carga una bacteria de iones de litio que se encuentra dentro del bolso y que es capaz, a su vez, de recargar un teléfono móvil a través de un práctico cable USB que tiene discretamente integrado.
Otras innovaciones que vinculan moda y alta tecnología en las que Forster Rohner toma parte incluyen un “vestido climatico”, esto es, dicha prenda percibe los cambios en el CO2 del ambiente y que los manifiesta a través de cadencias lumínicas que utilizan hilos conductores y cientos de pequeños diodos luminosos.
Asociarse para innovar
Un rasgo que es común a muchos proyectos textiles de alta tecnología es la colaboración. Se requieren habilidades de distintas aéreas para ejecutar este tipo de iniciativas. Uno de estos proyectos reúne actualmente el esfuerzo de más de 24 instituciones, entre universidades, entidades de investigación, equipos de investigación industrial y laboratorios, e involucra a 13 países europeos.
Esta iniciativa lleva por nombre ‘Ángeles de la Guarda’ para una vida más inteligente y está timoneado por el Instituto Tecnológico Federal de Lausana (EPFL) y por su homólogo de Zúrich (ETHZ). Éste es uno de seis proyectos que compiten por una bolsa de financiamiento por 1.000 millones de euros que administra el programa Tecnologías Emergentes del Futuro de la Unión Europea (UE).
Un ambicioso esfuerzo cuya misión es desarrollar un dispositivo cuyo consumo energético sea extremadamente bajo y que pueda ser integrado a cualquier objeto cotidiano como la ropa. Se busca que dicho dispositivo sea capaz de proveer al usuario de información útil sobre él y su entorno.
Concretamente, una posible aplicación del ‘Angel Guardián’ sería la utilización de nano-sensores integrados a una camiseta, por ejemplo, que permitirían medir los signos vitales del usuario –frecuencia cardiaca, la presión sanguínea o la temperatura corporal-, información que generaría un análisis y una interpretación para el usuario sobre estos datos.
Para el coordinador de este proyecto y responsable de la División de Micro y Nanosistemas del ETHZ, Christopher Hierold, uno de los elementos que permitirá que este tipo de sistemas sean viables son las características de los nano-sensores que de verdad consumen una energía mínima y son hasta mil veces más pequeños que una hebra de cabello, y capaces de nutrirse de la energía de su entorno.
Pero por el momento, los dispositivos aún son estorbosos e intrusivos, dijo y “queremos reducir su talla y las necesidades energéticas de estas tecnologías hasta el punto que la gente ni siquiera note que las lleva consigo”.
Contexto histórico
El liderazgo suizo en este campo es parte de la evolución natural de la herencia textil del país, opinó la Directora del Museo Textil de San Gallen, Michaela Reichel.
“Nuestra teoría es que existe una inclinación para trabajar en el desarrollo de textiles tiene un fundamento histórico. Inició en el siglo XIX, cuando muchas máquinas de textiles fueron inventadas. La mayoría de ellas no fueron creadas en Suiza, pero sí fueron optimizadas aquí”, expresó Reichel.
En aquel tiempo, las compañías se esforzaban porque algunas de sus técnicas, como el bordado, fueran más baratas y eficientes. “Los retos hoy son diferentes porque las compañías tratan ante todo de encontrar su nuevo nicho en un mercado global”, refirió.
Actualmente en exhibición en el Museo Textil de San Gallen, la exposición “Sueños y Realización” muestra la evolución de la industria textil del ala Este de Suiza. Desde los bordados y el algodón hasta el lino y los primeros estampados, la exhibición muestra la rica tradición textil de San Gallen que inició en el siglo XVI.
Como la producción de telas se trasladó ya a Asia, Suiza se ha especializado en el desarrollo de textiles inteligentes y de alta tecnología.
Y la exposición no sólo despliega las creaciones de las compañías líderes, sino que las pone en demostración para que los visitantes descubran cómo funcionan.
Por ejemplo, se exhibe un recubrimiento para ventanas con un reductor lumínico que desarrolló la empresa Sefar, ubicada en Heiden, especialista en la fabricación de textiles de precisión.
Y también puede verse un revestimiento textil para pisos desarrollado por Tisca Tiara, compañía de Bühler, dedicada a los textiles para interiores y exteriores.
‘Sueños y Realización’ es una exposición que estará abierta hasta el 2013.
Traducción, Andrea Ornelas
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