Los suizos que hicieron patria en el Paraguay
Presidentes y políticos, científicos, historiadores y ambientalistas de origen suizo han contribuido al desarrollo y crecimiento del Paraguay desde hace más de un siglo.
Schaerer, Guggiari, Rengger, Longchamp, Micheli, Hassler y Bertoni, son apenas algunos de los apellidos helvéticos que ayudaron a trazar la historia de la patria guaraní.
Pocos imaginan que la historia del Paraguay está tan ligada a los pioneros alpinos que llegaron hace más de cien años al país sudamericano en busca de nuevos horizontes y con el claro y contundente deseo de aportar sus ideas, su trabajo y sus conocimientos.
Los políticos paraguayos de origen suizo
Dos presidentes de origen suizo, Eduardo Schaerer y José Patricio Guggiari, tuvieron la difícil la tarea de conducir el país durante la primera mitad del siglo XIX, en épocas donde todavía los efectos desestabilizadores de la guerra mantenían sus secuelas, siendo los períodos más agudos entre 1870 y 1912, ya que durante esos años ningún presidente fue capaz de completar su mandato.
Eduardo Schaerer (1873-1941) había nacido en Caazapá, y en 1912 fue ministro del Interior, año en el que asumió la presidencia del país hasta 1916. Fue el primer presidente no militar que pudo completar su mandato en toda la historia constitucional, hasta ese entonces.
De ideas liberales, su gobierno fue relativamente beneficioso para el país, que permaneció neutral durante la I Guerra Mundial (1914-1918), lo que aumentó su prosperidad. Durante su mandato fomentó las obras públicas y la estabilidad económica, inició la reforma agraria y logró poner fin a la anarquía de principios de siglo.
José Patricio Guggiari (1884-1957), también liberal y descendiente de tesineses, había nacido en Asunción y se formó en derecho y ciencias sociales. Fue admirado por su cultura democrática y su poder de oratoria, y es recordado como un caudillo de la época.
Con una carrera política activa, fue miembro del Consejo Nacional de Educación, fiscal del crimen y fiscal general del Estado, y actuó en las revoluciones de 1904 y 1912, hasta que en 1913 ocupó un escaño por el Partido Liberal en la Cámara de Diputados.
En su obra de gobernante (1928-1932), desde el punto de vista cultural, se destacan la reforma universitaria, la creación de la Escuela de Odontología; la fundación de la Escuela Superior de Guerra; el envío de misiones de estudiantes al extranjero; la contratación de profesores eminentes para la Universidad Nacional; la creación de gran número de escuelas primarias y la protección de institutos de enseñanza superior.
Como político, fue un gran estadista y su principal actuación fue la enérgica defensa del Chaco Boreal, frente al avance boliviano, aunque no le fue posible evitar la guerra con el país vecino.
Actualmente, dos políticos de origen suizo ocupan bancas en el Senado paraguayo: Alfredo Luis Jaeggli Caballero –nieto de un relojero que emigró de Winterthur (cantón Zurich) a Argentina- y Carlos Quinto Mateo Balmelli, ambos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
El legado histórico y científico de los suizos
Científicos y pensadores suizos se encontraron atraídos por el ‘exótico’ Paraguay, ya desde las épocas de gobierno de José Gaspar de Francia (1766-1840), llamado también ‘El Supremo’ o ‘Dr. Francia’, quien en 1816 fue nombrado «Dictador Perpetuo de la República», cargo que ocupó hasta su muerte.
Para muchos fue sinónimo de dictador y tirano; para otros, un gran defensor de la soberanía y territorios paraguayos y protector de la selva y la cultura guaraní.
Pero fueron dos médicos suizos, Juan Rodolfo Rengger (quien hizo las primeras herborizaciones paraguayas) y Marcelino Longchamp, los que dejaron testimonio literario de ‘El Supremo’, con su obra «Ensayo histórico sobre la revolución del Dr. Francia», primer libro que se conoció sobre la independencia del Paraguay.
Los médicos helvéticos habían arribado al Río de La Plata en 1818, y por recomendación del naturalista francés Aimé Bonpland fueron en 1819 a Asunción, donde fueron designados médicos de cuarteles y prisiones. Seis años después, Rengger y Longchamp debieron huir del país por implicarse en una conspiración contra el Dr Francia.
Entre 1880 y 1900 varios suizos estudiosos de la naturaleza eligieron Paraguay para instalarse con el objetivo de indagar su riqueza natural: Marc Micheli, quien publicó una serie de «Contribuciones a la Flora del Paraguay»; Emile Hassler, médico naturalista y florista, también se instaló en Paraguay y se dedicó enteramente al estudio de la flora del país.
Desde la muerte de Hassler en 1937 hasta 1978, se abre un paréntesis en la tradición de colaboración científica entre la Confederación y el Paraguay. Al final de setenta, la Cooperación Técnica Suiza encomendó la realización de un manual sobre los árboles del Paraguay y desde entonces no se han interrumpido.
El sabio Moisés Bertoni: un capítulo aparte
La figura del suizo Moisés Bertoni en Paraguay es probablemente una de las más reconocidas y respetadas, de punta a punta del territorio guaraní.
El naturista había nacido en 1857, en Lottigna, Suiza, hijo de Ambrosio Bertoni, abogado, notable jurisconsulto, funcionario y político ticinense y de Josefina Torreani, maestra de Milán.
Bertoni abandonó su Suiza natal el 3 de marzo de 1884 para realizar sus ideales de vida en el Nuevo Mundo. El 30 de marzo de ese año llegó a Buenos Aires, donde fue recibido por el presidente de la Nación, el general Julio Argentino Roca, quien lo recibe y le facilita los medios para el viaje y para su colonización en el territorio de Misiones.
Luego de instalarse en las riberas del Paraná, primero en la Argentina y definitivamente en el Paraguay, trató de crear una laboriosa comunidad que conjugara, lejos de los bulliciosos centros urbanos, la producción agrícola e investigación científica.
Investigador y pionero, es considerado un ‘sabio’ por definición y se le reconoce un gran amor por el país que eligió para quedarse a «hacer patria», el cual expresó en una obra inmensa e inacabada, y muy poco reconocida, ya que trabajó aislado, desprovisto de apoyo estatal, misérrimo de fuentes, medios e instrumentos.
Sin embargo, investigó exhaustivamente, pasando por las ciencias físico-naturales, la antropología, el ensayo lingüístico e ideológico, las observaciones filosóficas y el comentario histórico.
Bertoni formó parte de un grupo de científicos que llegaron a América fascinados por la novedad, el exotismo y la posibilidad de realizar nuevas investigaciones que ofrecían los extensos territorios vírgenes del continente, y su idea era afincarse creando las condiciones para instalar una colonia duradera en el Nuevo Mundo.
En el Alto Paraná fundó la ‘Colonia Bertoni’ y participó de la vida pública del país, y tras haber realizado unas investigaciones para un cultivo adecuado en Paraguay, fue invitado por el presidente paraguayano, General Juan Bautista Egusquiza, para crear un instituto agrícola en Asunción.
La aventura de crear una colonia de producción agraria ocupó todo su esfuerzo y determinó muchos de los temas que le interesaron como científico.
Se dedicó a investigar desde la frecuencia de las lluvias hasta las costumbres de los nativos del lugar e incursionó en lingüística llevado por su interés en el vínculo de los idiomas indígenas.
Moisés Bertoni fue un hombre de horizontes ilimitados. Desde su pequeño reducto, conectado al mundo sólo por el río, se comunicó con centros de aprendizaje de casi todos los continentes, realizó estudios meteorológicos para los gobiernos paraguayo y argentino, escribió trabajos científicos e incluso manejó la primera editorial científica del Paraguay.
Hoy, su nombre ha alcanzado proporciones legendarias y prestigia una de las fundaciones ambientales más importantes de la nación guaraní: la ‘Fundación Moisés Bertoni’, creada en enero de 1988 para la conservación de la naturaleza, con el objetivo de contribuir a la protección y el desarrollo sostenible de los recursos naturales del país.
swissinfo, Norma Domínguez, desde Asunción, Paraguay
– Paraguay tuvo dos presidentes de origen suizo: Eduardo Schaerer (gobernó entre 1912-1916) y José Patricio Guggiari (gobernó de1928 a 1932)
– Actualmente, dos políticos de origen suizo ocupan bancas en el Senado paraguayo: Alfredo Luis Jaeggli Caballero –nieto de un relojero que emigró de Winterthur (cantón Zurich) a Argentina- y Carlos Quinto Mateo Balmelli, ambos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
-Los médicos suizos, Juan Rodolfo Rengger y Marcelino Longchamp, escribieron el primer libro que se conoció sobre la independencia del Paraguay.
La figura del sabio suizo Moisés Bertoni en Paraguay es probablemente una de las más reconocidas y respetadas.
– Bertoni abía nacido en 1857, en Lottigna, Suiza.
– El 3 de marzo de 1884, parte de Génova, en el vapor «Nord América» (el mismo en el que viajara Edmundo D’ Amicis), con su familia, compuesta en ese entonces por su madre Josefina Torreani; su esposa Eugenia Rosseti, sus hijos suizos Reto, Winkelried, Vera, Sofía e Inés. 27 días después arribó a Buenos Aires, desde donde partió a Misiones.
– En 1887 se establece en Yaguarasapá, colonia sobre el río Pirapó, en el Paraguay.
– En Argentina nació su hijo Moisés Santiago y en Paraguay Aurora y Guillermo Tell, Walter Fürst, Werner Stauffacher y Aristóteles.
– En 1891 fundó sobre la ribera del Paraná, en una posesión de 12.500 hectáreas (cinco leguas cuadradas), la «Colonia Guillermo Tell», donde tiene amplio
campo para sus estudios y experimentos.
– La ‘Fundación Moisés Bertoni’, creada en enero de 1988 para la conservación de la naturalezauna, y es una de las más prestigiosas y reconocidas de Sudamérica..
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