«Ni Obama ni Luther King usaron PowerPoint»
La noticia de la creación en Suiza de una asociación opuesta al popular programa informático PowerPoint ha despertado una enorme repercusión en medios nacionales e internacionales.
La agrupación bautizada por sus creadores de “partido político” es la primera que surge para luchar contra una aplicación tecnológica que, además, sería su única “propuesta” política.
Todo responde a una calculada campaña de marketing como reconoce sin rubor a swissinfo.ch su creador, el experto alemán en oratoria Matthias Poehm, que busca especialmente la venta de su libro sobre la materia, ‘The PowerPoint Fallacy’.
Sin embargo, las críticas a este programa no son nuevas, especialistas de Francia y Estados Unidos e incluso el diario ‘New York Times’ han cuestionado las bondades del PowerPoint al que acusan de suprimir la capacidad de pensamiento y creatividad en sus usuarios.
Preguntado por qué insisten en recalcar el concepto de partido en lugar de asociación o club, Poehm no oculta sus intenciones. “Queremos llamar la atención y que la gente se plantee este tema. Además, si no hubiéramos elegido este forma quizá usted no me hubiera entrevistado. Por eso hemos pensado en esta forma”, subraya.
El autodenominado partido ‘Anti-PowerPoint’ (APPP) está liderado y financiado por el antiguo ingeniero de software domiciliado cerca de Zúrich, que en los últimos 14 años se ha dedicado a formar a la gente para hablar en público.
Poehm explica a swissinfo.ch que durante su periplo en el campo de la oratoria, el 95% de las presentaciones hechas con PowerPoint no han servido para cumplir su objetivo: captar la atención de la audiencia. Por ello sostiene que esta herramienta no es necesaria.
Cárcel para trabajadores
De acuerdo con Poehm, el uso de este software cuesta a la economía suiza unos 2.100 millones de francos anualmente, mientras que en toda Europa, este programa causa unas pérdidas económicas de 110.000 millones de euros. El escritor basa sus cálculos en los supuestos no verificados sobre el número de empleados que atienden a estas presentaciones cada semana y supone que el 85% de ellos no ven ningún propósito concreto en estas actividades.
“La clave es que la mayoría son presentaciones innecesarias, con lo que hay mucha gente que debe dejar su puesto de trabajo para estar presente. Y eso que no he calculado los salarios de estas personas ausentes. La idea es ser más rentable y no destruir la productividad durante una presentación que es como una cárcel para los trabajadores. Si preguntamos, la gente elegiría seguir trabajando en su tarea diaria”, señala el orador residente en Bonstetten.
Atril con hojas de papel
A lo que Poehm se opone realmente es a la obligación de usar el citado programa, no a la propia solución informática en sí misma. Como posible alternativa, el orador radicado en Zúrich apunta al ‘flip chart’, rotafolio en español, o lo que es lo mismo, el tradicional atril en el que se colocan hojas grandes de papel para escribir o dibujar durante una clase, charla o conferencia.
“El rotafolio no es una solución muy conocida, pero es mucho mejor para captar y despertar la atención. Con una hoja vacía se van escribiendo números y palabras mientras se va hablando al mismo tiempo. En un proceso más interesante y excitante”, argumenta.
Por su parte, la especialista en tecnología y vicepresidenta de la Internet Society de Suiza (ISOC), Rosa Delgado, apunta que la idea del rotafolio supone una vuelta al pasado y no entraña ningún desarrollo ligado a la tecnología.
Asimismo considera “exagerado” pretender formar un partido con este único fin, más cuando ya ha habido distintas voces que cuestionaban la eficacia de la citada herramienta de presentaciones.
Según ella, la mejora del PowerPoint tendría que pasar por una mayor interactividad y capacidad de personalización. También anota que a raíz de esta acción, quizá puedan aparecer a partir de ahora otros grupos, por ejemplo, en contra de Google, de Microsoft o del propio Internet. También se pregunta si es necesario entrar en política para poder hacerse escuchar acerca de temas tecnológicos. ¿Es que las redes sociales no serían más efectivas?
Las alternativas a PowerPoint representan menos del 25% del mercado mundial de software de presentaciones, según el ‘Wall Street Journal’ que cita al Keynote de Apple, el software libre Impress (parte del OpenOffice) y el servicio online Prezi.
Vender su libro
Poehm financia con su propio dinero la campaña, solicita fondos y donaciones en la web de su asociación. “No buscamos beneficios, de hecho ya tenemos deudas. Todos los partidos deben buscar financiación. También para obtener fondos vendemos y promocionamos mi libro, ‘The PowerPoint Fallacy”, reitera.
Muchos ya han expresado que esta iniciativa no es otra cosa que una estrategia de marketing cuyo fin es promocionar el citado libro, algo que Poehm afirma sin dudar: “Naturalmente, quiero promocionar mi libro lo más ampliamente posible y distribuir el conocimiento para mejorar las presentaciones. Es cierto que la campaña es buena para ambos propósitos”.
Anula la creatividad
Poehm no es el primero en mostrar su desacuerdo con PowerPoint. En 2003, el especialista americano Edward Tufte, publicó un ensayo ‘The Cognitive Style of PowerPoint’, acusando al software de minar la capacidad para pensar.
En 2010, el ‘New York Times’ señaló: “hemos conocido al enemigo y es PowerPoint”, para referirse al uso de presentaciones poco claras por parte de los militares americanos. El año pasado, un periodista francés, Franck Frommer, publicó el libro ‘El pensamiento PowerPoint: indagación sobre este programa que te vuelve estúpido’.
Respecto al debate que plantean sobre si esta solución informática hace a la gente pasiva y es contraria al desarrollo personal, al pensamiento y a la creatividad, el fundador de APPP apoya la idea y dice que, a pesar de lo que se cree, la ayuda técnica no es indispensable.
En general, un joven que desarrolle conceptos conservará este ejercicio en el futuro. Lo que no es posible solo con el uso de ordenadores. Los jóvenes aprenden que es necesario contar con ayuda técnica de este tipo y que tienen que usarla. “Ni Obama ni Luther King usaron PowerPoint y fueron elegidos para mover el mundo”, enfatiza.
El APPP eligió Suiza para su creación fundación ya que según su precursor, es el lugar idóneo para crear un movimiento internacional en el que estén afiliados interesados de cualquier lugar.
Dentro de su presunta estrategia política, esta asociación tiene la intención de presentare a las elecciones federales de octubre, aunque hasta ahora su fundador sería el único candidato.
En teoría, las aspiraciones de la formación son bastante disparatadas, ya que trata de convertirse en la cuarta fuerza política del país en número de militantes.
“Somos un partido con un interés especial, no tenemos ninguna visión o postura sobre economía o política exterior, por ejemplo. Solo tenemos una finalidad, un enfoque”, asegura Poehm a swissinfo.ch.
Otra de sus intenciones es lanzar una iniciativa popular para convocar a las urnas al electorado helvético a fin de que el uso del PowerPoint deje de ser «obligatorio» en las aulas helvéticas. Para ello precisa reunir 100.000 firmas, eso sí, de ciudadanos suizos.
Hasta el momento, el gigante informático Microsoft, que factura el programa de presentaciones no se ha puesto en contacto con el APPP, explica Poehm.
Pero sí lo hizo con el ‘Wall Street Journal’: Inger Paus, portavoz de la compañía en Europa Occidental, quien dijo al diario:
«No hacemos ningún comentario sobre este tema. Antecedentes: Este es un enfoque de marketing de guerrilla para promocionar un libro y probablemente servicios de consultoría».
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