«No sabía que tener papeles era tan importante»
Una constatación que repiten decenas de mujeres latinoamericanas que viven en Suiza en la ilegalidad, entrevistadas por la trabajadora social Myrian Carbajal.
Carbajal advierte que en Suiza la ilegalidad cohabita con la legalidad.
“El peligro cuando hablamos de mujeres migrantes es que sólo consideramos el estatus que tienen ahora”, advierte la doctorante en Trabajo Social, Myrian Carbajal Mendoza, en conversación con swissinfo.
Carbajal precisa que las mujeres con las que ha tenido contacto -llegadas de Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y otros países latinoamericanos- señalan que no se imaginaban lo que significaba la ilegalidad en Suiza, ya que en su país lo relacionaban con informalidad.
Por esta razón la investigadora aclara que hay que analizar el significado de la clandestinidad en el contexto de origen de estas mujeres.
Ilegalidad, sinónimo de informalidad
“El hecho de ser ilegales lo relativizan”, pues para ellas no tiene mucho significado, deduce Carbajal, quien está por presentar su investigación ante la Universidad de Friburgo, para obtener el título doctoral en Servicio Social.
“Yo imaginaba que vivir sin papeles era como vivir en mi país”, explicó a Carbajal una inmigrante colombiana con 7 años de vivir de forma clandestina en Suiza.
“Realmente nunca pensé que fuera a enfrentarme a un problema tan grande como no poder rentar un departamento, pero ¡claro! Si no tienes un permiso ¿cómo hacerlo? Allá en mi país nunca me lo piden”, otra explicación de una mexicana clandestina que también se ha visto enfrentada a las exigencias de la legalidad helvética.
Empleadores suizos
Carbajal también apunta que todas las mujeres que ha entrevistado (24 incluidas en su tesis) llegaron a Suiza gracias a un contacto, una inmigrante también, que las ubicó en un trabajo de limpieza y al cuidado de niños y cuyos empleadores son, normalmente, familias suizas.
Algo que les permite mantener su estrategia de ocultarse entre la legalidad, pues viven en las casas de sus patrones, en la esfera privada helvética, en donde no existen controles policiales que temer.
De acuerdo a las informaciones constatadas por Carbajal estas mujeres ganan entre 800 y 1.200 francos al mes y prefieren trabajar con suizos, pues afirman que sus compatriotas legalizadas en Suiza les explotan y les tratan como un ser inferior.
Presiones y limitaciones
Estas mujeres traen consigo muchas presiones económicas y psicológicas desde su país, pues relacionan su permanencia en Suiza como un símbolo de éxito, aclara la trabajadora social.
Su tiempo de permanencia en la Confederación es muy diverso. Incluso algunas llevan aquí hasta 10 años. Entre más tiempo permanezcan en Suiza van perdiendo sus contactos en su país y entonces comienzan la «integración» en el marco de la marginalización suiza.
Trabajo digno
Las latinoamericanas ilegales prefieren mantenerse «al margen» y no tener contacto con los movimientos ‘sin papeles’, que buscan la visibilización en la lucha por conseguir una legalización colectiva de su estadía.
Ellas argumentan, no molestar a nadie y realizar «un trabajo digno».
Un trabajo digno a un precio elevado pues estas mujeres son, en muchos casos, víctimas de la explotación y del desinterés, mientras que, por otra parte, la necesidad en el sector doméstico en Suiza por emplearlas continúa.
«Lamentablemente es catastrófico a nivel humano. Lo que se hace es la reproducción de la explotación y justamente eso es lo que se busca denunciar», concluye la trabajadora social.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
Factores observados por Carbajal en sus entrevistas con mujeres latinoamericanas ilegales en Suiza:
Todas tuvieron un contacto establecido antes de llegar a Suiza.
Todas trabajan limpiando o cuidando niños.
Ganan entre 800 y 1.200 francos al mes.
La mayoría vive y trabaja en casa de sus empleadores, principalmente suizos.
Muchas de estas mujeres son madres solteras.
Una vez ‘establecidas’ algunas traen a su familia consigo.
Su preocupación principal: ahorrar dinero.
Varias de ellas han contraído deudas en su país para llegar a Suiza.
Rechazan unirse a colectivos de indocumentados.
Para salir de la ilegalidad adoptan estrategias individuales como el matrimonio.
Aprenden estrategias para mantenerse desapercibidas.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.