Por qué Suiza no es la mejor en reciclaje de residuos
Suiza tiene una de las tasas de reciclaje de residuos municipales más altas de Europa, al menos en el caso del aluminio y el vidrio. Sin embargo, la mayor parte del plástico se quema. Una nueva iniciativa quiere invertir esta tendencia.
Los hogares y las pequeñas empresas de Suiza producen unos seis millones de toneladas de residuos al año. Eso supone 671 kilogramos de residuos urbanos por habitante (en 2022), una de las tasas más altas del mundoEnlace externo. Poco más de la mitad de estos residuos se recogen por separado y se reciclan, según la Oficina Federal de Medio Ambiente (UFAM por sus siglas en italiano). A escala europea, es uno de los porcentajes más altos.
El resto de los residuos generados en el país alpino, y especialmente la gran mayoría de los plásticos, acaba en incineradoras.
He aquí lo que hay que saber sobre el reciclaje en Suiza y cómo el país podría mejorar su gestión de residuos.
El impuesto sobre las bolsas de basura fomenta el reciclaje
Suiza fue un país pionero en el reciclaje de residuos municipales. La introducción de un impuesto sobre las bolsas de basura desde los años 90 ha fomentado el reciclaje, en buena parte.
«La recogida selectiva se ha convertido en una fuerte norma social», afirma Jasmine Voide, responsable de proyectos de economía circular en la asociación paraguas Swiss Recycle. La cantidad de residuos per cápita recogidos y separados se ha duplicado en 30 años, señala.
En la actualidad, Suiza recicla y composta el 52% de sus residuos municipales. Eslovenia, Alemania y Austria encabezan la lista en Europa, con porcentajes superiores al 60%. Italia, por ejemplo, con una tasa de reciclado de casi el 57%, también está por encima de la media europea (46%).
Suiza recicla 97 de cada 100 botellas de vidrio
La tasa de reciclaje es aún mayor si se consideran los distintos materiales por separado. El 80% del papel y el cartón se recicla. La tasa se eleva al 83% en el caso de las botellas de plástico PET para bebidas, al 91% en el de los envases de aluminio y al 97% en el del vidrio. Eso significa que de cada 100 botellas u otros envases de vidrio vendidos, 97 se reciclan.
La valorización de estos residuos se financia mediante una «tasa de eliminación» ya incluida en el precio de compra. Por ejemplo, la tasa es de 1,8 céntimos por una botella de PET para bebidas.
Esto ha permitido crear un ciclo cerrado en el que las botellas se recogen, separan y valorizan en Suiza, explica Jasmine Voide. “Hemos sido capaces de dar valor a las latas de PET y aluminio desde el principio, lo que no se ha hecho en ningún otro sitio”.
En cambio, en Alemania, los Países Bajos y los países escandinavos, el sistema de depósito está muy extendido. Los clientes pagan un recargo de entre 10 y 25 céntimos al comprar una botella de agua de plástico o una lata de cerveza, que se les devuelve cuando devuelven el envase vacío.
Los residuos producen calor y electricidad
¿Qué ocurre con la otra mitad de los residuos municipales que acaban en el cubo de la basura? Más del 20% de estos residuos podrían reciclarse, como demuestra la última encuestaEnlace externo de la UFAM, que analiza el contenido de las bolsas de basura cada diez años. El potencial de reciclaje es, por tanto, elevado.
En Suiza, los residuos municipales que se tiran a los contenedores nunca acaban en los vertederos, prohibidos desde el año 2000. Los restos de comida, los materiales compuestos, los envases y otros residuos domésticos se queman en plantas de conversión de residuos en energía. El calor generado durante la combustión alimenta las redes de calefacción urbana o se utiliza para generar electricidad.
La mayoría de los plásticos se queman
Sin embargo, estas cifras sólo ilustran una parte del panorama completo. La realidad es que aún queda mucho por mejorar en materia de reciclado, especialmente de plásticos.
El consumo de plástico per cápita en Suiza es uno de los más altos del mundoEnlace externo, según OceanCare, una organización internacional con sede en el país helvético que lucha por un acuerdo mundial para frenar la contaminación por plásticos.
Suiza recicla menos del 10% de las 790.000 toneladas de residuos plásticosEnlace externo que genera cada año procedente de los hogares, la agricultura y la industria. Más del 85% del plástico se quema en incineradoras junto con los residuos municipales o en fábricas de cemento.
La consecuencia es que hay que producir aún más plásticos para satisfacer una demanda creciente. Eso significa que hay que seguir extrayendo combustibles fósiles -los plásticos se fabrican con petróleo y metano- y, por tanto, más emisiones. Por no hablar de que algunos residuos plásticos acaban en el medio ambiente, contaminando lagos y ríos.
“Suiza ocupa el último lugar de Europa en cuanto a medidas para combatir los residuos plásticos”, afirma Fabienne McLellan, directora de OceanCare. Según un informe de la asociación Plastic Europe, Suiza recicla el 28% de sus envases de plástico. Esta cifra es muy inferior a la de Alemania, España y Noruega (más del 40%) o a la tasa alcanzada por Italia, Austria y Reino Unido (más del 30%).
¿Por qué es tan baja la tasa de reciclaje de plástico en Suiza?
Reciclar plástico no es fácil. Se trata de un material extremadamente diverso -existen, por ejemplo, el polietileno utilizado en las películas y bandejas alimentarias, el poliestireno en los envases de yogur y el polipropileno en los tapones de las botellas- y los objetos de uso cotidiano suelen estar fabricados con diferentes plásticos. La presencia de aditivos químicos o colorantes complica aún más el reciclaje.
En Suiza, el plástico no está sujeto a una tasa de eliminación como en el caso del vidrio o las botellas de PET (que es un tipo de plástico, pero que cumple las normas internacionales de producción que permiten su reciclaje). No existe obligación legal de reciclar el plástico ni un sistema de recuperación a escala nacional.
La iniciativa corresponde a los municipios y al sector privado. La Asociación Suiza de Recicladores de Plástico, por ejemplo, ha creado puntos de recogida en varios municipios. En 2022 recogió unas 9.500 toneladas de bandejas de comida, botellas de detergente y otros residuos plásticos. Aproximadamente la mitad se recicló.
Kunstoff.swiss, la asociación que representa los intereses de la industria suiza del plástico, cree que el problema no es la recogida, sino el paso siguiente. Suiza no tiene suficiente capacidad de separación y reciclado para procesar todo lo que se recoge, segúnEnlace externo Patrick Semadeni, vicepresidente de Kunstoff.swiss. Actualmente, plantas de Alemania, Austria e Italia procesan gran parte de los plásticos recogidos en Suiza.
Sin embargo, la situación podría cambiar pronto, en parte como resultado de una mociónEnlace externo aprobada por ambas cámaras del Parlamento en la que se insta a Suiza a reciclar más plástico. Se ha encargado al Gobierno que tome las medidas necesarias, mediante una ordenanza, para recoger por separado las fracciones reciclables de los residuos plásticos en todo el país.
Un sistema de recogida de plásticos en toda Suiza
La Asociación RecyPacEnlace externo, fundada a finales de 2023, quiere implantar una economía circular del plástico creando un sistema de recogida uniforme en toda Suiza. El objetivo es implicar a toda la cadena, desde el fabricante -llamado a diseñar envases de plástico fáciles de reciclar- hasta las empresas de reciclaje. RecyPac cuenta con el apoyo de los principales minoristas suizos y de grandes fabricantes de alimentos, como Nestlé y Unilever.
Esta iniciativa debería permitir recoger grandes cantidades de plásticos reciclables, requisito indispensable para que el reciclado tenga sentido desde el punto de vista técnico y económico. Jasmine Voide está convencida de que un sistema armonizado a escala nacional y la garantía de disponer de suficiente plástico permitiría a la industria invertir en instalaciones de reciclaje en Suiza.
El objetivo de RecyPac es multiplicar por diez las cantidades recogidas y alcanzar una tasa de reciclado del 55% para los envases de plástico y del 70% para los cartones de bebidas (tetrapaks) en 2030. La recogida debe empezar este año.
«En el futuro sabremos exactamente qué ocurrirá con el plástico», añade Jasmine Voide.
Texto adaptado del italiano por Carla Wolff
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En América Latina, la labor de las personas recicladoras es clave. Normalmente, personas en situaciones de pobreza, que logran ingresos con la recuperación de materiales para reciclar en los vertederos de basura.
En total, se estima que 2 millones de personas trabajan en esta actividad, siendo responsables de hasta 50%Enlace externo de la recuperación del material reciclado en la región. Su trabajo es esencial para reducir la cantidad de plástico que terminan contaminando el medio ambiente, indica el Banco Interamericano de Desarrollo (BIDEnlace externo)
En América Latina y el Caribe se generan 231 millones toneladas de Residuos Sólidos Municipales (RSM) al año. Esto equivale a 0.99 kilos por persona por día. De este total solamente se recicla menos del 5%.
El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje. En ese contexto, varias iniciativas locales se han lanzado para mejorar los procesos de reutilización de materiales de basura urbana en el mundo.
Fuente: BID /pi
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