Preocupa el aumento de los desechos callejeros
Las buenas costumbres se pierden. La gente ya no tira siempre la basura en los lugares destinados para hacerlo. 4,75 millones de toneladas de desechos se recogen anualmente.
Las calles y los parques de las ciudades convertidos en verdaderos basurales.
Las autoridades suizas se encuentran preocupadas ante la magnitud que está alcanzando el fenómeno del “littering” (del ingles: tirar desechos), una costumbre que está acabando con el mito de un país siempre limpio y ordenado.
Es que además de afear los lugares públicos, recoger los desperdicios cuesta caro al erario de las comunas y cantones. Un cambio de mentalidad que preocupa.
Un informe publicado por la Oficina Federal de Medio Ambiente, Bosques y Paisajes (OFEFP) señala, por ejemplo, que el cantón de Friburgo recogió el año pasado 480 toneladas de basura.
Pero los ferrocarriles federales recogen 45 toneladas diarias. Las estadísticas indican que en el 2001 los suizos botaron 212 kilos de basura por habitante.
Los culpables
“Este fenómeno se explica en parte por el aumento del comercio de comidas prontas para el consumo”, indica Alexandre Bukowiecki, del organismo de “Mantenimiento de Rutas, Aguas Servidas y Eliminación de desechos” (ORED) del cantón de Vaud.
“Existe hoy en día mayor cantidad de productos desechables, como botellas plásticas, envases de cervezas y platos en plásticos para usos diversos. A ello hay que agregar el aumento de manifestaciones y actos públicos, como fiestas, lo que genera mayor producción de desperdicios”, agrega el responsable de la ORED.
Comportamiento que cambia
Pero también el responsable del reciclaje de la basura admite que se observa ahora un cambio en el comportamiento de la gente. “Para muchos, no es ningún problema botar desechos en los lugares públicos, pues saben que detrás vendrán los empleados a recogerlo”, agrega Alexandre Bukowiecki.
Las consecuencias económicas para las comunas son importantes. Casi todos los servicios de aseo comunales han debido contratar más personal, ya sea para el recogido y la limpieza, o en la adquisición de nuevos materiales, carros lanza agua y máquinas barredoras.
Pero también hay consecuencias para el medio ambiente. Según el estudio de la OFEFP, el “littering” tiene también su impacto en el entorno natural. Es el caso de los chicles que abandonados en la naturaleza tienen una duración de 5 años de vida, mientras que los envases plásticos pueden vivir más de 100 años antes de descomponerse.
Medidas a adoptar
El responsable de la ORED estima que es necesario tomar medidas urgentes para atenuar el fenómeno. Una de ellas sería que en los eventos públicos los organizadores cobren un depósito por los envases.
“Una experiencia que ya se realizó en el Festival del Gurten, en Berna, lo que permitió reducir la cantidad de desechos que los responsables de la limpieza tuvieron que recoger en la vía pública”, explica Bukowiecki. Otra medida eficaz sería, a su juicio, aplicar un impuesto anticipado a la basura que se cobraría a los organizadores de espectáculos.
En cuanto a la OFEFP, es necesario incrementar las campañas de sensibilización en la población para reducir la suciedad de los lugares públicos. Especial hincapié se debe hacer en las escuelas, estima el informe de la Oficina Federal del Medio Ambiente.
Medidas de reciclaje e impuestos
Pero el problema de la basura no se limita en Suiza a las malas costumbres que se advierte en ciertos individuos. Es un problema de sociedad, y las autoridades se aplican desde hace años en resolverlo debido a la enorme cantidad que se produce.
Una de las principales medidas consiste en la recuperación. Por ejemplo de los 4,75 millones de toneladas de desperdicios producidos en el 2001, casi la mitad logró ser reciclada gracias a los contenedores puestos a disposición para separarlos. Así 170 mil toneladas de desechos biológicos lograron ser recuperados para fines agrícolas y de jardinería.
Según la OFEFP, Suiza es uno de los Estados que más recicla en Europa. Así, es el país donde más se recupera el papel, las botellas de plásticos (PET), el vidrio, y las latas de cervezas en aluminio, porcentaje este último que alcanza al 91%. Un gran esfuerzo se esta realizando en la recolección de pilas usadas.
Otra medida para reducir la producción de desechos ha sido la introducción en algunos cantones de un impuesto directo a la basura. Es decir, por cada bolsa o saco que se bota, se paga una tasa bajo forma de estampillas.
En otros cantones este impuesto va incluido en la declaración fiscal de los contribuyentes. Según la OFEFP el 70% de los suizos financian la eliminación de los desechos mediante este tipo de impuestos. Resultado: el contenido de los sacos de basura han disminuido entre el 15 y 30%..
swissinfo, Alberto Dufey
Se está perdiendo en Suiza la costumbre de botar basura en los lugares habilitados para hacerlo.
Las calles y parques públicos convertidos en basurales.
Es necesario lanzar campañas de sensibilización.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.