¿Qué significa un calentamiento de 1,5°C para Suiza y el mundo?
En 2024 podríamos superar por primera vez el umbral simbólico de 1,5 grados centígrados de calentamiento global anual. ¿Por qué es importante este límite y cuáles podrían ser las consecuencias de superarlo para la vida en la Tierra y en Suiza, un país ya muy afectado por el aumento de las temperaturas?
2023 fue el año más caluroso desde que comenzaron las mediciones a mediados del siglo XIXEnlace externo y en 2024 podría batirse un nuevo récord: según algunas previsionesEnlace externo, podría superarse durante todo el año el umbral de 1,5 ºC, primer límite de seguridad impuesto por la comunidad internacional que deberíamos respetar. “Son muy malas noticias. Podríamos alcanzar los 1,5 grados antes de lo previsto», explica a SWI swissinfo.ch Samuel Jaccard, climatólogo de la Universidad de Lausana.
Las temperaturas aumentarán en 2024 no sólo debido a las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre, sino también como consecuencia de El Niño, un fenómeno climático cíclico que provoca un calentamiento drástico de las aguas del océano Pacífico.
¿Por qué se ha establecido el aumento de la temperatura terrestre a un máximo de 1,5°C y cuáles serían las repercusiones de un mayor calentamiento? He aquí las respuestas a estas y otras preguntas fundamentales con las consideraciones de expertos suizos y extranjeros.
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¿De dónde procede el límite de 1,5°C?
En 2015, casi todos los países del mundo -incluida Suiza- firmaron el Acuerdo de París sobre el Clima, el primer tratado universal y jurídicamente vinculante para reducir las emisiones. Los Estados se fijaron el objetivo de limitar el calentamiento global medio «por debajo de 2 °C» respecto a los niveles preindustriales (que se basan en la media del periodo 1850-1900), aspirando a un aumento máximo de 1,5 °C.
“Son muy malas noticias. Podríamos alcanzar los 1,5 grados antes de lo previsto»
Samuel Jaccard, climatólogo
El listón de los 2 °C tiene su origen en una serie de estudios científicosEnlace externo -algunos de los cuales se remontan a la década de 1970-, según los cuales el aumento del calentamiento global provocaría una situación sin precedentes para la civilización humana. Las consecuencias no sólo perjudicarían a la flora y la fauna terrestres, sino que también serían catastróficas para los seres humanos. Los países aprobaron oficialmente el límite de 2 °C en la Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada en Cancún en 2010, considerándolo un objetivo ambicioso pero al alcance de la mano.
Sin embargo, en los años siguientes, los países más vulnerables al cambio climático, en particular los Estados insulares pequeños, pidieron una revisión de este objetivo, argumentando que era posible que se produjeran alteraciones insostenibles incluso antes de alcanzar el umbral de los 2 °C. En 2015, basándose en las últimas pruebas científicas disponibles, el límite de seguridad se rebajó a 1,5°C.
¿Por qué se considera que 1,5°C es un umbral crítico?
Un informe especialEnlace externo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado en 2018 hizo hincapié en la importancia de limitar el calentamiento global a 1,5°C para preservar la integridad del sistema climático y reducir los riesgos asociados al aumento de las temperaturas.
Según Johan Rockström, director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, el objetivo de 1,5 °C no es comparable a los objetivos de otras negociaciones políticas, sobre los que se pueden alcanzar compromisos. Un aumento de 1,5°C no es una cifra arbitraria o política, es un límite planetario, declaró a The GuardianEnlace externo.
Esto no significa que sobrepasar el umbral ni siquiera en una décima de grado vaya a significar el fin del mundo. Sin embargo, limitando el calentamiento global en la medida de lo posible podemos reducir la probabilidad de que se produzcan cambios irreversibles en el clima y, por tanto, en el planeta.
Un calentamiento de 1,5°C es preferible a un calentamiento de 1,6°C y cada décima de grado que se evite reduce el riesgo de que nos acerquemos a puntos de no retorno, como el deshielo de la capa de hielo de la Antártida Occidental, subraya Sonia Seneviratne, climatóloga y profesora de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETHZ).
¿Superar 1,5 °C significa incumplir uno de los dos objetivos del Acuerdo de París?
El umbral ya se ha superado varias veces, pero durante periodos de tiempo limitados (unos pocos días o semanas). En 2023, casi la mitad de los días fueron más de 1,5 °C más cálidos que en la era preindustrial. Durante dos días de noviembre, el calentamiento superó incluso los 2 °C por primera vez desde que existen mediciones.
Incluso si en 2024 se superan realmente los 1,5 °C sobre una base anual, no se podrá hablar de incumplimiento del Acuerdo de París, afirma el sistema europeo de vigilancia del clima por satélite Copernicus. De hecho, los objetivos del tratado internacional se refieren a un periodo de 20 años y, según los escenarios más probablesEnlace externo del IPCC, el momento del rebasamiento oficial de 1,5°C -calculado como el punto medio de ese periodo de 20 años- se producirá en la primera mitad de la década de 2030.
¿Cuáles serían las consecuencias de un calentamiento de 1,5°C?
Las emisiones deben reducirse drásticamente si se quiere mantener vivo el objetivo de 1,5°C. Para 2030, tendrían que disminuir un 43% respecto a los niveles de 2019, según las estimacionesEnlace externo del IPCC.
De lo contrario, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las sequías y las lluvias torrenciales, serán más frecuentes. Por ejemplo, la frecuencia de las olas de calor extremas, es decir, las que se producían una vez cada 50 años a finales del siglo XIX, aumenta casi nueve veces en un escenario de +1,5 °C.
Estos acontecimientos excepcionales y catástrofes naturales causarán un número creciente de víctimas en todo el mundo Enlace externoy provocarán una pérdida de biodiversidad. También se reducirán las cosechas y obligarán cada vez a más personas a emigrar a tierras más fértiles y protegidas de la subida del nivel del mar.
La siguiente infografía ilustra los impactos sobre la población y los ecosistemas de un calentamiento global de 1,5 y 2 grados centígrados respectivamente.
¿Cuáles serían las repercusiones en Suiza?
Suiza ya se ve gravemente afectada por el cambio climático, con largos periodos calurosos y secos en verano, glaciares que se derriten inexorablemente e inviernos con escasez de nieve. En los últimos años, el país ha experimentado «una anticipación de fenómenos extremos que podrían agravarse y generalizarse en un futuro próximo», según Erich Fischer, investigador del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de la ETHZ y coautor de los informes del IPCC.
Suiza tiene un clima continental y no puede beneficiarse del efecto refrigerante de los océanos. Además, está situada en latitudes medias. En general, las regiones hacia los polos se calientan más que las del ecuador. La nieve y el hielo también influyen: cuando se derriten, la superficie expuesta refleja menos luz solar y absorbe más calor, lo que contribuye al aumento de las temperaturas.
En Suiza, el umbral de 1,5°C ya se superó a principios del nuevo milenio y el calentamiento medio para el periodo 2013-2022 fue de 2,5°C, casi el doble de la media mundial, según la Oficina Federal de Meteorología y Climatología.
Un calentamiento global de 1,5°C correspondería aproximadamente a +3°C en Suiza. En este escenario, el deshielo de los glaciares alpinos se acelerará y habrá menos nieve a menor altitud. En general, lloverá menos en verano -cuando la agricultura necesita más agua- y más en invierno, explica Samuel Jaccard, de la Universidad de Lausana.
Todos hemos experimentado fenómenos meteorológicos extremos, ya sea una ola de calor o una tormenta devastadora, como la que azotó La Chaux-de-Fonds en julio del año pasado, afirma Jaccard: «Con la multiplicación de estos fenómenos extremos, empezamos a ver repercusiones mensurables y tangibles en nuestra vida cotidiana». Jaccard se refiere, por ejemplo, al aumento de la mortalidad durante las olas de calor o a la subida de los precios de ciertos alimentos debido a las sequías.
Sin embargo, no es demasiado tarde para evitar el peor de los escenarios. En su último informe de síntesis, el IPCC señala que existen múltiples opciones «factibles y eficaces» para reducir las emisiones y garantizar un futuro habitable en la Tierra.
>> Vea el siguiente vídeo para descubrir cómo el cambio climático está alterando el paisaje, la economía y la población de Suiza:
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La realidad del cambio climático en Suiza
Texto adaptado del italiano por José M. Wolff / Carla Wolff
Informaciones adicionales ‘El calentamiento global no es culpa del sol’ por Carla Wolff
Son muchos los análisis acerca del calentamiento global -que está teniendo consecuencias desastrosas para el planeta- y los factores que lo provocan. Algunas hipótesis han señalado al sol como principal causante del aumento de la temperatura. La Agencia Estatal de MeteorologíaEnlace externo de España lo ha desmentido. Para ello ha destacado dos razones que exculpan al sol. La primera es que, efectivamente, el sol es la principal fuente de energía del sistema climático y, sin embargo, sus variaciones de intensidad son muy pequeñas. El ascenso de la temperatura media global desde la revolución industrial se acerca a 1,5 °C. Si el sol fuese el causante de ello, la energía que recibimos de él debería haber aumentado, y no es así. Por tanto, no existe una correlación entre la energía recibida del sol y el actual calentamiento global.
La segunda razón se halla en una fórmula matemática que mide la energía total absorbida por el planeta y la energía total emitida por el mismo. En otras palabras, si el sol fuese el causante del calentamiento global, su irradiancia debería haber aumentado 32 veces más de lo observado. Por tanto, no se corresponde como causante directo del aumento de temperatura.
En España, los medios de comunicación reflejan sin cesar las temperaturas récords, las lluvias desiguales y las sequías que sufre el país. El aumento de temperatura es una realidad en numerosos países, y parece ser imparable. (Fuente: AEMETEnlace externo, en español)
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