Seguro de Invalidez: mucho queda por hacer
Suiza debe continuar las reformas para sanear su seguro en de invalidez, (AI, en su sigla francófona) y mejorar las posibilidades de reinserción de las personas con discapacidad en el mercado laboral.
Esta es la conclusión de un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que analiza los regimenes en vigor en Suiza, Noruega y Polonia.
Tras estos tres países, objeto del informe publicado este martes (07.11.06), otros más serán puestos bajo la lupa de la OCDE ya que es «urgente tratar el fenómeno de la ‘medicación’ de los problemas del mercado laboral», advierte la organización.
En Suiza, como en Noruega y Polonia, los esfuerzos para evitar la transferencia del mercado del trabajo a los regimenes de prestaciones del Seguro de Invalidez y para reinsertar a los afectados en el mercado laboral son insuficientes, afirma en el documento.
«Los resultados de las políticas puestas en marcha por Suiza son mitigados», señalan los autores del informe de la OCDE. El flujo de ingresos al seguro de invalidez comenzó a decrecer hace dos años, tras un largo periodo de progresión continua. Pero ese cambio no resultará suficiente para mantener la reducción del número de beneficiarios de este seguro.
Críticas también a la renta en caso invalidez
La OCDE insiste en que si Suiza quiere aumentar sus reservas futuras de mano de obra para hacer frente al envejecimiento de su población, deberá encontrar los medios para mantener en el mercado a las personas con problemas de salud.
Una gran proporción de las personas con discapacidades en Suiza no tiene empleo. No obstante, con una tasa de ocupación de 52%, Suiza tiene mejor puntaje al respecto, en comparación con otros países miembros de la organización.
Otro punto negro destacado en el informe: el valor medio de las rentas en caso de invalidez ha progresado en los últimos años, no obstante, los niveles de pobreza de las personas concernidas también crecieron de forma paralela.
Problemas mentales
Un problema afecta a Suiza más que a otro país de la OCDE: el fuerte crecimiento de dolencias mentales como causa de invalidez (más de 40% de los nuevos casos del AI).
Esta evolución refleja en parte la «medicación» creciente de los problemas sociales y del mercado laboral. También ésta se debe a las imperfecciones de la definición de invalidez.
Los expertos de la OCDE reconocen que la quinta revisión del seguro de invalidez debería poder mejorar la situación actual. No obstante, consideran que las personas que sufren graves problemas de salud deberían ser incluidas más pronto en el seguro, en lugar de esperar hasta el momento en el que han perdido sus empleos.
Llamado a los patrones
Una crítica más: las obligaciones y las incitaciones hechas a las compañías de seguros médicos no son suficientes para que se concentren en atacar los problemas de fondo sobre el tema de la invalidez.
En ese mismo sentido, la OCDE opina que los empleadores deberían ser exhortados a permitir que sus trabajadores enfermos continúen realizando sus actividades laborales.
Los patrones deberían así tener la obligación de participar en la elaboración de un plan de reinserción de sus empleados retirados desde hace tiempo a causa de alguna enfermedad, como ocurre ya en varios países de la OCDE.
También, explican los autores del informe, se debería establecer un sistema de seguimiento de la enfermedad y asumir una parte de los costos que resulten de los problemas de salud no tratados.
Las exhortaciones tampoco excluyen a las personas concernidas. La OCDE recomienda, por ejemplo, modificar el sistema generoso de suplementos infantiles a fin de evitar las «trampas en las prestaciones» e impulsar a los beneficiarios del seguro a que regresen a la vida laboral.
En las sugerencias se encuentra la de establecer medidas que alienten a las personas con algún problema de salud para que aumenten el porcentaje de horas dedicadas al trabajo.
Financiamiento
El seguro de invalidez debería asegurar una observación continua de los casos de personas cuya solicitud para recibir las rentas de invalidez haya sido rechazada.
Sobre el financiamiento del AI, un aumento de fondos es necesario y justificado en vista del déficit actual.
Las autoridades no siempre han tomado la elección correcta en el pasado, concluye el informe de la OCDE. «Ninguno de los tres países se puede permitir cometer los mismos errores del pasado: se trata del interés económico que conlleva, pero también del de las personas discapacitadas.»
swissinfo y agencias
En 2005, el Seguro de Invalidez registró un déficit récord de 1.700 millones de francos.
El año pasado, el 5,3% de la población activa se benefició de una renta del Seguro de Invalidez. En 1990, este porcentaje era del 3,2%.
De acuerdo a la OCDE, en el 2004, el gasto público consagrado a las enfermedades y discapacidades representó el 2,4% del PIB de sus países miembros.
En los tres países recién examinados en el informe de la OCDE –Noruega, Polonia y Suiza- este porcentaje comprende entre el 3 y el 5%.
En su última sesión, el Parlamento Federal aprobó la quinta revisión del Seguro de Invalidez (AI, en sus siglas francófonas).
El objetivo es disminuir el déficit presupuestario de este seguro social 596 millones de francos en promedio anual hasta finales del 2025.
De esta manera, el AI alcanzará su equilibrio financiero a partir de 2009 y terminará con su deuda en 2024.
Para lograrlo, la revisión prevé una acción en dos campos.
Por una parte, la reducción de 30% del número de sus nuevos beneficiarios, con relación a la cifra de 2003, gracias a una definición más restrictiva del término invalidez.
Por otra, la disminución de ciertas prestaciones.
Apoyada por el Partido de los Verdes, una pequeña organización de ayuda a los discapacitados ha lanzado en octubre un referéndum en contra de esta revisión.
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