Con varios récords mundiales en su haber, el equipo del Solar Impulse espera dar la vuelta al mundo con la única ayuda de la energía solar y entrar así una vez más en los anales de la historia.
Bertrand Piccard, célebre por haber conseguido dar la vuelta al mundo en globo aerostático, y André Borschberg, antiguo piloto militar, se turnarán en la cabina de mando, porque tiene capacidad para solo una persona. El Solar Impulse 2 (Si2), está equipado con tecnología punta suiza, y es más grande y más pesado que su predecesor. Pesa 2,3 toneladas y mide 72 metros. Y los 17 248 paneles solares que cubren sus alas aportan la energía que necesitan las cuatro hélices del avión.
La energía suplementaria se recolectará y almacenará en las baterías de polímero de litio. La velocidad del avión no será muy elevada: oscilará entre los 26 y los 140 kilómetros por hora, en función de la hora del día y de la altitud. Volará a una altitud máxima de 8 500 metros. Después de cruzar Estados Unidos en 2013, Solar Impulse tiene ahora la misión de dar la vuelta al mundo. La aventura, que durará seis meses, comenzará en Abu Dabi e incluirá varias escalas. El proyecto Solar Impulse pretende promover las energías renovables y no reemplazar las de fuentes fósiles – al menos por el momento.
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