Solución suiza para sobrecargas del alcantarillado
Atraídos por la gran posibilidad de ahorro que supone, diversos países observan con interés una invención suiza para el tratamiento de las aguas negras en zonas rurales.
La mini planta cabe en un sótano y podría revolucionar la manera en que las comunidades aisladas eliminan sus aguas residuales.
El sistema ‘Aquamin’, que está siendo probado en Suiza, separa la orina de las heces y produce agua limpia para uso doméstico.
“Es completamente único en el mundo”, » dice Hansruedi Siegrist del Instituto suizo para la Ciencia Ambiental y la Tecnología.
Ahorro de costos
‘Aquamin’ no sólo es increíblemente eficiente y tiene un bajo costo, sino que, según sus creadores, ofrece la ventaja adicional de ser ecológicamente viable.
Por una suma de entre 20.000 a 30.000 francos (17.000 a 26.000 dólares) se puede adquirir una mini planta para la casa. El sistema ofrece una alternativa a los inmuebles situados en lugares remotos para su conexión a los alcantarillados centrales, operación que, en caso de ser posible, resulta compleja y onerosa.
Diversos países de la Europa del Este han mostrado un gran interés por el invento que representa una alternativa viable y económica para buen número de personas en diversas regiones.
“Hubo una solicitud de información de la República Checa, así que haremos una demostración del sistema en una conferencia en Polonia”, dijo Siegrist.
Una prueba en Suiza
Por lo pronto, ‘Aquamin’ es ‘probado’ por una familia en Suiza. El proyecto piloto se lleva a cabo con la participación del gobierno suizo, el Instituto de Tecnología de Zúrich y una firma privada.
En primer lugar, las aguas residuales son sometidas a un tratamiento biológico de limpieza. Luego son filtradas con una suerte de tamiz que evita el paso de las bacterias y los gérmenes.
El resultado final –un líquido higiénicamente limpio- es reciclado para uso doméstico, para los sanitarios y el riego de los jardines.
En la casa suiza en la que se lleva a cabo la prueba se ha constatado un significativo ahorro de 30% en el empleo del agua potable.
Dada la presencia de rastros de algunos elementos y ante el riesgo de BSE, se evita el empleo del cieno procedente del alcantarillado central como fertilizante. El producto debe ser quemado y eliminado en terraplenes. Sin embargo, en el hogar de prueba se utiliza como abono un producto obtenido a partir de las heces fecales.
Mercados potenciales por doquier
Los creadores de ‘Aquamin’ estiman que podrían tener un mercado potencial en Europa del Este, donde muchas pequeñas poblaciones permanecen desconectadas de los sistemas centrales de alcantarillado.
Siegrist considera asimismo que el sistema también podría ser una solución para los sistemas de alcantarillado de las áreas densamente pobladas.
Estima también que en el futuro, las instalaciones de tratamiento de aguas negras podrían ser instaladas en los hogares, con lo que se resolvería el problema de sobrecarga de los sistemas de alcantarillado público que no sólo son sumamente caros sino que también tienen limitaciones.
“Pero pasarán varias generaciones antes de que eso sea posible”, dice. “La vida útil de un alcantarillado central es de aproximadamente 80 años”.
swissinfo, Philippe Kropf
Traducción, Marcela Águila Rubín
Una casa familiar en Suiza fue equipada con su propia planta de tratamiento de aguas negras. Es el único proyecto piloto de su género en el mundo.
El ahorro posible con el empleo de ese sistema es significativo.
El agua saneada puede ser almacenada para su uso posterior en zonas de riego.
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