La intimista «Cinco lobitos» abre la participación española en la Berlinale
Elena Garuz
Berlín, 11 feb (EFE).- España se estrena hoy en la 72 edición de la Berlinale con «Cinco lobitos», el primer largometraje de Alauda Ruiz de Azúa, un trabajo «muy personal» y «de corte intimista» que, partiendo de una historia sobre la primera maternidad, aborda desde un retrato generacional la condición de hijo que nunca se pierde.
La realizadora explica en una entrevista a Efe que la idea de esta película, nominada a mejor ópera prima, surgió a partir de la experiencia de su primera maternidad, probablemente muy parecida, afirma, a la de muchas mujeres y muchos hombres en cuanto a paternidad.
«Pero sí que es verdad que me pareció que era como algo complejo, que tenía algo de crisis, que tenía algo de reconstrucción de quién eres» y de muchas otras cosas, dice, pero se sorprendió al no encontrar muchos relatos personales sobre eso.
En «Cinco lobitos», Amaia acaba de ser madre y se da cuenta de que no sabe muy bien cómo serlo.
Decide regresar a casa de sus padres cuando su pareja tiene que ausentarse unas semanas por trabajo y lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora sea madre, no dejará de ser hija.
Para la realizadora había una pregunta en el aire, «si dejamos de ser hijos en algún momento, si abrazamos una sensación de madurez muy completa, de ser un adulto al cien por cien», y al comienzo creía que sí, una idea que fue cambiando mientras avanzaba la película.
«Ahora mi conclusión más bien es que somos hijos de ida y vuelta, que ese vínculo, esa sensación de ser hijo no la perdemos, que en algunos momentos vuelve y nos sacude, aunque seamos adultos, aunque tengamos una vida muy adulta», señala.
Para Laia Costa, que interpreta a Amaia, este proyecto fue como si se alinearan un poco las estrellas: la realizadora le presentó el guion cuando la actriz estaba embaraza de tres meses y comenzaron a rodar cuando su hija tenía ya un año, por lo que su experiencia y la de la protagonista han ido «en paralelo».
«Es extraño porque cuando lo leí, aunque estuviera de tres meses, unas semanas antes de empezar a rodar, lo releí y era otro guion, y el guion era el mismo, pero yo lo leí desde otro lugar, era muy emocional para mí leer ese guion», revela la actriz.
Fue entones cuando entendió la «potencia» de este proyecto, en el que «parece que no pase nada», pero que para la gente que «se conecte» va a ser «un poco como una montaña rusa», afirma.
«Fue muy bonito ver eso, escenas que quizá no entendía y un año más tarde las entendía a la perfección, porque no encajan con una explicación racional a veces. Igual lo que está pasando ahí son hormonas y biología humana, y no se entiende, y son temas que tampoco he visto tanto en pantalla», agrega.
La película tiene muchas capas porque no trata solo de la primera maternidad, sino que habla también de «la maternidad respecto de tu madre y tú como hija» o de «cómo tú te conviertes en madre de tu madre cuando necesita un cuidado», indica.
Esta idea la llevó a pensar en el concepto del cuidado y del cuidador, en «quién cuida a quién y cómo cuidamos en esta sociedad».
En muchos casos es un trabajo que se externaliza, se encarga a una persona para cuidar del bebé o del abuelo, pero cuando se hace dentro de la familia «ahí no hay etiqueta de trabajo, no hay remuneración, económica, pero sigue siendo un trabajo de más de ocho horas, son veinticuatro horas al día», reflexiona.
Susi Sánchez, quien interpreta a la madre de Amaia, señala que lo que más le ha dado su personaje es ver en él a una mujer «muy valiente» que le despierta admiración.
«Cómo afronta la enfermedad, cómo afronta su destino, de qué manera lo hace, me parece de una impecabilidad (…) que yo no sé si sería capaz», explica la actriz, a quien «fascinó» el guion y para la que el rodaje ha sido un «regalo» y una «maravilla».
«El rodaje ha sido una masterclass, cada día de rodaje, porque Alauda, a pesar de que tenía muy claro lo que quería contar en la película, ha querido probar y experimentar con nosotros formas distintas, nos ponía en juego continuamente la capacidad de improvisar», explica.
Costa, por su parte, afirma que desde el primer momento de conversación con la realizadora tuvo la sensación de que «tenía muy claro lo que quería hacer».
«Y tengo la certeza de que eso le dio mucho manejo en el set para jugar. Entonces, cuando teníamos lo que quería, se tomaba la libertad de jugar un poco más, y eso para un actor también es divertido», precisa.
El filme, que llegará el próximo 20 de mayo a las salas de cine, celebra hoy su estreno mundial en la Berlinale dentro de la sección Panorama, una ocasión para dar visibilidad a la cinta, ponerla en el mapa y compartirla con mucha gente, celebra su directora. EFE
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