Clan del Golfo recrudece la violencia en Colombia con asesinatos de policías
Bogotá, 25 jul (EFE).- La Policía colombiana se convirtió en las últimas semanas en blanco de la banda criminal Clan del Golfo que intensificó los asesinatos selectivos de miembros de la institución en la peor ola de violencia de los últimos cinco años.
Los asesinatos del Clan del Golfo mediante el llamado «plan pistola» comenzaron en mayo pasado, en respuesta a la extradición a Estados Unidos de su máximo jefe, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», y hasta la fecha esta campaña criminal se ha cobrado la vida de más de 30 policías.
La más reciente víctima fue este lunes el patrullero Diego Felipe Ruiz Rincón, de 25 años de edad, asesinado por sicarios en Sampués, en el departamento caribeño de Sucre.
Este crimen se suma al de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, de 27 años, quien había sido herida el sábado en un ataque a tiros en Yarumal (Antioquia) y murió anoche en Medellín, a donde había sido trasladada por la gravedad de las heridas.
En esa acción, atribuida por la Policía a sicarios del Clan del Golfo, también perdió la vida su compañero, el subintendente Sergio Yepes.
PRESIONES AL GOBIERNO
Según el ministro de Defensa, Diego Molano, con esta ola de ataques, el Clan del Golfo busca «posicionarse políticamente» para una eventual negociación con el gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, que asumirá el próximo 7 de agosto como el primer mandatario de izquierda del país.
«Asesinatos cobardes como el de la PT. Fernanda Zuleta en Yarumal nos duelen a todos. Es inaceptable que reductos del Clan del Golfo pongan precio a la vida de un policía solo para posicionarse políticamente. Hasta el último minuto del 7 de agosto los perseguiremos sin tregua», manifestó Molano en Twitter.
Petro envió hoy sus condolencias a la familia de la patrullera y dijo que pondrá especial atención a las familias de policías y militares muertos cuando cumplían su deber.
«Mi sentido pésame a la familia de Luisa Fernanda Zuleta. Miraré con especial cuidado el estado en que han quedado las familias de los integrantes de la fuerza pública caídos en cumplimiento de su deber», escribió Petro en su Twitter.
En igual sentido se manifestó Luis Gilberto Murillo, que será el próximo embajador de Colombia en Estados Unidos, quien en redes sociales repudió este hecho.
«Hoy murió la patrullera de la Policía, Luisa Fernanda Zuleta, víctima de los cruentos ataques del Clan del Golfo. Mi solidaridad con su familia y con las de todos los policías que han caído en cumplimiento de su deber. Total rechazo y repudio», señaló Murillo.
SEMANA VIOLENTA
A propósito de los ataques, el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) informó hoy que en la semana del 15 al 22 de julio hubo 28 acciones violentas contra la fuerza pública que dejaron cinco policías y un soldado muertos.
El Cerac puntualizó que «ocho ataques contra la fuerza pública ocurrieron durante el fin de semana en Antioquia, Chocó, Córdoba y Sucre» y «en estas acciones murieron cuatro personas y una resultó herida. Los ataques contra la fuerza pública están en su máximo nivel desde mayo de 2017», agregó.
Según el diario el Tiempo, que cita cifras del Ministerio de Defensa, este año han sido asesinados 34 policías y 53 militares en actividades propias del servicio.
La campaña violenta del Clan del Golfo incluyó en mayo pasado una semana de «paro armado» que puso en jaque el norte y noroeste del país.
PAZ TOTAL
A la condena por «los asesinatos perpetrados contra agentes de la Policía Nacional» se sumó el senador izquierdista Iván Cepeda, del partido Polo Democrático Alternativo (PDA).
«Se impone el alto al fuego que genere un ambiente favorable para acabar con la violencia, garantizar la no repetición de estos crímenes y alcanzar la paz total», agregó Cepeda en Twitter.
A propósito de la «paz total» que ha planteado Petro, el próximo canciller colombiano, Álvaro Leyva Durán, aseguró la semana pasada que el gobierno del presidente electo dialogará con todos los grupos armados, incluido el Clan del Golfo, que quieran dejar las armas.
Esa postura fue una respuesta a la carta enviada por al menos 30 grupos armados en la que plantean un alto el fuego condicionado a que sus miembros no vayan a la cárcel.
En una misiva difundida por el grupo, y firmada por más de 30 organizaciones criminales, entre ellas Los Rastrojos, Los Caparros y Los mexicanos de Quibdó, el Clan del Golfo hace referencia al «momento histórico» que vive Colombia, «en el que por primera vez llega a la dirección del país un presidente de izquierdas». EFE
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