Claribel Calderius conecta las tradiciones cubanas y europeas en una exposición en España
Sevilla (España), 27 feb (EFE).- La artista cubana afincada en México Claribel Calderius expone en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla (sur de España) ‘Sensemayá. Cánticos para matar a la culebra’, una muestra que conecta las tradiciones cubanas con las europeas.
Cada una de las obras de la exposición han sido creadas específicamente para la Capilla de San Bruno de Sevilla, respetando y dialogando con la arquitectura única del espacio, ya que los altos techos, las paredes encaladas y la atmósfera de recogimiento se transforman en el escenario ideal para una experiencia inmersiva, informó la Consejería de Cultura de Andalucía.
Con esta exposición, la primera individual que ofrece en España, Claribel Calderius (La Habana 1986) evoca las redes invisibles que sostienen las historias compartidas e invita a reflexionar sobre los ciclos de vida, muerte y renacimiento, según Jimena Blázquez, directora del centro artístico y comisaria de la muestra.
La muestra propone un recorrido visual y emocional que combina tradición, memoria y espiritualidad y transforma la capilla del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en un espacio donde dialogan lo material y lo simbólico, lo ancestral y lo contemporáneo.
Inspirada en el poema homónimo de Nicolás Guillén, la exposición retoma la figura de la culebra como un símbolo cargado de significados: regeneración, cambio y poder espiritual.
Para esta exposición, la artista utiliza fibras de yute, un material humilde, rústico, orgánico y profundamente cargado de simbolismo.
En manos de Calderius, el yute y el acto de tejer, central en su práctica artística, se presentan como una metáfora que habla de un proceso de sanación, memoria y resistencia.
Claribel Calderius (La Habana, 1986) se graduó en Estudios Socio-Culturales por la Universidad de La Habana en 2009 y su obra explora temas como el desamparo, la memoria y la maternidad.
Destaca su serie ‘Los niños de la patria’, compuesta por collages y montajes fotográficos en los que borda a mano los rostros de niños invisibilizados de orfanatos cubanos.
Este proyecto, que aborda un tema tabú en Cuba, surgió al trabajar con estos niños para ofrecerles una alternativa emocional a la agresividad, enfrentando restricciones gubernamentales al documentar sus historias.
La serie crea un universo visual y emocional para estos menores que carecen de memoria familiar, muchos de ellos hijos de madres reclusas, con problemas mentales o abandonados.
En 2020, Calderius se trasladó a Mérida, en Yucatán, donde integró materiales locales como el yute en su obra. De este momento, que coincidió con la cuarentena por covid-19, surgieron piezas introspectivas que reflejan procesos de meditación y equilibrio emocional, como respuesta y terapia personal. EFE
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