Combatiendo a hackers desde el campo: la ciberseguridad como oportunidad de empleo rural

Marta Borrás

Zagreb, 24 nov (EFE).- El sector de la ciberseguridad, en el que faltan por cubrir cientos de miles de puestos de trabajo solo en la Unión Europea (UE), tiene un importante potencial de empleo para las personas que viven en el campo y en particular para las mujeres, según explicaron esta semana distintos expertos durante la celebración de la Escuela de Mujeres para la Innovación Rural en Croacia.

Con el aumento de los ciberataques a empresas, a organismos y a particulares, se ha disparado la necesidad de profesionales expertos en ese ámbito.

Sin embargo, faltan especialistas, como apunta la «academia europea de ciber-competencias», una iniciativa política de la UE que puso de relieve que en 2022 los Estados miembros necesitaban 883.000 trabajadores en el ámbito de la ciberseguridad, y la escasez de profesionales oscilaba entre las 260.000 y 500.000 personas.

Además, según datos de la misma academia, en la UE las mujeres representan sólo el 20 % de los graduados en ciberseguridad y al 19 % de los expertos en información y comunicaciones tecnológicas.

Cristina Almeida, cofundadora y presidenta de Women4Cyber Portugal, una fundación para promover y apoyar la participación femenina en el sector, habló esta semana en la Escuela de Mujeres para la Innovación Rural de la manera de aprovechar las oportunidades que ofrece la ciberseguridad.

En declaraciones a EFE, Almeida explicó que Europa es uno de los continentes con un porcentaje más bajo de mujeres dedicadas a ese sector.

Para comenzar a familiarizarse con la protección en internet, una de las cosas que aconseja la experta es «seguir algún curso gratuito en internet para entender más sobre este área y los distintos campos que incluye».

Sobre el tipo de formación necesaria para poder especializarse, Almeida dejó claro que «depende del área» en el que cada cual decida dedicarse y que aunque algunas como la de arquitectura de ciberseguridad exigen conocimientos técnicos de programación y codificación, hay otras más genéricas, como por ejemplo formar a los usuarios sobre cómo «comportarse» en internet y evitar los peligros a nivel de seguridad, o incluso perfiles como el de un jurista permiten encontrar trabajo en el ámbito de la gobernanza.

Aseguró que muchas de las empresas que trabajan en ciberseguridad tienen establecido el teletrabajo, aunque algunas tienen sistemas híbridos (que combinan el trabajo presencial y el remoto) y son una minoría las que exigen una presencia total en la oficina.

Un requisito para poder llevar a cabo este trabajo, subrayó la misma experta, es contar con una buena conexión a internet, algo lejos de estar garantizado aún en muchas zonas rurales europeas.

Según un estudio conjunto del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y Eurofound publicado el pasado mayo, cuando comenzó la crisis de la COVID-19, la mayoría de los residentes de ciudades, pueblos y zonas de la periferia tenían acceso a Internet suficiente para trabajar desde casa, pero muchos en las zonas rurales carecían de él.

Las velocidades de internet en las zonas rurales han mejorado mucho desde la pandemia y en 2022 tenían velocidades medias más altas que las ciudades en 2019.

Sin embargo, el progreso en materia de conectividad en las ciudades ha sido aún más rápido durante ese periodo y la brecha entre las zonas urbanas y rurales en materia de conectividad a Internet se ha ampliado ligeramente.

El mismo estudio reveló que el porcentaje de personas que trabajan desde casa en la UE al menos parte de su jornada aumentó en las ciudades del 17,3 % en 2019 al 30,5 % en 2021, para disminuir ligeramente al 28,3 % en 2022, es decir, unos once puntos porcentuales.

Pero el aumento en el mismo periodo fue de aproximadamente 6,5 puntos porcentuales en pueblos y suburbios y alrededor de 4,7 puntos en las áreas rurales.

El responsable de Estrategia y Política de Huawei Europa, Hui Cao, empresa con la que EFE tiene un acuerdo de difusión de contenidos, explicó por su parte en la Escuela de mujeres para la Innovación Rural, que uno de los principales retos a la hora de desplegar la fibra en las zonas rurales es el coste que representa.

En ese contexto, el mismo experto habló de una solución de la empresa china bautizada como «AirPON» que permite «reducir costes y ayudar a la gente de las zonas rurales a disfrutar de la fibra».

En particular, ese sistema reutiliza los sitios inalámbricos existentes para construir redes de acceso de fibra completa para los operadores móviles, de forma rápida y a bajo costo, explicó Cao. EFE

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