Como alcaldable de Barcelona, el francés Valls quiere encarnar la «nueva Europa»
El exprimer ministro francés Manuel Valls afirmó este martes que con su candidatura a alcalde de la ciudad española de Barcelona, su ciudad natal, quiere encarnar «la nueva Europa».
«Esto es la encarnación de la nueva Europa. Yo quiero representar a través de Barcelona la nueva Europa (…) Esto es extraordinario», afirmó el exdirigente francés en una rueda de prensa en que alternó con soltura el catalán, el español y el francés.
Año y medio después de perder las primarias para ser el candidato socialista a la presidencia gala, el ex primer ministro entre 2014 y 2016 apostó por un «cambio de vida» abandonando su cargo de diputado en Francia y mudándose a la segunda ciudad española, de 1,6 millones de habitantes.
Con una plataforma ciudadana llamada «Barcelona Capital Europea» y el apoyo del partido liberal Ciudadanos competirá en las elecciones municipales de mayo de 2019 para relevar en la alcaldía a la antigua activista por la vivienda Ada Colau, de izquierda radical.
Ella misma, a quien acusó de haber provocado el deterioro de la ciudad, y los partidos independentistas, a quienes reprocha querer convertir Barcelona «en la capital imaginaria de una república imaginaria», serán sus principales rivales.
La apuesta es arriesgada según los analistas pero Valls aseguró que es firme y que se quedará en Barcelona aunque pierda. Para demostrarlo, enseñó las llaves de su nuevo piso, ubicado casualmente en la calle París de la ciudad catalana.
Del ala más conservadora del socialismo francés, partido que abandonó tras su derrota en las primarias, Valls busca seducir al electorado de centro: «Yo soy el candidato de la moderación».
Prometió acabar «con los serios problemas de la ciudad»: desigualdad, escasez de vivienda, marcha de empresas por la crisis separatista, inseguridad, deterioro del centro histórico con proliferación de las drogas y la delincuencia…
«Barcelona es una marca increíble, una marca global (…) Pero esta ciudad tiene problemas, está deteriorando su imagen y peor, se está deteriorando la vida de los barceloneses», aseguró.
De 56 años, Valls nació en Barcelona durante unas vacaciones de sus padres, un pintor catalán y una profesora italiano-suiza instalados en París, y mantuvo vínculos con esta ciudad donde ahora vive su hermana.
En el último año se había implicado en la política española para hacer frente a los dirigentes catalanes que intentaron fallidamente conseguir la independencia de esta región en 2017.