Condenan a prisión en rebeldía al expresidente tunecino Moncef Marzouki
Túnez, 22 dic (EFE).- La Justicia tunecina condenó este miércoles a cuatro años de prisión en rebeldía al antiguo mandatario, Moncef Marzouki, acusado de «atentar contra la seguridad del Estado» después de que instara a la comunidad internacional a retirar su apoyo al presidente de la República, Kais Said, que el pasado mes de julio se arrogó plenos poderes.
En una entrevista concedida en octubre a la cadena francesa «France 24», Marzouki, quien ocupó la jefatura de Estado entre 2011 y 2014 y que reside actualmente en París, pidió al Gobierno francés suspender la 18ª cumbre de la Francofonía como medio de presión «contra el golpe de Estado».
La cumbre, prevista del 19 al 21 de noviembre en la isla de Djerba (sur) y que debía reunir a 88 países de todo el mundo, fue pospuesta en 2020 debido a la crisis sanitaria del coronavirus y fue aplazada de nuevo días antes de su celebración por un plazo de un año.
Dos días después de estas declaraciones, Said pidió al Ministerio de Justicia abrir una investigación judicial y anunció que retiraría su pasaporte diplomático al considerarle un «enemigo» de Túnez .
«Desde el 25 de julio no he cesado de repetir a los enemigos y amigos de Túnez que no interfieran en nuestros asuntos apoyando, directa o indirectamente, el golpe de Estado», se defendió Marzouki en las redes sociales, y declaró «no reconocer a Kais Said como presidente legítimo».
En apoyo a este antiguo activista por los derechos humanos, un centenar de intelectuales -entre ellos la yemení Tawakkol Karman, premio Nobel de la Paz 2011, o el líder opositor egipcio Ayman Nour- firmaron un manifiesto para denunciar un juicio «ridículo» que, consideran, es una venganza por su papel en la defensa de la Constitución tunecina.
Desde que el pasado 25 de julio el presidente decretase el Estado de excepción -que incluyó el cese del primer ministro y la suspensión de la Asamblea de manera indefinida-, ha congelado la casi totalidad de la Constitución de 2014 y se ha hecho con plenos poderes con el fin de «recuperar la paz social».
Una decisión que ha sido calificada por la mayoría de partidos políticos como «golpe de Estado», mientras otros consideran que se trata de una «rectificación» de la revolución de 2011 que puso fin a las dos décadas del régimen autócrata de Zine El Abidine Ben Ali.
Durante este periodo, la Justicia ha abierto numerosas investigaciones y ha adoptado medidas cautelares -arrestos domiciliarios y prohibición de abandonar el país- contra altos cargos de instituciones, magistrados, hombres de negocios y diputados por supuestos casos de corrupción y otros ligados a la libertad de expresión, lo que ha desatado la preocupación de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Según la hoja de ruta anunciada por Said, Túnez llevará a cabo el próximo 25 de julio un referéndum sobre las reformas constitucionales propuestas por los ciudadanos con el fin de «recuperar su soberanía» y celebrará elecciones legislativas anticipadas el 17 de diciembre de 2022. EFE
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