Constructoras rusas añoran materiales europeos tras quejarse de la calidad de los chinos
Moscú, 27 feb (EFE).- Las empresas constructoras en Rusia añoran los materiales europeos, ya que están descontentas con los proveedores chinos debido a la carestía y mala calidad de su producción, informó hoy el diario Kommersant.
Aunque la oferta de proveedores nacionales y chinos ha aumentado en estos tres años de guerra y sanciones, esto no se ha traducido en una reducción de precios, sino en un encarecimiento que ha conducido a un incremento del 10,1% del precio final de la construcción de oficinas en 2024.
A menudo los materiales chinos son más baratos que los europeos, pero al ser de peor calidad y requerir de coste adicional para adaptarlos a las exigencias del mercado ruso, el resultado termina siendo más caro.
El porcentaje de proveedores nacionales pasó de un 61 % en 2022 a un 71 % en 2024; los europeos se redujeron de un 30 % a un 13 %; mientras que los chinos aumentaron del 9 % al 15 %.
Según Ekaterina Newman, directora de la consultora Q1 Group, entre 2022 y 2023 los almacenes de las constructoras todavía disponían de materiales europeos, pero la presión de las sanciones afectaron la cadena logística de importación desde la Unión Europea y la reorientó hacia China.
Newman aclaró que dada la falta de competitividad, algunos distribuidores han encarecido los precios, además de que el gasto logístico desde China es mayor en comparación con el europeo.
Serguéi Korotchikov, director del departamento técnico de la constructora Capital Group, añadió que inicialmente las constructoras desconfiaban mucho de sus nuevos proveedores chinos y llevaron a cabo grandes auditorías de sus fábricas.
Principalmente, China ha sustituido a Europa en la importación de equipos de ventilación, grandes módulos de ingeniería, cableado, equipos de iluminación, revestimientos para el suelo y productos de acabado.
Mientras tanto, la producción rusa ha copado el mercado de los muebles, sistemas de protección contra incendios, pequeños dispositivos para los sistemas de ventilación y otros materiales de construcción, como mezclas y prefabricados.
Los sistemas de fontanería siguen importándose desde la UE, así como los de automatización, equipo informático, pinturas, plásticos y equipos de ingeniería como ascensores y bombas, ya que no se encuentran análogos de la misma calidad, según Kommersant.
Paralelamente, a inicios de 2025 se observa una oleada de quiebras de empresas constructoras rusas que operaban en mínimos de rentabilidad debido a la falta de ventas de pisos residenciales y de inversión nacional. EFE
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