Hallan niveles altos de metales en orina de indígenas de la Amazonia peruana
Barcelona, 3 may. (EFE).- Una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha hallado concentraciones elevadas de mercurio, arsénico y cadmio en la orina de los indígenas que viven cerca de explotaciones de petróleo en la Amazonia peruana.
El estudio, que publica la revista ‘Environmental Health Perspectives’, lo ha liderado Cristina O’Callaghan Gordo, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa.
Según O’Callaghan, han detectado concentraciones altas de estos tres metales en la orina de la población indígena de cuatro cuencas hidrográficas del norte de la Amazonía peruana, donde en la década de 1970 se inició la extracción de petróleo, y que actualmente es una de las zonas más contaminadas del país.
Una investigación anterior liderada también por el ISGlobal ya informó de niveles altos de plomo en sangre entre la población de la zona, y ahora han publicado datos referentes al mercurio, arsénico y cadmio, tres metales tóxicos para el ser humano que pueden tener muchas y graves consecuencias para la salud, sobre todo a largo plazo.
Los investigadores evaluaron entre mayo y junio de 2016 las concentraciones urinarias de mercurio, arsénico y cadmio de 824 personas, 230 de ellas menores de 12 años, y todas residentes indígenas en zonas rurales próximas a explotaciones petroleras.
El estudio ha sido fruto de un acuerdo entre las federaciones indígenas de las cuencas de los ríos Corrientes, Pastaza, Tigre y Marañón (ACODECOSPAT, FECONACOR, OPIKAFPE y FEDIQUEP, que forman parte de la federación de los Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios, o PUINAMUDT) y el gobierno peruano y pretedía responder a las preocupaciones de la población local sobre los posibles efectos en la salud de la contaminación ambientales relacionados con extracción de petróleo.
«La participación de las organizaciones indígenas en el estudio es uno de sus puntos fuertes y también el gran tamaño de la muestra de diferentes cuencas hidrográficas con características variadas», ha destacado O’Callaghan.
El resultado de los análisis de orina mostró que una proporción considerable de la población infantil y adulta estudiada superaba los niveles de referencia establecidos para mercurio, arsénico y cadmio.
Estas altas concentraciones de metales se asociaron con el agua que consumían y con el agua en la que se bañaban, sobre todo en el caso del mercurio, que puede absorberse por vía dérmica.
«El petróleo crudo puede contener mercurio y otros metales, y se han reportado niveles elevados en el medio ambiente y en organismos acuáticos tanto alrededor de las explotaciones petroleras como en las áreas afectadas por vertidos», según O’Callaghan, que ha destacado que el 25 % de los menores y el 28 % de los adultos presentaron niveles de mercurio superiores al valor de referencia establecido por el Ministerio de Salud del Perú (MINSA).
Además, vieron que la concentración de mercurio aumentaba con la edad entre las personas adultas, y que era mayor entre quienes vivían cerca del río Marañón, donde el consumo de pescado es superior al de otras cuencas fluviales.
Los investigadores han recordado que los niveles de mercurio elevados en el pescado de la cuenca amazónica se han asociado con la contaminación por petróleo y que otros estudios anteriores en la misma región ya sugirieron que la principal vía de exposición al mercurio en la zona es la absorción dérmica del mercurio presente en el agua.
Este estudio ha confirmado que las concentraciones de mercurio son superiores entre los niños y adultos que se bañan en el río en comparación con los que se bañan en pozos, y también superiores entre los adultos que consumían agua de lluvia en comparación con las que bebían agua de fuentes públicas.
El estudio ha revelado que el 48 % de la población infantil y el 23 % de la adulta presentan niveles de arsénico superiores al valor de referencia establecidos por el Ministerio de Salud de Perú, que estas concentraciones disminuyen ligeramente con la edad en los adultos y tendieron a ser más altas entre los niños que bebían agua de pozo e, igual que el mercurio, fueron más altas entre quienes vivían en los alrededores de Marañón.
En cuanto al cadmio, un 2 % de la población infantil y el 13 % de la adulta presentaron niveles urinarios por encima del valor de referencia y son mayores en las mujeres.
Los niveles más altos se observaron en el pueblo Achuar y entre los habitantes de los alrededores de Corrientes y el Tigre, las dos cuencas con mayor actividad petrolera de las cuatro estudiadas.
Los niveles de cadmio elevados también se asocian con la proximidad de hogares o huertas a lugares en los que se había vertido petróleo, aunque los investigadores también han asociado los niveles de cadmio en orina con el haber participado en actividades de limpieza de esos vertidos en los seis meses previos al estudio.
«Detectar niveles altos de metales en una población que vive en un entorno no industrial es preocupante por los efectos a largo plazo que esto puede tener en la salud», ha advertido el investigador del ISGlobal Manolis Kogevinas, que ha pedido «prevenir estas exposiciones, monitorizar regularmente la calidad del agua, suministrar agua potable y garantizar la seguridad alimentaria» para los indígenas que viven en estas cuencas. EFE
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