Portaaviones estadounidense inicia maniobras conjuntas con Corea del Sur

Seúl, 26 sep (EFE).- El portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan inició hoy unas maniobras conjuntas con la marina surcoreana, las primeras de este tipo en cinco años, apenas un día después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico de corto alcance.

El ejercicio, de cuatro días de duración y que se va a desarrollar frente a la costa oriental surcoreana, muestra la «firme voluntad» de ambos países para afinar su preparación para operaciones militares conjuntas, según un comunicado publicado por la marina surcoreana.

Para estas maniobras los dos aliados han movilizado más de 20 embarcaciones, incluyendo al portaaviones y su grupo de ataque y varios buques de peso surcoreanos como los destructores Seoae Ryu Sung-ryong y Munmu El Grande.

Además de cazas F-18, F-15 y F-16 de ambos países y aviones de vigilancia marítima P-3 y P-8, en los ejercicios está tomando también parte el submarino estadounidense de propulsión nuclear USS Annapolis, lo que apunta a que los aliados buscan reforzar su cooperación en guerra submarina en un momento en el que Pionyang ha apostado por desarrollar nuevos sumergibles.

La pasada semana los satélites detectaron posibles preparativos para el estreno de un nuevo submarino norcoreano que aparentemente tiene capacidad para cargar y disparar cuatro misiles balísticos.

Estos ejercicios buscan enviar un mensaje a Corea del Norte, desconectada del diálogo sobre desarme desde que empezó la pandemia y enfrascada en un plan de modernización armamentística.

El despliegue del Ronald Reagan llega después de que la cumbre del pasado mayo entre el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, se saldara con el compromiso de que Washington desplegará activos estratégicos en la península coreana de «manera coordinada y cuando sea necesario» en función de las acciones de Pionyang.

La última vez que el Ronald Reagan, el único portaaviones que EE.UU. tiene desplegado en el extranjero (su puerto base está en Japón), vino a la península para ensayar escenarios operativos con las fuerzas surcoreanas fue en septiembre de 2017, en plena escalada de tensión tras el último ensayo nuclear norcoreano hasta la fecha.

Seúl y Washington buscan ahora enviar un mensaje de fuerza en un momento en que sus servicios de inteligencia dan por hecho que Pionyang está listo desde hace meses para ejecutar la que sería su séptima detonación nuclear subterránea en su centro de pruebas de Punggye-ri (noreste del país). EFE

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