Cuba despide a Francisco sin mencionar su mediación con EEUU y con críticas opositoras
Juan Carlos Espinosa
La Habana, 21 abr (EFE).- Cuba despidió este lunes al papa Francisco, fallecido a los 88 años, sin que el Gobierno mencionara su labor para mediar entre La Habana y Washington y con críticas de la disidencia por considerar que no fue suficientemente «firme» en la defensa de los derechos humanos en la isla.
Francisco dejó una marca en el país caribeño de lo que consideró como el «trabajo muy noble” de la diplomacia vaticana durante sus 12 años de pontificado.
Meses después de ser nombrado cabeza de la iglesia católica, impulsó el acercamiento entre dos enemigos históricos: Cuba y Estados Unidos.
Ese esfuerzo culminó en el anuncio de diciembre de 2014 del restablecimiento de relaciones hecho por los entonces presidentes Barack Obama (EEUU) y Raúl Castro (Cuba).
Sobre este deshielo –después torpedeado por Donald Trump– Francisco afirmó: “Esto ha sido posible gracias a los embajadores y a la diplomacia”.
La diplomacia vaticana, una década después, lograría una nueva interlocución entre los dos países.
A apenas seis días de la salida de la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, EE. UU. sacó a la isla de su lista de patrocinadores del terrorismo -con serias implicaciones comerciales y financieras- y apenas una hora después Cuba anunció la excarcelación de 553 personas “sancionadas por delitos diversos”.
Esta decisión también duró poco y, como ocurrió después del deshielo de Obama, la nueva administración de Donald Trump reintrodujo a La Habana en el listado.
Hasta el momento, el Ejecutivo cubano no ha mencionado nada sobre el trabajo de Francisco para acercar posiciones entre los dos Gobiernos, enemistados desde la Guerra Fría ni para la liberación de presos en la isla.
Aunque la televisión estatal sí dedicó una parte de su cobertura a la intermediación vaticana.
Omisiones y críticas
El Gobierno cubano recordó la «cercanía», el «cariño» y la «labor» en busca de «soluciones a los acuciantes retos» del mundo del papa Francisco.
El presidente, Miguel Díaz-Canel, lamentó «profundamente» en redes sociales la muerte del papa: «Las muestras de afecto y cordial cercanía que transmitió a nuestros compatriotas fueron siempre reciprocadas por los cubanos», dijo.
Por otro lado, la oposición cubana le reprochó al argentino su posición «controversial» con respecto al país caribeño.
El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), una plataforma que aglutina a diversos grupos opositores de la isla, aplaudió su contribución al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington al tiempo en el que criticó que no fuese más «firme» en la defensa de los derechos humanos en la isla y, en especial, de los presos políticos.
«Su implicación y acción positiva para lograr el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y nuestro país fue un hecho reconocido por la mayoría de los cubanos, a pesar de que el Gobierno de la isla desaprovechó la oportunidad abierta», señaló el CTDC.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba optó por una reacción más parecida a la del Gobierno: destacó su compromiso con «los más pobres y vulnerables» y su legado de «misericordia, diálogo y esperanza».
La conferencia episcopal instó a que el «testimonio de fe y entrega» del papa Francisco impulse a los católicos a «seguir construyendo un mundo más justo, solidario y lleno del amor de Dios».
Francisco visitó Cuba una vez: precisamente, en 2015. Una semana antes, el Gobierno cubano anunció el indulto a 3.522 presos comunes como medida de “clemencia”.
En La Habana, el argentino mantuvo un encuentro con el expresidente Fidel Castro (1926-2016), quien le regaló la primera edición del libro ‘Fidel y la religión’, del fraile brasileño y teólogo de la liberación Frei Betto.
Francisco fue visitado en el Vaticano tanto por Raúl Castro, en 2015, como por Miguel Díaz-Canel, en 2023. EFE
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