Ai Weiwei, jurado virtual del Festival de DD HH en Ginebra
El artista disidente chino Ai Weiwei, super estrella en Occidente, pero repudiado en su país, preside a distancia el jurado del Festival del Cine de Derechos Humanos de Ginebra. En entrevista con swissinfo.ch en Pekín, el rebelde asegura que solamente su desaparición lo reducirá al silencio.
En su XI edición, el Festival de Cine de Derechos Humanos (FIFDH, del 1 al 10 de marzo) dirige los proyectores sobre artistas “que están en primera línea para hacer trizas los regímenes autocráticos, las fuerzas del oscurantismo y la injusticia”, en palabras del director del festival, Leo Kaneman. Consagra además una velada a las actuales formas de protesta en China, incluida la del reconocido artista Ai Weiwei.
swissinfo.ch: Gracias a Internet, usted puede presidir el jurado del Festival de Cine de Derechos Humanos de Ginebra (FIFDH), a pesar de la prohibición que tiene de dejar el país. ¿Le han dicho por qué no puede salir todavía de China?
Ai Weiwei: El FIFDH de Ginebra me hizo el honor de invitarme a ser miembro del jurado. Los derechos fundamentales de todos los ciudadanos incluyen la libertad de viajar y comunicarse. Hoy, mis derechos son limitados. Ni la policía ni el gobierno me dieron explicaciones claras cuando estaba encarcelado, estigmatizado y ahora, impedido de desplazarme. Nunca me han dicho claramente la razón.
Pero todos estos obstáculos han tenido un gran impacto en mi vida personal y mi creación, eso me ha obligado a encontrar un nuevo camino.
swissinfo.ch: ¿Cómo siente esta prohibición de viajar?
AWW: Si hubiera podido ir a Ginebra, la comunicación directa con los demás miembros del jurado y los organizadores de todas estas actividades relacionadas con los derechos humanos habría sido, sin duda, una fuente de inspiración para mí.
Por lo tanto, limitar la libertad de un artista tiende a suprimir su influencia y a hacer imposible la comunicación entre el artista y la sociedad. Pero al mismo tiempo, desde un punto de vista más positivo, es un nuevo dilema que me anima a buscar nuevas vías y un nuevo lenguaje para superarlo.
Hijo de un gran poeta repudiado bajo Mao, Ai Weiwei – 55 años – es sin duda el más provocador, el más rebelde, pero también el más famosos artista chino contemporáneo.
Sus creaciones son exhibidas en todo el mundo, en particular en Suiza, donde mantiene una estrecha relación con el ex embajador y coleccionista Uli Sigg.
De 2005 a 2008, concibe con los arquitectos suizos Herzog y De Meuron el ‘Nido de Pájaro’, el famoso estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín, que llamará después a boicotear.
En 2008, Ai Weiwei lanza una campaña en Internet para denunciar el silencio de las autoridades sobre el terremoto de Sichuán y sus decenas de miles de muertos. Expresa su indignación por esas “escuelas hechas de tofu” que se derrumban como un castillo de naipes, porque el dinero para su construcción va a los bolsillos de funcionarios corruptos.
Se hace incómodo para el gobierno y sufre los horrores de la represión: golpizas, prisión, condenas, arresto domiciliario. La profundidad de su tratamiento degradante es inversamente proporcional a su reputación internacional.
Artista entre los más cotizadas del momento, Ai Weiwei se ha convertido también en el símbolo de la resistencia del pueblo chino frente a un poder cada vez más criticado.
swissinfo.ch: El primer ministro chino, Wen Jiabao, declaró recientemente en el Parlamento que China debe intensificar sus esfuerzos para promover la cultura. ¿Usted lo considera así?
AWW: No seguí el discurso del primer ministro Wen porque sus bellas palabras y sus contenidos me cansan enormemente. Creo que nos cuenta las mismas mentiras desde hace 60 años, que repite sin cesar, sin la menor vergüenza.
Toda la política cultural del partido es una negación de la cultura que se opone a la raza humana. Limita fundamentalmente la libertad de expresión de los ciudadanos. Hoy en día, como los jóvenes no tienen la libertad de expresarse y de informarse, no tienen ni pasión ni imaginación.
En una sociedad semejante, ¿cómo podrían generar una energía creativa? ¡Mentiras! Esas son mentiras y todo el mundo lo sabe.
O bien, generan una creatividad infame. China produce hoy lo que llama “realizaciones notables”, que sacrifican la creatividad y la imaginación de la nación. Vivimos en una sociedad esclavista moderna, que sueña con poder y riqueza, al tiempo que niega la idea de civilización espiritual.
swissinfo.ch: Sin embargo, el nuevo hombre fuerte de China – Xi Jinping- muestra una voluntad de cambio bien visible. ¿Real o falso?
AWW: Cualquier observador racional que mire a la China de hoy concluirá rápidamente que bajo este régimen, a menos que haya un auténtico deseo de cambio, todas las pretendidas reformas seguirán siendo imposibles.
No importa quién llegue al poder, será siempre así, porque los dirigentes son siempre los productos del sistema y no van a hacer nada que esté en contra de los propios principios o la ética de ese sistema.
Así que toda esperanza terminará por estallar como una burbuja de jabón.
swissinfo.ch: Algunos sostienen que sin una reforma política sustancial, el Partido Comunista de China podría colapsar en cinco años.
AWW: Ningún partido, ningún régimen que viola los valores fundamentales de los seres humanos debería existir, debería desaparecer y no dentro, sino antes de cinco años. Pero la situación china sorprende regularmente a todos.
Cuando un régimen no goza de un poder legítimo, cuando hace pagar a su territorio ya sus ciudadanos el costo de mantener el control, ¿cómo podría ser renovado el país? Es un asunto inquietante. Es cierto que no vemos ningún término. Pero sentimos constantemente que eso (el colapso del partido) podría suceder en cualquier momento. Ahí estamos ahora.
swissinfo.ch: Cuando diseñaba el Estadio Olímpico de Pekín, usted era aclamado y admirando en China. Luego se hizo cada vez más crítico, provocador, y comenzaron los problemas. ¿No teme por su seguridad?
AWW: Como arquitecto, nunca he recibido ningún tipo de protección. Fueron los arquitectos suizos Herzog y De Meuron los que me invitaron a participar en el diseño del ‘Nido de Pájaro’ (el estadio olímpico de Pekín). China nunca invita a particulares a participar en los proyectos de Estado.
Además, nunca hago una provocación deliberada. Me limito a plantear preguntas sencillas. Por ejemplo, si pierdo mi gato, voy a preguntar a dónde fue. Igualmente, cuando tantas personas murieron durante el terremoto (2008 Sichuán). Pregunté ¿a dónde fueron todos esos niños muertos? ¿Por qué se derrumbaron sus escuelas? ¿Por qué estaban tan mal construidas?
Creo que todos deberían hacer preguntas. No hacerlo, es correr el riesgo de desastres.
En cuanto a si tendré más problemas, puedo tranquilizar a todo el mundo: ¡no!, puesto que mis problemas son ya suficientemente pesados. Pienso que lo peor que puede pasarme es que desaparezca. Sin embargo, sería un mal menor, porque nunca he existido realmente en este bajo mundo. Es solamente una coincidencia que me encuentre aquí ahora.
Traducción, Marcela Águila Rubín
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