Anthony Hopkins seduce Locarno
La presencia el pasado viernes del célebre actor, esta vez en calidad de director, fue uno de los momentos culminantes de la 60ª edición del Festival de Cine de Locarno.
Con su película ‘Slipstream’, que compite en la sección internacional, Anthony Hopkins presenta una obra virtuosa, de carácter experimental y un toque de ironía.
El ministro suizo de Cultura, Pascal Couchepin concluía su conferencia de prensa el viernes (03.08.) coincidiendo con la llegada de Anthony Hopkins, su esposa Stella Arroyave y el magistral actor Christian Slater. Los periodistas presentes rompieron en aplausos y los flashes de las cámaras se dispararon.
El actor galés, nacionalizado americano, y el ministro valesano intercambiaron algunas frases antes de que el cineasta se sumara a sus colegas en el palco, acaparando la atención general. Pascal Couchepin se retiraba casi desapercibido.
Anthony Hopkins y sus colaboradores dieron este año ese toque de ‘glamour’ propio a todos los festivales, al que Locarno, sin embargo, no atribuye demasiada importancia. Acudió a la soleada ciudad tesinesa en calidad de director.
«Nos invitaron también el de Roma y otros festivales», explicó Stella Arroyave, productora de la película. «Entre todos hemos elegido Locarno por su espíritu independiente».
‘Slipstream’, presentada en estreno internacional, es un ejemplo típico del cine independiente (americano) tanto por su formato como por su contenido. En nuestra opinión, el resultado es excelente.
El filme cuenta la historia de un guionista al borde de la locura. En pleno proceso creativo, en el que sueños y realidad se sobreponen, su cerebro le juega una mala pasada, mientras escribe la trama de un filme policíaco.
El cerebro de Hopkins
Si ‘Slipstream’ es una película de acción y una sátira sobre la industria cinematográfica de hoy, llena de humor (John Turturro encarna a un productor histérico), también es un reflejo de cómo funciona el cerebro de Anthony Hopkins.
«Mi esposa me sugirió que hiciera una película», declaró el artista. «Y me dije que si fracasaba no terminaría tras las rejas. Así que decidí lanzarme a esta aventura. Y las escenas se fueron sucediendo. (…) El filme nació así, como un flujo del subconsciente».
«En realidad, quería hacer algo experimental. (…) Mi principal objetivo era desestabilizar a la gente, enloquecerla. Soy un rebelde».
Hopkins no quería rodar un filme convencional, sino un filme sobre la naturaleza de la vida, «que como todo lo demás no es sino una ilusión. (…) La cinta es una metáfora de la vida, se nace y se muere. Y lo que hay en este intermedio, se llama existencia».
Sensación de libertad
Anthony Hopkins echó mano de sus ahorros y recurrió a fondos privados para financiar ‘Slipstream’. Un único productor que aceptó embarcarse en esta aventura. Los demás exigían llevar la voz cantante.
«Los productores tienden a apropiarse de las películas. Y yo no quería que eso ocurriera», señaló Hopkins. «Así que me armé de valor, lo cual proporciona una inmensa sensación de libertad».
En el reparto figura Christian Slater. El actor asegura que se sintió inmediatamente seducido por el guión: «Estaba encantado con mi papel, en el que se me acordó una enorme libertad para experimentar y divertirme. Pude dar rienda suelta a mi creatividad», dijo.
Interpretar, dirigir, ¿cuáles son las diferencias? «No sabría decir con certeza», respondió Hopkins a swissinfo. «Simplemente sentí mucho placer al vivir esta experiencia. No suelo categorizar las cosas. Interpretar es otra cosa. A veces me preguntan cómo hago para actuar. No lo sé. Sencillamente lo hago.»
swissinfo, Pierre-François Besson, Locarno
(Traducción y adaptación del francés: Belén Couceiro)
Nacido en 1937 en País de Gales, Anthony Hopkins estudió arte dramático y actuó en varias compañías de teatro antes de incorporarse al célebre National Theatre de Londres, por invitación de Laurence Olivier.
Su primer filme televisión ‘A flea in her ear’ se remonta a 1967.
Logra sus primeros éxitos cinematográficos en dos filmes importantes, ‘A bridge too far, de Richard Attenborough, y ‘Audrey rose’, de Robert Mise.
En su carrera destacan cintas como ‘The Elephant Man’, de David Lynch (1980), ‘Desperate hours’, de Michael Cimino (1990) o ‘El silencio de los corderos’, por el que recibió el Oscar al mejor actor.
Asimismo Anthony Hopkins encarnó papeles inolvidables en dos películas de James Ivory: ‘Howard’s End’ (1992) y ‘The remains of the day’ (1993).
Antes de ‘Slipstream’ dirigió ‘Dylan Thomas: return journey’ (1990) y ‘August’ (1996).
La 60ª edición del Festival Internacional del Cine de Locarno se celebra del 1 al 11 de agosto.
80 filmes en las principales secciones sobre un total de 160 largometrajes
Otros tantos estrenos internacionales, de los cuales una veintena son óperas primas.
Cerca de 30 país representados en Locarno
19 películas en concurso en la sección internacional, entre ellas el filme tesinés ‘Fuori dalle corde’, de Fulvio Bernasconi.
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