Berlín: arquitecta suiza la quiere capital ecológica

Regula Lüscher, directora de desarrollo urbano de Berlín.

Regula Lüscher, una destacada arquitecta suiza nacida en Basilea hace 45 años, es desde el 1 de marzo pasado la nueva directora de ordenamiento urbano de Berlín.

«Me alegro enormemente de estar en la capital arquitectónica de Europa, este es un trabajo de ensueño», dice a swissinfo quien fue subdirectora de ordenamiento urbano de Zúrich.

La experta en desarrollo urbano ha sido recibida «muy cordialmente, con gran interés y curiosidad» por las autoridades de Berlín, según sus propias declaraciones.

«Creo que buscan personas del exterior que pongan su mirada en esta ciudad. Berlín estuvo durante mucho tiempo ocupada consigo misma y ahora ha agudizado su mirada hacia el exterior», subraya la arquitecta.

Perspectivas en Berlín

Lüscher trae de Zúrich, donde trabajó también en importantes estudios de arquitectos, «quizás otra cultura de la comunicación, otra cultura administrativa, posiblemente un espíritu algo más emprendedor del que hay aquí, y principalmente una gran apertura».

«Berlín tiene un potencial enorme para desarrollarse durante los próximos decenios y puede convertirse en una ciudad ecológica», afirmó la arquitecta tras instalarse en el distrito de Wilmersdorf, rodeado de bosques y lagos, en la capital alemana.

Ciudad ecológica europea

La ciudad «tiene muchos terrenos baldíos y posibilidades de futuro increíbles. Berlín puede convertirse en una ciudad ecológica. Es una ciudad que tiene todavía áreas libres; una ciudad que tiene un área natural muy hermoso, que tiene agua (dos ríos, varios lagos y canales navegables) y un potencial gigantesco, un enorme futuro, porque todavía no está definitivamente desarrollada», a diferencia de muchas otras grandes ciudades europeas que están muy densamente pobladas.

La capital alemana «debería crecer internamente y no expandirse a las regiones que la rodean, densificarse adentro en algunas áreas, con la construcción de edificios altos, pero sin perder su carácter peculiar y preservando sus áreas naturales», considera la nueva directora de desarrollo urbano de Berlín.

Los planes inmediatos

La arquitecta ha heredado de su antecesor varios proyectos importantes que renovarán el perfil de la ciudad en los próximos años y a los que ya ha comenzado a abocarse.

A mediano plazo deberá quedar listo el Humboldt Forum, que se construirá en lo que fuera el antiguo Palacio Real de Berlín (donde estuviera el Palacio de la República, la sede del parlamento, durante el régimen comunista de la República Democrática Alemana) para albergar centros científicos y culturales (entre ellos el célebre Museo Antropológico).

Rascacielos y otros planes

En la Alexander-Platz, en el este de la ciudad, Lüscher continuará los proyectos de construcción de torres y rascacielos en esa amplísima área. En la zona City-West (en el distrito de Charlottenburgo) en torno a la estación ferroviaria Bahnhof-Zoo (cerca del Zoológico) planea revitalizar sus zonas residenciales y comerciales, entre otros proyectos, con la construcción de una rueda gigante.

Otros planes son el del reciclado del histórico aeropuerto de Tempelhof para convertirlo en una zona comercial y cultural; y la construcción de edificios habitacionales, hoteles y centros comerciales en el denominado Humboldt-Hafen (Puerto de Humboldt) en torno a la Estación Central (Hauptbahnhof), recientemente inaugurada.

Gran potencial

Este último proyecto, «en el mismo centro de la ciudad (a dos pasos del parlamento, el Reichstag, de la sede de la cancillería alemana y de la embajada de Suiza en Berlín), tiene un enorme potencial y permitirá a la ciudad crecer hacia adentro y no extenderse hacia la región de Brandemburgo) que la rodea».

«Sí. Hay muchas, muchas cosas. Berlín tiene un gran futuro ante sí», dice Lüscher, sin ocultar su entusiasmo ante el enorme trabajo que la espera en los próximos años. «Una de las cosas que más me asombran de esta ciudad es que hay muchas zonas residenciales, incluso en el centro, donde se puede vivir de forma muy recoleta, con una tranquilidad increíble, pese a ser Berlín tan grande y estar tan poblado», con casi 4 millones de habitantes.

El transporte y el medioambiente

«Berlin tiene una amplia red de transporte público, con metro, tren rápido y autobuses» que comenzó a construirse a finales del siglo XIX y pensando en un moderno futuro para la capital alemana, agregó la arquitecta.

«El tren rápido (S-Bahn) es muy característico de la ciudad. La capital tiene también calles grandes y anchas, por lo que es una ciudad adaptada asimismo al tránsito de automóviles. Con estas premisas, con esta red de transporte público, Berlín tiene la posibilidad de convertirse en una ciudad ecológica».

Suiza y los acuerdos con la UE

La venida de Lüscher a Berlín ha sido posible gracias a los acuerdos que mantiene Suiza con Alemania y con la Unión Europea (UE) y que permiten la integración de suizos en los países europeos con los mismos derechos que otros ciudadanos del bloque.

Sin embargo, «este hecho de que Suiza mantiene acuerdos bilaterales con Alemania y otros países europeos es absolutamente desconocido entre la población, e incluso dentro de la propia administración», afirma Regula Lüscher.

«Siempre tengo que aclarar que como suiza, a pesar de que no estamos en la UE, debería estar equiparada (con los mismos derechos y obligaciones de los demás ciudadanos europeos), gracias a estos acuerdos», señala.

Una exótica

«Esto es así en los papeles. Pero psicológicamente no estoy totalmente igualada» con los demás ciudadanos europeos. «Y eso lo noto. No es que me lo refrieguen diariamente en las narices. Pero aquí soy una exótica. Me doy cuenta un poco de que no es bien visto desde afuera el hecho de que no estemos (los suizos) en la UE. Es decir, soy un miembro de la UE muy finamente desterrada. Sí. Esta es mi impresión. Y pienso que esto no ayuda mucho al entendimiento».

«Creo que si alguien quiere que en la opinión popular se le considere como parte de esa Europa, entonces es importante ser miembro de esta Unión Europea. Así se lo percibe y se lo transmite a uno», al menos en Alemania, según la arquitecta suiza Regula Lüscher.

Juan Carlos Tellechea, Berlín

Contexto

Regula Lüscher, nacida en 1961 en Basilea y formada en la Escuela Técnica Superior de la Confederación Helvética de Zúrich (Eidgenössische Technische Hochschule).

Entre 1981 y 1986,dirigió durante 10 años con el arquitecto Patrick Gmür el estudio de arquitectos Gmür Architekten AG, antes de ser subdirectora de ordenamiento urbano de Zúrich.

Desde 1998, Lüscher ha ejercido la docencia en diversas facultades de arquitectura. Como urbanista, la arquitecta cooperó muy estrechamente con diferentes grupos de interés y trabajó con especial ahínco en el desarrollo y transformación de diversas áreas urbanas, como fue el caso del distrito oeste de Zúrich.

Regula Lüscher involucra en sus proyectos de planificación urbana a los propietarios de terrenos y edificios. «Creo que las prohibiciones no sirven para nada», afirma la arquitecta, quien asumió la dirección de ordenamiento urbano de Berlín el pasado 1 de marzo.