Carlos Pellegrini, el ‘suizo’ que gobernó Argentina
El 17 de julio se cumplieron 100 años de la muerte de Carlos Pellegrini, el primer Presidente de origen suizo en la Argentina.
Hoy es recordado como el «piloto de tormentas» que tuvo la difícil misión de sacar al país de una de sus crisis más profundas y promotor del industrialismo nacional.
Corría el año 1890 cuando a Carlos Pellegrini, siendo vicepresidente de la Nación, le tocó asumir la Presidencia hasta 1892, tras la renuncia de Miguel Juárez Celman, cuya autoridad se había visto minada por la crisis económica que precipitó la llamada «revolución del 90».
Mucho se ha hablado en estos días de Carlos Pellegrini y todos los argentinos conocen la obra de este prócer admirado por su trayectoria, pero pocos saben de su origen tesinés.
Es que en la Argentina del siglo XIX no existía todavía una noción acabada de Suiza, y ante las olas inmigratorias que arribaban al país, la identificación era a partir de la lengua, y a los ciudadanos helvéticos que llegaban se los confundía con alemanes, franceses o italianos, según el cantón de donde provenían.
El origen tesinés de Pellegrini
El suizo argentino Marcelo Martin, cónsul helvético en la ciudad argentina de Rosario, y uno de los mayores conocedores de las raíces de Carlos Pellegrini, conversó con swissinfo sobre los orígenes helvéticos del ex Presidente, y explicó los motivos que llevan a muchos a la confusión sobre su ascendencia.
«Para localizar las raíces de su familia, debemos remontarnos a su abuelo, Bernardo Bartolomeo Pellegrini, nacido en 1751 en Croglio, cantón del Tesino (Suiza), una localidad cercana a Ponte Tresa, y fallecido en Chambéry, en la región de Saboya, en 1818, donde se había radicado en el último cuarto del siglo XVIII», relata Martin y prosigue:
«Bernardo Pellegrini se casó con una saboyarda y tuvieron ocho hijos, todos los cuales, conforme a la transmisión de la nacionalidad por el derecho de la sangre que rige en la legislación europea, conservaron la ciudadanía suiza.»
«El menor de esos hijos y padre del ex Presidente, Carlos Enrique, nació en Chambéry en el año 1800, cursó sus estudios secundarios en Chambéry y los universitarios en Turín, pero habiéndose involucrado en el movimiento liberal de 1821 debió abandonar el Piemonte y finalizar sus estudios en París, donde se graduó de ingeniero en el año 1825.»
A la hora de explicar la confusión que se genera respecto de su origen, el cónsul sostiene que es comprensible:
«Hay que tener en cuenta que Carlos Enrique Pellegrini nació en Chambéry, estudió en Turín y se graduó en París. Para quienes están acostumbrados al «just solis» (principio de territorio), es un poco complicado entender porqué el padre del ex Presidente era ciudadano suizo»
La llegada de los Pellegrini a la Argentina
El padre del ex Presidente, Carlos Enrique, llegó a Buenos Aires en 1828, motivado por un contrato de trabajo firmado con el gobierno de Bernardino Rivadavia. Pero no se trataba de una convocatoria directa a su persona, sino a su hermano, según cuenta Martin:
«Otro hijo de Bernardo Pellegrini fue Juan Claudio -que realizó sus estudios en la Escuela Politécnica de París-, a quien se dirigió el gobierno argentino en el año 1826 ofreciéndole un contrato para trabajar en Buenos Aires.»
«Como él no aceptó, le delegó el trabajo a su hermano menor, Carlos Enrique, quien viajó en 1828. La situación en Argentina estaba convulsionada, y a su llegada debió desembarcar en Montevideo porque el puerto de Buenos Aires se encontraba bloqueado. El gobierno de Rivadavia había caído para entonces y el joven Pellegrini se encontró imposibilitado de desarrollar los proyectos que había preparado.»
Por fortuna, el padre de quien se convertiría en Presidente tenía una marcada vocación por el arte, y dotes de buen pintor. Desempleado, se dedicó a dibujar las calles de la ciudad, escenas camperas y retratos de damas y caballeros de la alta sociedad, y poco a poco se fue transformando en un éxito.
Entre 1830 y 1835 pintó cerca de 500 retratos, algunos de ellos verdaderas obras de arte que se conservan actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Además, entre sus obras de ingeniería se destacaría el primer Teatro Colón, construido en la esquina de la Plaza de Mayo donde actualmente se encuentra el Banco de la Nación y diseñó los planos para dotar de agua corriente a la ciudad de Buenos Aires.
Estirpe política
También fue un pionero de los industriales argentinos y en 1853 editó la ‘Revista del Plata’, constituyéndose como una de los primeros difusores del ideal de industrialización y del progreso económico argentino, cualidad que recogería su hijo, al convertirse en Presidente de la República.
Carlos Enrique Pellegrini falleció en 1875 dejando con su esposa María Bevans Bright (con quien se había casado en 1840) cinco hijos, quienes mantuvieron por derecho propio la ciudadanía suiza.
Marcelo Martín destaca los vástagos del matrimonio Pellegrini-Bevans que participaron de la vida política en Argentina:
«Dos de sus tres hijos varones tuvieron protagonismo político: Ernesto, que fue abogado, diplomático, diputado nacional, concejal de la Ciudad de Buenos Aires y miembro de la Comisión del Centenario de 1910; y Carlos, que se convirtió en Presidente de la República. Con estos dos miembros de la familia que no tuvieron descendencia, se extinguió el apellido suizo de los Pellegrini de Croglio en el país»
«Julia, una de las dos hijas mujeres, se casó con Martin Meyer, con quien tuvo a Carlos Meyer Pellegrini, quien fue Interventor de la Provincia de Buenos Aires.»
Nace el futuro Presidente
Carlos Pellegrini nació en Buenos Aires el 11 de octubre de 1846, cuando la Argentina se encontraba bajo el gobierno de Juan Manuel Rosas, un caudillo político que se mantuvo largo tiempo en el poder.
Enriquecido por un entorno familiar muy europeo (su madre tenía ascendencia inglesa), como muchos otros hombres públicos, hizo la escuela secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires, de donde egresó en 1862, para entrar al año siguiente a la Facultad de Derecho.
En el Colegio Nacional, sus compañeros le llamaban «el gringo» por su ascendencia europea, mote que conserva hasta nuestros días.
Pero por esos años, apenas empezaba la prolífica vida del hombre que sería recordado, un siglo más tarde de su desaparición, como el «piloto de tormentas» argentino.
La deuda pendiente
A cien años de su muerte, Argentina honra la figura de Carlos Pellegrini, el primer presidente de origen suizo que tuvo el país.
Avenidas, calles, clubes, pueblos, municipios y hasta una estación de subte llevan su nombre. Colegios y monumentos también se han levantado en su memoria.
Quizás la deuda pendiente con este prócer argentino sea rescatar del olvido su origen tesinés, del que los suizos pueden sentirse muy orgullosos.
Continúa en MÁS SOBRE EL TEMA con ‘Tomás Vallée, tras los pasos de los Pellegrini’, ‘Carlos Pellegrini, «piloto de tormentas» y ‘El múltiple legado de Carlos Pellegrini’
swissinfo, Norma Domínguez en Buenos Aires
Carlos Pellegrini (1846-1906) fue Presidente de la República Argentina en el período 1890-1892.
Era nieto de Bernardo Bartolomeo Pellegrini, nacido en 1751 en Croglio, cantón Tesino (Suiza).
Su padre, el ingeniero y artista Carlos Enrique Pellegrini (1818-1875), suizo por derecho de sangre, había nacido en Saboya y llegó a la Argentina en 1828.
Ernesto Pellegrini, hermano del ex Presidente, fue abogado, diplomático, diputado nacional, concejal de la Ciudad de Buenos Aires y miembro de la Comisión del Centenario de 1910.
Julia Pellegrini, otra hermana del ex Presidente, se casó con Martino Meyer, con quien tuvo a Carlos Meyer Pellegrini, quien fue Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Carlos Pellegrini fundó el Jockey Club, la Escuela Superior de Comercio ‘Carlos Pellegrini’, el Banco de la Nación Argentina, la Caja de Conversión, el Club Industrial y el diario ‘El País’.
Se graduó en Derecho en la Universidad de Buenos Aires con su tesis sobre «El derecho electoral», en la que criticaba el sistema vigente y proponía una campaña de educación cívica.
Fue promotor del industrialismo y de la reforma electoral, y promovió la participación de la mujer en la vida política.
Participó como voluntario en el Ejército durante la Guerra del Paraguay, fue concejal de la Legislatura de Buenos Aires, Diputado nacional, ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, ministro de Guerra y Marina y Vicepresidente de la República.
Se convirtió en Presidente de la República el 6 de agosto de 1846 tras la renuncia de Juárez Celman. Por la forma en que pudo sacar al país de la crisis con que lo recibió, recibió el mote de «piloto de tormentas». También le decían ‘el gringo’ por su origen europeo.
Avenidas, calles, clubes, pueblos, municipios, colegios y monumentos lo honran con su nombre.
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