La segunda parte de una extraordinaria exposición de arte robado bajo el régimen nazi abrió sus puertas el jueves (19.04) en el ‘Kunstmuseum’ de Berna. Incluye obras maestras de una colección descubierta casualmente durante una irrupción de las autoridades fiscales alemanas en la casa de Múnich de Cornelius Gurlitt, el hijo solitario de un comerciante de arte en tiempos del Tercer Reich.
Este contenido fue publicado en
3 minutos
Periodista multimedia británica que se trasladó a Suiza en 2010. Jo ha trabajado en televisión, radio y online. Dirige un equipo formado por periodistas de vídeo, editores de imágenes, un diseñador gráfico, un periodista de datos y un community developer; está especializada en redes sociales. Abreviatura: jf
“‘Las expoliaciones nazis y sus consecuencias’ da cuenta del pillaje de bienes judíos por los nazis, lo sitúa en su contexto histórico y esclarece el papel de los mercaderes de arte y de los museos”, reza el descriptivo de esta segunda parte de la exposición, abierta hasta el 15.07.18 en el ‘Kunstmuseum’Enlace externo (Museo de Bellas Artes) de Berna.
La primera, ‘Arte degenerado’, exhibió piezas que también fueron confiscadas bajo el nazismo.
El inestimable tesoro de miles de piezas fue descubierto por las autoridades fiscales en el pequeño piso de Gurlitt en Múnich en 2012. Gurlitt había heredado la colección de su padre y vivía de la venta de sus piezas.
Este contenido fue publicado en
He aquí algunas de las piezas exhibidas por el ‘Kunstmuseum’ de Berna en el marco de la exposición ‘Las expoliaciones nazis y sus consecuencias’, del 19.04 al 15.07.18. Las imágenes fueron captadas durante el montaje de la muestra.
La exposición se dividió en dos partes y abrió sus puertas al público en dos ciudades: Berna y Bonn.
El año pasado, el ‘Kunstmuseum’ de la capital helvética exhibió piezas etiquetadas por el régimen nazi como “arte degenerado”, mientras Bonn expuso ‘El robo de arte nazi y sus consecuencias’. Ahora las ciudades intercambiaron sus exposiciones.
Esta segunda parte de la exposición analiza el papel desempeñado por Hildebrand Gurlitt, el padre de Cornelius.
A pesar de ser judío por parte de su madre, este último se convirtió en un comerciante de arte para los nazis, y hasta recibió el encargo de adquirir piezas para el ‘Führermuseum’ de Hitler (un proyectado museo de arte que nunca llegó a construirse).
Las piezas de la colección fueron compradas a familias judías por cantidades inferiores a su valor estimado o adquiridas bajo coacción.
El ‘Kunstmuseum’ de Berna explicó que entre las 130 obras de arte que constituyen la segunda parte de la muestra, se encuentran aquellas “bajo sospecha de expropiación ilegal” cuya pertenencia está en proceso de elucidación y que se encuentran bajo la responsabilidad de las autoridades alemanas. Integran la muestra en calidad de “préstamos”, así como las piezas ya restituidas a sus legítimos dueños, quienes también las prestaron para la exposición.
Los artistas presentados incluyen a Claude Monet, Auguste Rodin y Otto Dix.
¿Qué hay en la colección?
La colección Gurlitt está constituida por 1 557 obras que incluyen pinturas, esculturas, grabados y dibujos de artistas como Henri Matisse, Max Liebermann, Pablo Picasso, Marc Chagall, Otto Dix y Edgar Degas.
Según el Museo de Bellas Artes de Berna, seis de las piezas son arte saqueado, cuatro han sido restituidas hasta la fecha, y hasta el 18 de abril de 2018 había 61 casos bajo sospecha.
¿Cómo evitar que la IA sea monopolizada por países y empresas poderosas?
La IA tiene el potencial de resolver muchos de los problemas del mundo en general. Sin embargo, los países más ricos y las empresas tecnológicas pueden intentar acaparar estos beneficios.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.
Leer más
Mostrar más
Abierta la muestra con obras de la colección Gurlitt
Este contenido fue publicado en
Cuando en 2010 Cornelius Gurlitt – hijo de Hildebrand Gurlitt, uno de los cuatro comerciantes de arte de Hitler- fue descubierto transportando 9.000 euros (CHF10.473) en efectivo por los funcionarios de aduanas alemanes en un tren que iba de Zúrich a Múnich, nadie podía haberse imaginado los giros que esta historia tomaría. La cantidad estaba…
Este contenido fue publicado en
En aras de la transparencia, el Museo de Arte de Berna ha publicado una primera lista de las obras que integran la controvertida colección Gurlitt. La recopilación ofrece una imagen inesperada de lo que representa este tesoro artístico.
Para quienes esperaban la identificación de las miles de obras escondidas por un valor superior a los 1 000 millones de dólares, la publicación tardía de la lista puede resultar decepcionante. El inventario incluye obras de Rembrandt, Renoir, Chagall, Picasso, Monet y Toulouse-Lautrec, pero muchas de ellas en papel. La colección contiene también un número importante de litografías, grabados y carteles.
En contrapartida, la lista es profundamente reveladora con respecto a los motivos y las habilidades técnicas que permitieron a Hildebrand Gurlitt constituir esta colección. Las obras reunidas por este célebre negociante de arte nazi fueron escondidas durante años por su hijo Cornelius. Su existencia salió a la luz de forma accidental en 2012, cuando Cornelius murió y en su testamento designó como único heredero al museo de Berna.
Familia Gurlitt
Cornelius Gurlitt nació en Hamburgo el 28 de diciembre de 1932. Es hijo de Hildebrand Gurlitt (1895-1956), uno de los cuatro comerciantes oficiales de arte de los nazis, y de la bailarina Helene Gurlitt.
La hermana de Hildebrand, Cornelia (1890-1919) era artista.
El abuelo de Cornelius, con el mismo nombre de pila (1850-1938), era arquitecto e historiador del arte.
Su bisabuelo, Heinrich Louis Theodor Gurlitt (1812-1897), conocido como Louis, era un paisajista de origen germano-danés cuyo hermano –Cornelius (1820-1901)- era compositor.
Al tratar de ultimar las averiguaciones sobre la procedencia de las obras antes de revelar información sobre las mismas, las autoridades alemanas quizás ralentizaron las investigaciones sobre este proyecto y contribuyeron a ampliar su valor.
Dado que la lista se presentó en formato PDF, en vez de publicarla en una base de datos, es muy probable que haya más sorpresas una vez que se estudien detenidamente las obras.
Por ahora, una de las principales sorpresas es el gran número de obras de alemanes expresionistas y de pintores del movimiento ‘nueva objetividad’ (Neue Sachlichkeit), que el Tercer Reich consideraba como “degenerados”. Sin embargo, resulta improbable que todas estas piezas hayan sido adquiridas por una sola persona, por lo que surge la duda de si Gurlitt realmente operaba solo.
Listas de Múnich y Salzburgo
Tras la publicación de la lista, swissinfo.ch contactó de inmediato al museo para aclarar un comentario previo de la pinacoteca: “El Kunstmuseum de Berna no se hace responsable del grado de exhaustividad de las listas”.
Esto se debe en gran medida a que la información sobre la colección Gurlitt ha fluido fragmentada. La primera parte comprende todas las obras encontradas en el piso de Cornelius Gurlitt en Múnich, información que fue compilada por un grupo de expertos alemanes.
Sobre estos hallazgos, la portavoz del Museo de Arte de Berna, Ruth Gilgen, admitió que es un primer inventario que apenas sirve como punto de partida para una investigación mucho más amplia sobre la procedencia de las obras. Un compromiso que Berna también asume como propio.
Al preguntarle si la lista de Múnich está completa, Gilgen respondió que solo el grupo de expertos alemanes puede responder a esta cuestión.
El portavoz del citado grupo, Matthias Henkel, refirió que es muy complicado contestar esta pregunta, por lo que prefirió citar datos estadísticos. El hallazgo de Múnich contenía 1.278 piezas, incluidas las 34 obras que incorporaron a posteriori al registro inicial, pero sin las piezas que se encontraron posteriormente en la casa de Gurlitt en Salzburgo.
En enero de 2014, se agregaron 499 obras identificadas como potencialmente expoliadas, a la base de datos de ‘Arte Perdido’.
Un dato que podría cambiar ya que la colección íntegra se halla distribuida en tres partes. La primera está conformada por las 499 piezas citadas. La segunda comprende 477 obras de ‘arte degenerado’ –arte moderno detestado por Hitler, quien intentó eliminarlo por completo de Alemania–, pero hay al menos 30 que supuestamente fueron compradas por museos antes de 1933, por lo que “no pueden considerarse arte expoliado”. Y la tercera pertenece a la familia Gurlitt.
Henkel destacó, además, que la presencia de numerosos grabados y litografías complica aún más las cosas, ya que estas raramente incluyen el número de edición. Y esto hace virtualmente imposible determinar en qué museo se compró, consiguió o confiscó una obra determinada.
El experto alemán no mencionó la posibilidad que se trate de obras compradas directamente a los artistas, pero bajo coacción.
En febrero de 2014, dos años después de descubrir este tesoro artístico en Múnich y solo tres meses después de su divulgación pública, se han encontrado nuevas obras en la residencia austriaca de Cornelius Gurlitt.
La lista de este segundo hallazgo ha sido compilada por el museo suizo, pero también en este caso no contiene información útil para los supuestos legítimos propietarios que quisieran reclamarlas. Carece de indicaciones de procedencia y de índice alfabético.
Hombre de familia
Pero bajo la superficie de las dos listas hay tres retratos del mismo hombre. Muchas de las obras de la colección son un legado artístico de la familia. Sorprendentes son las 150 obras que pintó Heinrich Louis Thedor Gurlitt, el abuelo germano-danés de Hildebrand.
Además de los libros que reunieron otros familiares (ver recuadro), la colección incluye 120 obras de Cornelia Gurlitt, la hermana de Hildebrand que se suicidó en 1919 a los 29 años. De hecho, las piezas de la familia representan una quinta parte de la colección total de Cornelius Gurlitt.
Enviado por Hitler
Tanto la lista de Múnich como la de Salzburgo revelan la obsesión de un hombre que aceptó una misión singular. Hitler, un artista mediocre, quería crear el ‘museo de los museos’ en Linz, la ciudad donde pasó su niñez y juventud. Y Hildebrand se encargó de proporcionarle las obras necesarias para ello.
De ahí que falten muy pocas de las grandes figuras del arte europeo en la complicación de Gurlitt, que incluye tanto a exponentes del siglo XV, como Durero y Cranach, como a Rembrandt, Delacroix y Fragonard de los siglos XVII y XVIII.
En cambio, es difícil determinar si los innumerables trabajos de finales del siglo XIX de Rodin, Manet, Monet, Renoir, Maillol y Pissarro estaban destinados al abortado museo de Hitler. Posiblemente eran demasiado modernos para el gusto del ‘Führer’.
Cabe señalar que aunque la lista es impresionante, la mayoría de los trabajos de estos autores que figuran en la colección Gurlitt son probablemente obras menores.
Maravillas inesperadas
La parte más inquietante de la colección es la lista de “artistas degenerados” del siglo XX cuyas vidas fueron destruidas por la valoración que Hitler tenía de sus obras. Muchos de estos creadores se vieron obligados a huir de Alemania para salvar su vida. Hacerse con sus obras fue tarea fácil para Gurlitt.
La colección reúne un número sospechosamente alto de obras de Georg Grosz (más de 30), quien huyó a Estados Unidos en 1933; de Karl Schmidt-Rotluff (más de 25, incluidas varias acuarelas de gran belleza), expulsado del gremio de los artistas y a quien los nazis prohibieron seguir pintando. Rich Heckel (más de 40 obras), cuya producción entera fue confiscada a museos alemanes y sus grabados en madera e impresiones fueron destruidos. Y también el pronazi Emil Nolde (más de 34 obras) quien pese apoyar al régimen fue declarado ‘persona non grata’.
Entre las maravillas inesperadas de la colección está el redescubrimiento de artistas como Heinrich Campendonk (más de 28 obras), quien escapó a Ámsterdam; o Rolf Grossman (más de 84), quien desapareció durante la Segunda Guerra Mundial. O el tardío reconocimiento a Max Liebermann (más de 60 obras), cuya pieza ‘Dos jinetes en la playa” pronto será restituida a su legítima propietaria, la familia Friedman.
La investigación y sus conclusiones sobre la procedencia de la colección determinarán las condiciones en las que se obtuvieron las obras. Sin embargo, el hecho de que Gurlitt las ocultara después de la guerra podría ser un indicio de que actúo en función de sus intereses personales y no para preservar las obras de un destino fatal.
Para el Museo de Berna, esta compleja tarea es también un desafío que parece recibir con agrado. Hace poco recibió un donativo anónimo por 1 millón de francos (1,04 millones de dólares) que ayudará a la pinacoteca a llevar esta tarea a buen puerto.
Este contenido fue publicado en
Estaba previsto que el 26 de noviembre, el museo de Berna anunciara su decisión de aceptar o no el legado; sin embargo, se informó luego que el anuncio se produciría dos días antes y fuera de Suiza. Hay versiones de que Berna aceptará la colección, pero que la dejará en Alemania para permitir que las…
Este contenido fue publicado en
Nuevos Maestros trazará la ruta que llevó a la colección del Museo de Arte de Berna a pinturas de artistas como Franz Marc, Ernst Ludwig Kirchner, Paul Klee y Otto Dix. De 525 obras de arte adquiridas por el museo desde 1933 y producidas antes de 1945, existen lagunas en la historia de la propiedad…
Este contenido fue publicado en
El Tribunal de Apelaciones de Múnich dio a conocer este jueves (15 de diciembre) su dictamen, en el marco de una larga batalla jurídica sobre esta herencia que contiene obras descubiertas en el departamento del coleccionista, muerto en 2014. Las autoridades consideran que los nazis robaron numerosos de estos lienzos de Gurlitt. Para la sorpresa…
Este contenido fue publicado en
Las obras fueron halladas en 2012 en el apartamento de Cornelius Gurlitt en Múnich. Los materiales gráficos habían sido apilados del piso al techo, detrás de envolturas de alimentos y latas vacías. Más de 200 de esas pinturas, de un valor inestimable, eran objeto de órdenes internacionales de búsqueda desde hacía tiempo. (Fotos: AFP/Staatsanwaltschaft Augsburg)
No se ha podido registrar su suscripción. Por favor, inténtalo de nuevo.
Casi hemos terminado... Necesitamos confirmar su dirección de correo electrónico. Para completar el proceso de suscripción, por favor pulse sobre el enlace del correo que acabamos de enviarle.
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.