Cuento sobre la propiedad en dos centros de esquí
¿Piensa adquirir una propiedad en Klosters o en Davos? La primera es una estación principesca y la segunda un lugar de encuentro de la crema y nata de la economía mundial.
Sólo 12 kilómetros separan estos dos lugares. Sin embargo, arquitectónicamente son mundos distintos.
La propiedad más prestigiosa en Klosters, conocida como la estación de esquí predilecta del Príncipe Carlos de Inglaterra, es un bloque de apartamentos de 7 pisos situado en medio de la localidad.
La construcción, con tejado a dos aguas y balcones de madera decorados en cada nivel, es un ejemplo de un estilo de arquitectura que la mayor parte de la gente asocia con los Alpes.
No es el caso de los edificios con techo en azotea y de estructuras rectangulares que dominan en el horizonte de Davos. Allí, los antiguos sanatorios, convertidos en hoteles, y las modernas construcciones que cubren la ciudad -situada en gran altitud-, desafían las expectativas.
El más conocido es el sanatorio de Schatzalp, ahora un hotel (ver vídeo). Es una especie de prominencia de tierra sobre Davos, donde Thomas Mann escribió su novela: «La Montaña mágica».
Este es también el sitio de construcción de lo que promete ser el más intrépido ejemplo de arquitectura en los Alpes, una torre diseñada por dos estrellas de la arquitectura suiza: Herzog y De Meuron.
Un nombre conocido
La gama de posibilidades de alojamiento y de fácil acceso a los más de 300 kilómetros de pistas de esquí ha convertido a Davos en una estación popular y su nombre es muy conocido gracias a los titulares de prensa relacionados con la reunión anual del Foro Económico Mundial.
Por su lado, Klosters, como otras numerosas estaciones con similar arquitectura de chalé, es el lugar donde prefieren estar los turistas extranjeros.
«Es tradicional en su propio estilo, con un toque de la Engadina en los grabados decorativos en torno a las ventanas y con mucha madera», explica el agente inmobiliario Friedrich Hodel cuando habla de las propiedades de vacaciones más buscadas en Klosters.
El precio de las propiedades de Hodel oscila entre los 300.000 francos suizos (238.000 dólares) por un apartamento de 70 metros cuadrados de superficie y dos y media habitaciones, hasta más de 3 millones de francos suizos por una casa separada con un tamaño 5 veces mayor.
«La demanda de propiedades más grandes se ha duplicado en los últimos años», dice Hodel cuando muestra un apartamento amueblado cuya venta le han encargado sus dueños ausentes.
Los abrigos de piel cuelgan en el estante del guardarropa y varios juguetes de felpa descansan sobre las almohadas de las camas de los niños.
De madera
Común en todas las propiedades son el tejado a dos aguas, los balcones con pasamanos y postigos de madera y un interior cuyas paredes en concreto, pisos y techos están –en la mayoría de los casos-, disimulados por la madera.
«Los compradores buscan propiedades tradicionales suizas de estilo chalé, en el campo, y, desde luego, con toda la infraestructura necesaria», agrega Hodel.
El tipo de chalé de vacaciones que domina en los Alpes, desde Francia hasta Austria, tiene poca semejanza con las delgadas granjas de madera del valle suizo del Ródano o con las bajas estructuras de piedra en el valle de la Engadina, en el cantón suizo de los Grisones.
Como subproductos del turismo moderno, las propiedades de vacaciones son cortadas del mismo paño, son híbridos de la gran variedad de la arquitectura tradicional alpina, y reflejan la necesidad del turista de hoy de escapar a su entorno urbano sin tener que abandonar cualquier aspecto de la comodidad.
Retro y rústico
El mobiliario retro y rústico oculta comodidades modernas como los generosos aparcamientos subterráneos y ascensores.
En contraste, Davos se presenta como un choque, aunque su estilo arquitectónico precede al chalé de vacaciones en casi 50 años.
Fue construido a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando las víctimas de la tuberculosis afluían a Suiza para beneficiarse de los efectos curativos del aire puro de sus montañas.
Sin embargo, hoy la mayoría de los viajeros ha sido condicionada para buscar un paisaje rural y no un paisaje alpino urbano.
«Creen que todas las casas en las montañas deben parecerse al chalé, pero esto no es así», señala el empresario Pius App.
App ha comprado el Schatzalp para volver a desarrollarlo. Proyecta restaurar el hotel para devolverle su antigua gloria y obtener un retorno de su inversión construyendo la torre que consistirá sobre todo en pisos exclusivos.
La estructura será tan alta como la longitud del sanatorio: 105 metros exactamente. Y será visible desde todos los puntos de la ciudad.
Códigos de construcción
Este proyecto no se hubiera librado de las reglas de diseño en muchas comunidades alpinas cuyas normas hacen difícil cualquier proyecto de construcción de vivienda que no tenga tejado a dos aguas.
Pero las buenas intenciones no han servido de mucho para preservar el diverso legado arquitectónico de los Alpes y han contribuido a diseminar un estilo homogéneo.
Davos es una excepción. La torre de Herzog y De Meuron sorprende en un primer momento, pero los residentes la aprobaron cuando fueron convocados a votar para recalificar la zona de Schatzalp con el fin de abrir la vía al audaz proyecto.
App considera que el nuevo desarrollo de Schatzalp quedará concluido en 2010, pero no cree que el nuevo paisaje alterará la orientación de la arquitectura alpina.
«Nuestro objetivo no era cambiar las actitudes», dice pragmáticamente.
swissinfo, Dale Bechtel, en Klosters y Davos
(Traducción: J.Ortega)
Klosters está situado a 1.200 metros de altitud sobre el nivel del mar y tiene una población que anualmente llega a los 3.500 habitantes.
Davos está a 1.560 metros de altitud y tiene 11.000 habitantes.
Klosters está comunicado con los 300 kilómetros de pistas de la región de esquí de Davos por transporte de tracción por cable.
El lugar de vacaciones de esquí del Príncipe Carlos en la más pequeña de estas dos estaciones suizas de invierno ha contribuido a su popularidad entre los turistas británicos.
Davos es cada año, en enero, centro de la atención internacional durante la reunión anual del Foro Económico Mundial.
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