El reto: mantener vivo el corazón de La Habana
COSUDE se une al esfuerzo por rescatar un Patrimonio que Cuba comparte con la Humanidad y que reclama cirugía mayor.
Las cifras dan cuenta de la urgencia: 66 mil 752 habitantes en apenas 2.4 kilómetros cuadrados, con un 50% de la vivienda para terapia intensiva.
Fascinante, La Habana Vieja reúne el ultraje del tiempo con un vehemente esfuerzo redentor. Paisaje de andamios y de puntales, de un patrimonio fastuoso, de mansiones decrépitas y edificios rejuvenecidos, de prendas que cuelgan desde balcones marchitos remecidas por un viento de renovación.
Julio Portieles Fleites, coordinador de Cooperación Internacional de la Oficina del Historiador, explica la estrategia de rescate del corazón capitalino, ese Monumento Nacional declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“Una parte importante de nuestro proyecto de recuperación del Centro Histórico (CH) es mantenerlo vivo, mantener a las personas viviendo aquí, entonces, el reto mayor es recuperar la vivienda, crear nuevas viviendas para que las personas puedan vivir en condiciones decorosas, aceptables”.
El camino es largo y cuesta arriba. Se han intervenido dos mil viviendas pero hay que construir un poco más de 8 mil y rehabilitar prácticamente todas. El 50% o 60% de una manera profunda, merced a su agravado deterioro. Pero las dimensiones del desafío no se miden sólo con estadísticas:
Alquimia más que arquitectura
“Como uno rehabilita algo que está habitado, la secuencia de recuperación pasa primero por el traslado de las familias a nuevas ubicaciones, provisionales, si van a regresar, o definitivas, si no regresan a ese lugar. Además, estamos interviniendo en un entorno donde hay altos valores patrimoniales, entonces, es mucho más compleja la recuperación del lugar”.
Se trata de subsanar las profundas heridas del sitio en que nació y floreció una Habana espléndida, señorial, magnífica, pero exclusivista, en pro de una ciudadanía que recuperó lo propio y ahora lo re dignifica. El desafío es formidable. Así es el esfuerzo. Suiza aporta su granito de arena (En más sobre el tema: COSUDE en La Habana Vieja).
“La mayor parte de la población del territorio vive en una topología que nosotros llamamos ciudadela, que son edificios, antiguos palacios de las clases más poderosas de su época, que cuando esta zona vino a menos, perdió ese carácter elitista, fueron convertidos en casas de inquilinato”.
Una optimización ignominiosa
Más que dividir, los nuevos dueños pulverizaron los inmuebles en apartamentos de 25 metros cuadrados en los que reside aún buen número de familias, de hasta más de cuatro miembros, compartiendo baño, cocina y la tribulación de vivir en un espacio tan ínfimo y en condiciones tan deplorables.
“De mayor o menor intensidad, ocurre prácticamente un derrumbe diario, lo que significa que aparte del desgaste normal, anualmente se pierde un número importante de viviendas”.
Ello, amén del riesgo para los habitantes. Muchos son los moradores de lugares declarados técnicamente inhabitables. Y no se trata sólo de fortalecer esas joyas arquitectónicas y redorar sus blasones, sino de modificar sus interiores para dotar de una vivienda digna a sus moradores.
“En algunos casos podemos enfrentar la rehabilitación completamente y en algunos otros hay que enfrentarla con un enfoque progresivo. O sea, primero hay que hacer intervenciones de emergencia para al menos consolidar los edificios hasta el momento en que puede llegar la intervención definitiva”.
Una proceso integral e integrador
Contrario a lo que sucedió en otras ciudades latinoamericanas que con el paso del tiempo se rodearon de cinturones de miseria, los meandros del desarrollo de La Habana condujeron hacia el centro a los menos favorecidos.
“La recuperación se enfrenta de una manera diferente a otros lugares de América Latina. Se lleva a cabo con las personas que trabajan y viven aquí, a diferencia de otros lugares donde en los Centros Históricos sólo quedan empresas o bancos o tiendas u hoteles. Son sitios en los que es incosteable vivir o son lugares muertos, donde no vive nadie ni hay servicios sociales”.
Contra un vacío semejante, los trabajos del corazón capitalino aparejan la construcción de un hotel a la reconstrucción de una escuela, una casa, un policlínico; a la reparación de redes de agua, de electricidad… Recuperación integral en la lucha por mantener vivo el Centro Histórico de La Habana.
swissinfo, Marcela Águila Rubín, de vuelta de La Habana
La Habana siguió un desarrollo diferente al de otras colonias españolas desde el punto de vista histórico y eso se reflejó en el punto de vista urbano.
No había plaza en la que se concentraban todos los poderes, sino diferentes plazas:
La Plaza de Armas, donde estaba concentrado el poder político y militar.
La Plaza de San Francisco, donde estaba una de las órdenes más importantes desde el punto de vista religioso.
La Plaza de la Catedral, donde los Jesuitas establecieron su influencia y su poder y donde está la Catedral de La Habana.
La Plaza Vieja, que era la plaza del mercado, donde estaba el poder económico.
La Plaza del Cristo, de menor importancia desde el punto de vista de influencia en la ciudad.
En 1978 el Centro Histórico (CH) de La Habana es declarado Monumento Nacional.
En 1982, la UNESCO lo incorpora al Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La ciudad de La Habana es una provincia, dividida en 15 municipios, y que tiene una superficie de alrededor de 772 kilómetros cuadrados.
Con un área urbana de 360 kilómetros cuadrados tiene una población de 2 204 333 habitantes.
La Habana Vieja es el municipio donde se funda la ciudad en 1519.
Se extiende sobre un territorio de 4.32 kilómetros cuadrados.
En su territorio hay entre 20 mil y 25 mil viviendas.
Alrededor del 50% se encuentra en mal estado.
El CH de la Habana ocupa 2.4 kilómetros cuadrados, aproximadamente el 50% del esta área municipal, y alberga a alrededor del 70% de la población del municipio.
El municipio tiene 96 479 habitantes de los 66 752 que residen en el CH.
Otros municipios de la Ciudad de La Habana tienen una situación similar desde el punto de vista de urbanización y de la densidad de población.
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