“El Sur es una pasión de toda mi vida”

Giovannini sostiene que siempre le fascinaron los asuntos del desarrollo. swissinfo.ch

El presidente del Festival Internacional de Cine de Friburgo, embajador Jean-François Giovannini, considera que el cine es el instrumento adecuado para impulsar la ayuda al desarrollo.

El otrora director suplente de la COSUDE mantiene una mirada inquieta ante los desafíos del mundo contemporáneo.

Embajador y estratega de un festival casi exclusivamente consagrado a la producción cinematográfica de los países del Sur, Jean-François Giovannini representó a Suiza durante la Conferencia sobre el desarrollo de Río de Janeiro en 1992.

Miembro de órganos como la Cruz roja, la Fundación Hirondelle o Acción Curesmal, el friburgués dejó sus funciones en la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) en 2001 para iniciar una vida de jubilado, singularmente activa.

swissinfo: ¿Qué paralelos observa entre su actividad en la COSUDE y su actual tarea en el Festival de Friburgo?

Jean-François Giovannini: La COSUDE tiene un mandato de la ley de cooperación al desarrollo que le pide explicar al público suizo sobre la cultura y los problemas de los países en desarrollo.

La ayuda al desarrollo no está concebida como un acto de caridad, sino como un acto de intercambio y de conocimiento. Y el cine ha sido siempre un instrumento especialmente adecuado para esta tarea. No me refiero al cine de suizos que descubren los países del Sur, sino del cine que expresa el punto de vista de los cineastas de esas regiones.

En COSUDE yo era responsable de la información. Conocía el festival como representante de una de sus principales fuentes de financiamiento. Por esa razón me han elegido como su presidente. Sabían de mi interés por el festival y mis conocimientos sobre el tema. Yo no hubiese sido un candidato idóneo ni hubiese aceptado dirigir otro tipo de festivales de cine como el de Solothurn o el de Locarno. Mi fuerte es la relación Norte-Sur.

swissinfo: A su edad, mucha gente se retira para cuidar su jardín o viajar. ¿Qué le impulsa a seguir en esta labor?

El Sur ha sido una pasión durante toda mi vida. A la edad de doce o trece años leía sobre América Latina; devoraba la literatura del Tercer Mundo.

Al principio, en Berna no existían estas actividades de cooperación al desarrollo. Cuando comenzaron, yo me presenté.

Es en ese sentido que aún hoy está claro que si alguien me ofrece la posibilidad de trabajar para los niños del mundo, para el Festival de Friburgo o para la Cruz Roja, no dejo escapar la ocasión. Diría que esto me mantiene en vida. ¡No tengo ganas de retirarme!

swissinfo: Usted es creyente. ¿La fe tiene algo qué ver con su tarea?

No sabría verdaderamente que decir. Creo que de cualquier forma me hubiera interesado la problemática Norte-Sur. No por un sentido del deber, sino por una pasión real. Además del desarrollo sostenido, la justicia en el mundo es un gran desafío de nuestro tiempo.

swissinfo: ¿Qué es para usted el Sur, acaso la mala conciencia del Norte?

No, en absoluto. Observamos relaciones desiguales entre el Norte y el Sur. Y en cierto modo, una forma de explotación. Pero el Norte no se volvió rico porque ha explotado al Sur. No existe una mala conciencia, sino un sentido de responsabilidad. Creo que somos ciudadanos del mundo. Pertenecemos a una misma comunidad, a un mismo destino.

Cuando una parte del globo vive una situación de catástrofe, las consecuencias se hacen sentir también entre nosotros. La degradación del clima, la implosión social, los obstáculos para viajar o comerciar: ¡uno no puede excluirse del mundo!

swissinfo: A escala internacional, Suiza se ha preocupado por ese tipo de problemáticas. ¿Cómo ve usted el trabajo llevado a cabo hasta ahora?

El hecho de no pertenecer a la Unión Europea nos permite ser una pequeña voz suplementaria que sigue siendo muy parecida a la de los otros países europeos. Nosotros esperamos alcanzar una sociedad mundial que respete los derechos humanos, incluidos los derechos económicos, sociales, la igualdad de género, etc.

Nuestra visión es muy política. Se trata de promover la creación de sociedades donde se viva bien. Y en este aspecto aún hay mucho por hacer. Esta consideración se explica por la experiencia propia de Suiza, por su federalismo, su democracia siempre en progreso.

Además, la ministra suiza de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey, encarna puntos de vista muy humanistas. La voz de Suiza, actualmente, es la voz de una conciencia con intereses a largo plazo. Suiza es un buen ciudadano del mundo, creo yo. Asume su posición en el concierto mundial.

swissinfo: Tiene usted una vida dedicada al equilibrio Norte-Sur. Ante la realidad actual, ¿no le ocurre que a veces se desmoraliza?

Comencé mi vida profesional en India. La pobreza allí era y sigue siendo inmensa. Los problemas son innumerables. Pero no se construyen sociedades como la escandinava o la suiza en dos meses. Si uno observa al mundo bajo esta perspectiva, los resultados tras medio siglo de esfuerzo se dejan ver.

Demasiadas vidas desaparecen a causa de los conflictos militares. Es el principal motivo de dolor. Pero el mundo ha progresado mucho. Especialmente en el seno de la educación, del sentido autónomo de la gente. Mucho mejor que lo hacían hace 20 años, los pobres se organizan ahora.

Sin embargo, permanecen enormes problemas. Sobre todo aquel del límite físico del planeta. Hemos terminado rápidamente con la capacidad del globo para absorber el CO². Y en este caso, los países ricos deberían, evidentemente, hacer más para contrarrestar el problema. Yo estoy muy inquieto ante esta situación. Estamos en el camino para resolver el viejo problema, pero otros nuevos están surgiendo.

Entrevista swissinfo, Pierre-François Besson
Traducido del francés por Patricia Islas

Datos clave

La 19ª edición del Festival Internacional de Cine de Friburgo tiene lugar del 6 al 13 de marzo.
En el menú: 189 presentaciones cinematográficas y cerca de 100 filmes en las pantallas del festival, exposiciones de fotos, seminarios y debates.
El Festival es sostenido por la COSUDE.
Su presupuesto es de 1,6 millones de francos suizos.

Contexto

Jean-François Giovannini nació en junio de 1936 en Brunnen, en el cantón suizo de Friburgo.

Casado y padre de dos hijos, estudió ciencias económicas y ciencias políticas en Friburgo, Milán y Londres.

En 1968 comenzó sus funciones en la COSUDE. Fue director suplente de ella entre 1992 y 2001, encargado de las cuestiones políticas nacionales y de la planificación.

En 2001 fue consejero de la delegación suiza en la Conferencia de Johannesburgo sobre el desarrollo sostenido.

En este 2005 preside por segunda ocasión el Festival de Cine de Friburgo.