En medio de las colinas suizas donde Alexander Solzhenitsyn se escondía del KGB
Tras su expulsión de la URSS, Alexander Solzhenitsyn vivió dos años en Suiza. Para escapar del KGB, el Premio Nobel de Literatura ruso llegó a esconderse en un remoto pueblo de la campiña de Zúrich. Los turistas siguen aún sus huellas.
En 2007, Vladimir Putin concedió el Premio Estatal de la Federación Rusa al escritor de 88 años. El más alto honor del país. La noticia no tiene nada de excepcional, salvo por la identidad del ganador. Aleksandr Isayevich Solzhenitsyn, el disidente más conocido de la URSS durante la Guerra Fría. Tras la Segunda Guerra Mundial, por sus críticas a Stalin, pasó muchos años en un campo de trabajo. Más tarde, y de manera reiterada, escribió sobre esa experiencia en sus libros. En particular, en 1962 en Un día en la vida de Iván Denissovich y más tarde en El primer círculo y en El pabellón del cáncer.
Tras una larga odisea, Solzhenitsyn regresó a Rusia en 1994, donde, poco después de recibir su premio, murió de una insuficiencia cardiaca el 3 de agosto de 2008. Según el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung, el disidente más famoso de los años 70 se había convertido en “un gran chovinista ruso”, que alababa a los dirigentes de su país.
“¡Un poco de paz para Solzhenitsyn!”
Mucho antes, Alexander Solzhenitsyn había pasado dos años importantes de su existencia en Suiza. Luego de su expulsión en febrero de 1974, una multitud entusiasta lo recibió a su llegada a la estación de trenes de Zúrich. Las fotos y los reportajes de televisión de la época lo atestiguan. Solzhenitsyn era entonces una superestrella literaria. Sus libros fueron éxitos de ventas. Su estancia en Suiza fue uno de los episodios más insólitos de la Guerra Fría, bajo la atenta mirada de los temidos servicios de inteligencia soviéticos KGB.
En 1970, Solzhenitsyn recibió el Premio Nobel de Literatura, lo que lo puso al abrigo de nuevas persecuciones. El Archipiélago Gulag, de tres volúmenes, es considerada su obra principal. Se trata de una denuncia del inhumano sistema de castigo y reeducación desarrollado en Rusia durante la época de Stalin; los zares ya habían utilizado campos de trabajo.
Tras la publicación de su obra en Occidente, Solzhenitsyn fue detenido el 12 de febrero de 1974 y deportado a Alemania. Visitó a Heinrich Böll en el Eifel durante dos días y llegó a Zúrich el 15 de febrero. ¿Por qué Zúrich? Ahí vivía su abogado Fritz Heeb, que gestionaba los derechos de sus libros. Solzhenitsyn también quería hacer ahí investigaciones sobre Lenin para su novela histórica La rueda roja.
Cabe destacar el papel del alcalde de la ciudad de Zúrich. Sigmund Widmer aportó su ayuda. “Toda nuestra familia estaba implicada”, recuerda su hija, que entonces tenía 23 años. “Mi madre se ocupó de la esposa y la suegra del escritor, mi padre, de los trámites administrativos. Mi tarea consistía principalmente en dar clases de alemán a Dmitri ‘Mitja’, el hijo mayor”. La familia del escritor se había reunido con él hacía unas semanas.
Pero, en contra de todas las expectativas, esa estancia en Zúrich no fue la más tranquila. Su presencia causaba un constante revuelo y el apartamento era asediado por los curiosos. Los alumnos de la escuela vecina incluso colgaron pancartas pidiendo “¡Un poco de paz para Solzhenitsyn!”. Al final, el escritor no quiso quedarse. Sigmund Widmer puso a su disposición su casa de vacaciones en Sternenberg, un pequeño pueblo en las colinas del valle de Töss, a 30 km de Zúrich.
Visitas guiadas al refugio del disidente
El otrora trabajador social Erwin Fässler también recuerda al famoso escritor ruso. Tenía catorce años y vivía cerca de Sternenberg, a un kilómetro de la casa de Solzhenitsyn. “De niño paseaba a menudo delante de la casa, pero no sabía nada de su ilustre anfitrión”. Su interés llegó más tarde, hace unos años, cuando Erwin Fässler implementó sus primeros circuitosEnlace externo turísticos en el Oberland zuriqués.
En el programa figuraba, por ejemplo, una excursión dedicada a Nicolás de Flüe, el santo patrón de Suiza, y otra llamada Bollywood Tour, muy popular entre los turistas indios, dedicada a los lugares de rodaje de la famosa industria del séptimo arte de Bombay. Erwin Fässler ha visto más de 100 películas de Bollywood. Está considerado como uno de los mejores expertos en los lugares donde se rodaron estas películas en Suiza. También hay dos circuitos relacionados con Rusia. “Tras las huellas del general Alexander Suvorov” que lleva por varios cuellos de montaña, mientras que “El escondite de Alexander Solzhenitsyn” sitúa al autor en el contexto de su búsqueda de tranquilidad.
¿Quiénes son los clientes interesados en este circuito? En su mayoría rusos, y a veces estadounidenses, según Erwin Fässler. En Rusia, el nombre de Alexander Solzhenitsyn es aún conocido hoy en día y muchas personas veneran al escritor. De ahí su visita al lugar del Oberland zuriqués donde se escondió.
Erwin Fässler conduce al periodista a la famosa casa. Una modesta granja. No hay nada que nos recuerde a este ilustre invitado de un verano de hace casi cincuenta años. En ese momento, en busca de tranquilidad, Solzhenitsyn cubrió las ventanas con periódicos. El contacto con los habitantes del pueblo era escaso, pero sus vecinos lo conocían. Entre ellos estaba Heidi Iseli. A sus 82 años, recuerda bien al escritor. “Venía todos los días a buscar leche fresca a nuestra granja. Y a menudo se bebía la mitad por el camino: descansaba en un pequeño banco bajo un tilo”.
En el jardín, Solzhenitsyn plantó eneldo y “verduras rusas”, desconocidas en la región, narra Heidi Iseli. Cuando hacía buen tiempo, se sentaba a menudo bajo el cerezo para escribir. Llevaba una vida sencilla y apartada. Las colinas de la región podrían recordarle a su Rusia natal. Comía también de manera sencilla, sobre todo pan, queso y huevos. En la cocina, recuerda Franziska Widmer, se amontonaban los cartones de huevos vacíos. “Comía muchos huevos crudos. Años antes había sufrido un cáncer de estómago y los huevos parecían sentarle especialmente bien”.
El KGB en el Valle de Töss
Durante ese periodo, Solzhenitsyn sabía que el KGB lo vigilaba, incluso en el extranjero. Pero no tenía ni idea de lo cerca que tenía a la inteligencia soviética en Suiza. Esto se puso de manifiesto con la publicación en 1998 de los archivos Mitrokhine, una colección de notas escritas por el agente del KGB Vasily Mitrokhine antes de viajar a Gran Bretaña en 1992. Estos documentos detallan la operación Solzhenitsyn, cuyo nombre en clave era Pauk. El objetivo no era solamente vigilar de cerca al autor ruso, sino también desacreditarlo en Occidente. Fueron colocados agentes en su círculo inmediato: Valentina Holubva y su marido, falsos disidentes checos que entraron en contacto con él nada más llegar a Zúrich, consiguieron hacerse imprescindibles ofreciéndole sus servicios.
En sus memorias, Solzhenitsyn explica que al principio no tuvo ninguna sospecha sobre la nacionalidad de los dos agentes. Más tarde, empezó a sospechar. Según el escritor, el exilio temporal en el valle de Töss también tenía como objetivo escapar de estos turbios personajes. En ese momento, el escritor se dirigió a la policía, que le dijo que no podía protegerle, y le sugirió que tuviera a mano dos cubos de agua por si alguien venía a prender fuego a la granja Sternenberg por la noche.
Durante unos meses, Solzhenitsyn vivió allí antes de regresar a Zúrich, donde la agitación se había calmado. Fue en Vermont, en Cavendish, donde finalmente encontró un lugar suficientemente aislado para su gusto.
Rehabilitado en 1990, el otrora disidente regresó a Rusia cuatro años después. En Occidente, la calma habrá vuelto en lo que lo concernía. De las entrevistas y publicaciones de ese periodo emana la imagen de un conservador y nacionalista, preocupado por la que considera creciente influencia de la OTAN en Europa del Este.
Adaptado del francés por Marcela Águila Rubín
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