Ferias suizas entre modernismo y tradición

Cartel conmemorativo al bicentenario del cantón de vaud. Comptoir suisse

Con la llegada del otoño concluye un ciclo de ferias y exposiciones tradicionales, como el 'Comptoir suisse', de Lausana, y la feria del juguete suizo de Berna.

Modernismo y tradición, el campo y la ciudad, facetas contrapuestas que reflejan la Suiza de hoy.

La manifestación de Lausana reunió durante una semana a más de 320.000 personas, que festejaron el bicentenario de la entrada del cantón de Vaud en la Confederación Suiza.

En Berna, otra feria tradicional, la del juguete suizo, concentró a 200 fabricantes suizos y europeos. Los juegos de sociedad constituyeron la mayor atracción de este evento, que se realiza por cuarta vez.

Tanto el ‘Comptoir Suisse’, como la Feria del juguete suizo, se caracterizan por ser manifestaciones nacionales y que conservan el carácter tradicional de las ferias de antaño, con un marcado acento popular y costumbrista.

Estos eventos contrastan con las exposiciones modernas, interactivas, donde la informática y los nuevos conceptos de diseño y mercadotecnia marcan una tendencia más acorde a los tiempos de una sociedad de consumo en pleno apogeo.

Alquimia entre el campo y la ciudad

El ‘Comptoir Suisse’ es una de las exposiciones más antiguas y tradicionales del país que por años viene siendo una especie de vitrina de la industria y del comercio suizo. La palabra francesa ‘Comptoir’ significa literalmente: mostrador.

Esta feria, que tiene lugar puntualmente la última semana de septiembre de cada año, se caracteriza por su estilo de atracciones populares, con desfile de bandas musicales, cortejos de carros alegóricos, muestras de degustaciones vitivinícolas y culinarias. Un evento con raíces esencialmente folclóricas.

Para Gilles Meystre, responsable del servicio de prensa, “el éxito del Comptoir suizo es que ha realizado la alquimia entre el campo y la ciudad; su fuerza es la participación del sector agrícola, de pequeños agricultores y comerciantes que traen sus productos para exhibirlos en contacto directo con el público”.

Pero el ‘Comptoir suizo’ es también el encuentro anual de las corporaciones, pues cada año convergen representantes de todas las instituciones y organizaciones que pesan en este país, como las asociaciones agrícolas, organizaciones de oficios y profesiones artesanales y cámaras de comercio cantonales. Sin contar los pequeños industriales.

Este año, el tema central fue la celebración del bicentenario de la entrada del cantón de Vaud en la Confederación, y los festejos tuvieron un matiz patriótico, unificador. No por nada el cartel principal de la manifestación hacía alusión al término de la dominación bonapartista.

“El Comptoir es desde sus orígenes la cita de los confederados, es decir, el encuentro anual de suizos provenientes de otros cantones. Cada año el invitado de honor es un cantón”, explica Gilles Meystre.

Este año las visitas ilustres provenían de los 5 cantones firmantes del ‘Acta de mediación’ que marcó la entrada definitiva de Vaud en la Confederación: Argovia, Turgovia, San Gall y Tesino.

El juguete tradicional no ha muerto

Por otro lado, la cuarta Feria Nacional del Juguete suizo Toy, de Berna, demostró que el juguete tradicional continúa teniendo adeptos, a pesar del auge de los entretenimientos electrónicos y cibernéticos.

Juegos que ya creían en vías de desaparición, como los de sociedad, fueron centro de la atención de los visitantes. “Naipes, damas, dominó, ludo y dados constituyeron este año los juegos preferidos por los visitantes”, señala a swissinfo Silvia Husy, responsable de prensa de la feria.

“Pero la tradición no muere, ya que este año la sección más visitada fue la de los trenes en miniatura, el salón de casas de muñecas y los juguetes confeccionados enteramente en madera”, agrega.

Entre modernismo y tradición

Quizás lo que caracteriza estas dos ferias, sin negar los avances tecnológicos muy presentes en ambos eventos, es que reposan esencialmente en los conceptos tradicionales. Tradición que en este caso no quiere decir vuelta atrás, retroceso, ni pasado de moda. Se diría más la búsqueda de un poco de nostalgia en el pasado, en el contacto con las raíces.

Tal vez ello explique el éxito de estos eventos que siguen siendo populares y reflejan, en cierta medida, el desarrollo actual de Suiza, una sociedad donde coexisten diferentes culturas, donde la tradición y el modernismo coinciden. Sin conflictos generacionales.

swissinfo, Alberto Dufey

Datos clave

Dos ferias nacionales se caracterizan por combinar tradición y modernismo: El ‘Comptoir Suisse’, de Lausana, y la Feria del juguete suizo, de Berna.

Contexto

La Feria nacional del Juguete suizo, Toy, en Berna, demostró que los juegos de sociedad aún están vigentes en la demanda de personas que buscan entretenciones sociales.

También confirmaron la preferencia del público por los tradicionales trenes en miniaturas, las muñecas y los juguetes de madera.

El ‘Comptoir suisse’ de Lausana continúa siendo la feria nacional que tiene un caracter federador.

Una alianza entre el campo y la ciudad, donde coexiste el folclore y la modernidad.