Helvetica, la tipografía de los espacios modernos
La fuente Helvetica, inventada por un grafista suizo y empleada en el mundo entero, celebra sus 50 años.
Con ocasión de este aniversario, se convierte incluso en protagonista de un documental. En Nueva York, swissinfo encontró a su realizador, Gary Hustwit.
La Helvetica es un icono del diseño suizo de los años 1960 y 1970. Prácticamente ninguna otra escritura impregna el espacio urbano como esta tipografía lo ha hecho, casi sin interrupción, desde su nacimiento.
La fuente Helvetica es clara y simple, lo que explica ciertamente su éxito en todas partes. La encontramos en la publicidad, las cartas de los menús, las señalizaciones carreteras y ferroviarias. De Zúrich a Londres pasando por Milán, Berlín, Tokio y Nueva York: todo o casi todo está escrito en Helvetica.
En los años 70 era una estrella en las empresas que la utilizaron de manera frecuente para su identidad corporativa. En particular, la adoptaron el gigante suizo del comercio al menudeo Migros y los ferrocarriles suizos (CFF).
Concebida en 1957 por el grafista Max Miedinger, la tipografía Helvetica compartió también la excelente reputación de que gozaba, en los años 60 y 70, el diseño suizo en el mundo. Era sinónimo de excelencia, claridad y funcionalidad.
Además de la Helvetica, las fuentes Universo y Frutiger obtuvieron el mismo éxito.
Aniversario en Zúrich
Hace algunos años, el editor de libros de arte Lars Müller publicó un verdadero monumento a la gloria de la tipografía universal. En exergo, este rapto lírico: «canto la gloria de Helvetica y de sus creadores olvidados».
En su 50 aniversario, Helvetica tiene derecho a los honores del cine. Una película documental, proyectada en ‘première’ europea el 24 de marzo en el Museo de las Artes Aplicadas de Zúrich, aborda su éxito.
El autor de esa película, Gary Hustwit, es estadounidense. ¿Cómo tuvo la idea de consagrar una película a una tipografía de escritura? «Me intereso desde hace muchos años en el diseño gráfico y quería realizar una película sobre las escrituras. El 50 aniversario de Helvetica me proporcionó el pretexto», explica el realizador, en Nueva York.
Helvetica en acción
Gary Hustwit dice que quería descubrir por qué Helvetica había tenido un éxito semejante, en particular en los espacios urbanos. «Muestro a Helvetica en acción en diferentes grandes ciudades del mundo, muestro a personas que están en interacción con esta escritura en su vida diaria».
La película presenta también entrevistas con diseñadores que dan una idea de su manera de trabajar. «Mi película es también una introducción a la tipografía y a la manera en la que forma parte de nuestra vida, sin que seamos verdaderamente concientes de eso».
Amor y rechazo
Las emociones suscitadas por Helvetica en el mundo del diseño todavía no se extinguen. El hallazgo de Max Miedinger tiene sus adoradores, pero también sus detractores. Gary Hustwit explica que después de algunas entrevistas solamente tuvo claro que su tema trataría también de la historia del modernismo y del postmodernismo de los últimos 50 años en el diseño.
«En general encontramos dos escuelas, explica el realizador: por una parte está el estilo que se puede calificar de suizo, con su lógica, su claridad, su sencillez. Por la otra, encontramos estilos más personales y más impregnados de emociones. La inmensa mayoría de la gente a la que entrevisté se dice de uno u otro».
Ambas categorías mantienen una lucha sin tregua. En ciertas épocas, la sencillez es muy buscada, luego cae en desuso en provecho del otro estilo, y así sucesivamente.
Gary Hustwit escogió a interlocutores que impregnaron el diseño urbano de las últimas décadas. «Estas personas marcaron y marcan todavía la imagen pública de nuestras ciudades», explica.
Otra revelación de la película: Gary Hustwit muestra hasta qué punto el artesanado gráfico se transformó en los últimos 50 años. Cuando Helvetica nació era una escritura de plomo. Sólo los grafistas y los impresores podían utilizar los bloques necesarios para la impresión de textos.
Hoy, con la informática, incluso los niños podrían inventar nuevas tipografías.
Alemania, país de Helvetica
«Cuando filmamos en Europa, me sorprendió la fuerte presencia de Helvetica en Alemania», precisa Gary Hustwit. «Suiza, y muy especialmente Zúrich, también tiene por todas partes este estilo (tipográfico). Comienza en la estación y prosigue en la señalización de autobuses y tranvías, hasta las placas con los nombres de las calles».
Gary Hustwit pudo filmar con el camarógrafo Luke Geissbuhler, hijo de Steff Geissbuhler, talentoso grafista que emigró a Estados Unidos después de concluir su formación. «Fue fantástico», dice Gary Hustwit. «Eso me ayudó a romper el hielo al establecer contacto con los viejos maestros del diseño suizo».
swissinfo, Rita Emch, Nueva York
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
El grafista y tipógrafo Max Miedinger (1910-1980) concibió la escritura Helvetica por mandato de su antiguo empleador, el empresario fundidor de letras Haas en Münchstein (Basilea) en 1957. La empresa fue adquirida más tarde por alemanes.
La licencia de escritura llevó inicialmente el nombre de Haas Grotesk. Luego, en 1960, fue rebautizada como Helvetica.
En 1983, la fundidora alemana Stempel modernizó la escritura con la Helvetica Neu.
La empresa Linotype es la que actualmente administra las licencias de la familia Helvetica, carácter que hoy tiene una docena de variaciones.
‘Helvetica’, la película documental de Gari Hustwit, presenta entrevistas con Massimo Vignelli, Matthew Carter y el equipo experimental Jetset, entre otras. En Suiza, el realizador se entrevistó con Lars Müller, Pierre Miedinger (hijo del inventor de Helvetica, Max Miedinger) y con los integrantes de Team Norm, de Zúrich.
El 50 aniversario de Helvetica fue celebrado el 24 de marzo en el Museo de las Artes Aplicadas de Zúrich, en presencia del realizador Gary Hustwit y del editor Lars Müller.
La película ‘Helvetica’ será proyectada en diversos festivales del mundo, así como en escuelas de arte, museos y en manifestaciones artísticas.
El estreno mundial se efectuó el 13 de marzo en el Festival ‘South by Southwest’ de Austin, Texas.
El tipo de letra Arial es la que más se aproxima a Helvetica. Se la encuentra en millones de ordenadores en el mundo, sobre todo en los equipados con el sistema Microsoft.
Las diferencias entre las dos escrituras son mínimas y sólo los expertos pueden distinguirlas.
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