Una exposición para revivir el 68
En este año del quincuagésimo aniversario de las revueltas estudiantiles y obreras internacionales, una exposición del Museo Nacional de Suiza en Zúrich restituye importantes fragmentos de la cultura visual de 1968.
Televisión, escultura, instalaciones, manifiestos, vestigios históricos, imágenes en movimiento: el Museo Nacional de Suiza confirma su vocación multimedia con la exposición ‘Imagine 68. El espectáculo de la revolución’,Enlace externo realizada por Stefan Zweifel y Juri Steiner, y dedicada a uno de los períodos más agitados del siglo XX.
Un período que no coincide solamente con el año 1968 sino que, en algunos lugares, durará hasta mediados de los años setenta. Con esta exposición, los dos comisarios no tenían la intención de rastrear la historia del movimiento de protesta, sino recrear la atmósfera de la época a través de objetos expuestos sin un rigor conceptual excesivo.
Tensiones internacionales
Un ambiente sobre todo cargado de tensión: en la parte superior de la monumental escalera que conduce a los nuevos espacios del museo, que albergan la exposición, el visitante se topa con dos misiles de largo alcance que lo conducen a los tiempos de la Guerra Fría; en ese entonces y secretamente, habían sido colocados por el ejército suizo en el Jura y en la meseta.
Dos símbolos fálicos, según la expresión de los comisionados, en fuerte oposición con la famosa escena de la película ‘Full Metal Jacket’, visible desde un televisor de los años sesenta situado a mitad de la escalera, en el que jóvenes son castrados simbólicamente con el corte de pelo antes de partir a la guerra.
Vietnam
En este contexto, el pintor suizo Franz GertschEnlace externo reproduce todo el carácter dramático del conflicto en Vietnam a través de una estética pictórica ora cercana a la fotografía, ora al arte mural.
La guerra de Vietnam detona amplias protestas en todo el mundo. El movimiento helvético de jóvenes no fue la excepción: algunas manifestaciones tuvieron lugar en Zúrich, incluida la del 27 de abril de 1968, una acción de protesta contra la sede europea de Dow Chemical, la compañía estadounidense productora de napalm, el arma química utilizada durante la guerra por el ejército estadounidense. Entre los objetos de la exposición, también se puede ver el envoltorio de una enorme bomba de napalm.
Pacifismo
Las tensiones internacionales, la guerra de Vietnam, los numerosos conflictos armados a lo largo del planeta llevaron a la creación de corrientes pacifistas dentro del movimiento diversificado del 68.
El diaporama ‘Das Geschäft mit dem Tod’ (‘El negocio con la muerte’), visible en la exposición, es una herramienta audiovisual de propaganda creada por la asociación suiza ‘Declaración de Berna (hoy ‘Public Eye’), que acababa de nacer, con el objetivo de apoyar la iniciativa popular de 1972 ‘Por un control reforzado de las industrias de armamentos y la prohibición de exportaciones de armas’, una iniciativa lanzada a raíz del caso Bührle, el fabricante de armas suizo involucrado en un escándalo de venta ilegal de material bélico en 1968.
Se critica con ella el comercio internacional de armas de la industria suiza y la falta de compromiso helvético en el campo de la ayuda al desarrollo.
Fantasía en el poder
Este vestigio de una época pasada, que atestigua el carácter iconoclasta y desmitificador de los movimientos del 68, nos remite a lo que se llamó el Manifiesto de Zúrich.
Después del motín del Globus en Zúrich el 29 de junio, 21 personalidades suizas se pusieron del lado de los jóvenes manifestantes al publicar un manifiesto. Un grupo de trabajo más grande se formó alrededor de ese documento y se reunió del 4 al 9 de noviembre de 1968 en el centro Le Corbusier para el evento ‘6 Tage Zürcher Manifest’, un evento recreativo y de intercambio durante el cual los participantes crearon entre otros un verdadero periódico mural colectivo. Buena parte del material producido durante esos días está guardada en los Archivos Sociales de Zúrich.
Contracultura
68 rima con contracultura. Esta imagen representa la portada de uno de los productos culturales más importantes del Mayo del 68 helvético: ¡la revista culta Hotcha!, fundada por el poeta y animador cultural Urban Gwerder.
Gwerder fue una de las principales figuras del movimiento del 68 en Suiza. El artista, sin embargo, también logra forjar relaciones importantes en círculos culturales alternativos internacionales: frecuentó, entre otros, a los poetas estadounidenses de la generación ‘beat’ y al músico Frank Zappa, otro ícono de la época.
La revista era apreciada por los temas que abordaba y la información sobre eventos culturales alternativos, pero también por su sintaxis poco ortodoxa y su grafismo innovador.
Educación antiautoritaria
Entre las obras de arte en exhibición se encuentran dos del famoso artista de los Grisones, Ruedi Giger, amigo de Urban Gwerder y del director Fredi Murer, otra personalidad del Mayo suizo del 68. Estas dos obras se encuentran en el espacio de la exposición dedicado al tema de la infancia y la educación en ese entonces.
Los jóvenes padres de esa generación estaban muy preocupados por temas de naturaleza pedagógica: la educación tradicional, considerada autoritaria y al servicio del poder fue puesta en tela de juicio. Nacieron jardines de niños, escuelas y grupos recreativos con modelos educativos libertarios.
La escuela tradicional y las generaciones más jóvenes de maestros también adoptaron ciertos principios antiautoritarios.
Traducido del francés por Marcela Águila Rubín
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