Publicada en edición bilingüe francés-alemán, ‘Embajadas y representaciones suizas en el extranjero’ muestra 34 sedes diplomáticas, consulados, cancillerías o residencias que encarnan un interés patrimonial, histórico o estilístico. Seleccionadas entre los lugares más emblemáticos de la diplomacia helvética, estos edificios a veces son verdaderas joyas arquitectónicas.
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“Nada extravagante en estos espacios de piedra y cemento, solo un discreto aire de clase. Sin exuberancia: solo una marca de calidad”, escribe en el prefacio de la obra Didier Burkhalter, ministro de Asuntos Exteriores de Suiza.
El libro presenta 34 de unas 150 representaciones diplomáticas que Suiza posee o arrenda en los cinco continentes. Entre los inmuebles antiguos del siglo XVIII y XIX se encuentran muchos palacios o residencias. “Algunos edificios tenían ya una fuerte relación con Suiza, pues pertenecieron a la nobleza helvética residente en Roma, Berlín o París, explica la autora, Catherine Courtiau. También hay ejemplos de arquitectura contemporánea, como la magnífica villa construida en La Habana por un banquero suizo en 1954/56 y arrendada por la Confederación en 1959”.
En los siglos XX y XXI, las autoridades suizas han recurrido a los arquitectos helvéticos para realizar nuevas construcciones o transformaciones de envergadura a los inmuebles antiguos, a fin de adaptarlos a las nuevas exigencias de seguridad, tecnología y funcionalidad.
Por razones presupuestarias, la autora no pudo realizar la tarea ‘in situ’, pero trabajó con archivos. “Es difícil para una historiadora del arte trabajar con fotografías: ¿Cómo distinguir el mármol de la piedra, o la seda del papel pintado?”, indica Courtiau. “Pero ese viaje virtual se volvió apasionante, porque, a fuerza de hurgar en el marco de las investigaciones, conocí a muchos arquitectos en esos sitios”.
Fotos: Oficina Federal de Construcciones y de Logística (OFCL), Texto: Isabelle Eichenberger y Catherine Courtiau
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