La obra de Cindy Sherman por primera vez en Suiza
“Tematizando con el ‘simple’ recurso personal de mostrarse a sí misma, la artista toca cuestiones fundamentales como el papel de las mujeres en la sociedad, el poder masculino, la violencia generalizada, el tema de la identidad en el juego con sus diferentes ‘yos’, y en fin, la cuestión sobre lo que somos todos los humanos», explica Franziska Lentzsch, coordinadora de exposiciones de la entidad zuriquesa.
«Es una de las pocas artistas que lograron fraguarse en el mundo del arte a un alto nivel”, enfatiza.
Desde sus primeras fotografías en blanco y negro hasta sus últimas obras monumentales, esta creadora estadounidense aborda el problema de la existencia humana sin ningún tabú o idea preconcebida.
El título que usted quiera
Más de cien composiciones de Cindy Sherman se exponen bajo el título Untitled Horros que, a pesar de no seguir una línea cronológica definida del quehacer de la autora, proporciona al público la llave necesaria para captar libremente las escenas sobrecogedoras y grotescas que tiene ante sus ojos.
Las fotografías sin título en las que la artista es la protagonista principal, dejan al espectador la posibilidad de armar por él mismo su propia historia y, al mismo tiempo, ponerle a la obra el nombre que mejor convenga.
Cynthia Morris Sherman
Nació en 1954 en Glen Ridge, New Jersey, durante los años de la llamada Guerra Fría. Desde muy joven mostró un interés particular por la publicidad de la televisión y la magia de las películas, lo cual va a ser decisivo en el desarrollo de sus trabajos posteriores.
Hizo estudios de pintura y cine en la University College de Buffalo y continuó después con el dibujo y la escultura. Más adelante va a descubrir las numerosas posibilidades de la fotografía, experimentando con vídeos y preparando performances y textos.
Su carrera artística ha sido realmente deslumbrante.
Sus obras forman parte de las colecciones que albergan los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo.
El feminismo de esta artista estadounidense, lo ha sabido combinar con una reflexión crítica sobre el consumo desorbitante de la cultura de masas.
Sherman ha sido considerada por la revista ART news como una de las diez mejores artistas en vida. Después de Andy Warhol, protagonista indiscutible del pop’art, es hoy día una de las creadoras más representativas de nuestra época.
En 2007 en la casa de subastas Christie’s, uno de sus trabajos se vendió por la suma récord de 2.850 millones de dólares.
Actualmente, esta temeraria fotógrafa de la provocación y el horror, vive y trabaja en Nueva York en dos apartamentos de lujo en el centro de Manhattan. Ha estado divorciada dos veces de su esposo el vídeo-artista Michel Ander. Y hoy vive acompañada de Frieda, su papagayo.
La exhibición Untitled Horrors de Cindy Sherman que presenta el Museo de Arte de Zúrich, fue realizada en colaboración con el Museo Astrup Fearnley de Oslo y el Museo Moderno de Estocolmo y estará abierta al público hasta el14 de septiembre próximo.
Inquirida sobre los criterios que guiaron la instalación de la vasta y variada obra de Sherman en el Museo de Arte de ZúrichEnlace externo, Franziska Lentsch recuerda que la exposición fue una colaboración entre el Museo Astrup Fearnley de Oslo y el Museo Moderno de Estocolmo, donde fue presentada en orden cronológico.
Sin embargo, agrega, ahí no aparecieron las primeras series de Sherman, en blanco y negro, sino las series y obras sobre el tema del horror. Este concepto no fue ‘difícil’ desarrollarlo, pues hasta cierto punto era lógico.
“En cambio, en el Museo de Zúrich, nuestra curadora, Mirjam Varadinis, quería integrar las primeras series de Sherman para explicar muy bien su principio y método de trabajo y, probablemente también porque son obras más conocidas por todos».
Precisa que temáticamente, estas series no tienen nada o, muy poco en común con las imágenes de ‘horror’ y por eso no hubiera tenido sentido colocarlas en orden cronológico, puesto que entonces serían justamente dos grupos de creaciones diferentes y separadas de la autora.
Muñecas rotas, muñecas desesperadas
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Cindy Sherman: identidad humana sin tabúes
En sus primeros trabajos como la serie llamada Untitled Film Stills (1977-1980) hasta Society Portraits (2008), pasando por Clowns (2003-2004), la referencia inmediata a la imagen del cuerpo se revela ser la única vía de expresión.
En sus más tempranas fotografías, la autora aparece vestida con ropa de ‘segunda mano’ de los años 60 y 70, y sandalias o zapatos altos de tacón. Se trata del cliché de la mujer norteamericana quien, sujeta a los dictados de la moda, se presenta igual a una muñeca a la que se pone y se quita un disfraz tras otro.
En varias más, la artista aparece como una mujer desesperada por el abandono y la pérdida de la pareja, o bien, alguien que ha sido brutalmente golpeado.
A veces se representa monstruosa, muy similar a las muñecas descuartizadas creadas por Hans Bellmer, pues el cuerpo se disloca, se rompe, estalla en pedazos para entrar en el ámbito de lo grotesco. Es una imagen destruida, acabada por la violencia que parece no terminar.
Con esta manera de expresarse tan directa, tan a flor de piel, la feminista estadounidense señala abiertamente cómo las mujeres resienten la opresión social, la discriminación y la violencia sexual de la que es objeto, tal y como ha venido sucediendo durante las guerras desatadas en los últimos años por todo el mundo.
Versátil como un camaleón
Transformada o más bien enmascarada, Cindy Sherman se mete bajo la piel de múltiples personajes que cuentan al espectador una espeluznante comedia de horror. En sus fotografías se convierte en la actriz experimentada que sabe jugar el papel de mártir, heroína, virgen, víctima, prostituta, payaso, madre, maniquí, burguesa, modelo o muñeca.
Cualquier camino es válido para ir en busca de la propia identidad, siempre cambiante e inaprensible.
Por eso el arte de esta mujer no deja de cuestionar la doble naturaleza humana: masculino/femenino, máscara/cara, juego/seriedad, teatro/realidad, horror/belleza, sexualidad/muerte. ¿Cuál es cuál?, termina uno por preguntarse finalmente.
Prótesis para crear fantasmas
Las imágenes que Sherman propone de sí misma, están sometidas frecuentemente a yuxtaposiciones inesperadas, a alteraciones inexplicables, por ejemplo, madonas con prótesis en el pecho o muñecos de plástico simulando ser bebés.
En otras, ella surge con la piel herida o llena de hematomas, peinada con diversas pelucas, vestida con todo tipo de trajes, con senos artificiales o maquillada hasta el cansancio; todo lo cual con el fin de provocar sensaciones intensas, de repugnancia acaso, o simplemente despertar ilusiones fantasmagóricas en quien la observa.
El catálogo de la exposición de Cindy Sherman en el Museo de Arte de Zúrich, incluye comentarios de diversos escritores merced a que los curadores pensaron que la obra de la artista, ya había sido abordada desde diversos ángulos por múltiples historiadores y críticos de arte,
“Se decidió que sería más interesante publicar el catálogo con opiniones, ideas o pensamientos propios de escritores que no analizan su trabajo artístico en cuanto a tal, sino más bien expresan lo que se resiente ante la obra de Cindy Sherman, lo cual es bastante enriquecedor para todos”.
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