El orden
En Suiza, reina el orden. En la casa, en la calle, en la oficina... y hasta en los vertederos públicos de basura. En algunos casos, se construyen hasta pequeños chalets para protegerlos contra la intemperie.
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La higiene
Aquí, todo es limpio, pulido, brillante, reluciente. Incluso el jabón suizo lava mejor...
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La seguridad
Los suizos se obsesionan con la seguridad. Cada municipio dispone de una o dos sirenas de alarma, que se testean una vez al año, a pleno volumen.
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La lentitud
Aquí se halba, se reflexiona y, sobre todo, se decide más lentamente que en otras partes. La lentitud de los cambios da a muchos de sus habitantes la sensación de vivir en un país que duerme.
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La innovación
Los helvetas cultivan su espíritu innovador. Han inventado, por ejemplo, este método ingenioso de reciclar viejas pelotas de tenis gastadas por los golpazos de jugadores anónimos o de campeones como Roger Federer o Martina Hingis.
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La precisión
Trazar una raya blanca en la calle parece ser una operación sencilla. Sin embargo, en Suiza, en el país de los maniáticos de la precisión, se requieren toda una serie de conocimientos ingenieros, mecánicos y geométricos...
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Nadie es perfecto
... a veces también cometen errores. ¡Gracias a Dios!, dirán algunos.
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No somos lo que pensamos ser
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Los italianos apasionados, los canadienses humildes, los indios abiertos: son clichés atribuibles a los medios de comunicación, a la historia, al discurso político… y también a los chistes. Si tenemos que describir a los suizos los calificativos que se nos ocurren son: puntuales, tenaces y fiables; pero también se dice de ellos que son un…
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El historiador Leo Schelbert señala algunos de los clichés relacionados con Suiza, a la vez que intenta desplegar la diversidad y complejidad de esta pequeña pero exitosa nación. Le costó tres años y medio a Schelbert, un ciudadano suizo y profesor emérito de Historia en la Universidad de Chicago en Illinois, redactar su Historical Dictionary…
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