«Los Picassos están aquí»
El Museo de Arte de Basilea presenta las colecciones locales de obra del artista malagueño. La exposición da testimonio de la larga relación de amor entre la ciudad a orillas del Rin y el más internacional de los artistas españoles.
La cantidad de periodistas presentes en la primera planta del Museo de Arte (Kunstmuseum) de Basilea el pasado viernes presagiaba una de esas ocasiones que ocurren una vez cada tanto. Y no es para menos, pues la ciudad de Basilea rinde homenaje, hasta el 21 de julio, a uno de sus artistas predilectos.
La totalidad de obras de Pablo Picasso que se presentan al público desde ayer son propiedad de instituciones como la Fundación Beyeler, el Museo de Arte y colecciones privadas de la región. Muchas de ellas se exponen bajo el mismo techo por primera vez en la historia.
Una amistad que viene de muy lejos
Durante la presentación a la prensa de Los Picassos están aquí, el director del Kunstmuseum, Bernhard Mendes Bürgi, y las curadoras Anita Haldemann y Nina Zimmer, recordaron la cronología de la prolongada relación entre Pablo Picasso y Basilea.
Las primeras adquisiciones de obra del malagueño para el Kunstmuseum de Basilea se remontan a 1920. Proseguirían hasta bien entrados los años 50, aunque Picasso ya despertaba interés entre grandes coleccionistas privados, como ser Raoul La Roche, Rudolf Staechelin, Karl Im Obersteg o Maya Sacher-Stehlin, antes de la Segunda Guerra Mundial.
Pero el hombre clave detrás de la relación entre Basilea y Picasso es el legendario coleccionista y galerista Ernst Beyeler. Este carismático experto logró establecer un profundo vínculo personal con el malagueño gracias a la enorme colección que fue construyendo. Fue el artífice de su popularización gracias a las exposiciones organizadas en su histórica galería del centro de la capital renana.
“El milagro de Basilea”
Y aquí llegamos al que, muy probablemente, sea un hecho único en la historia del arte occidental: Das Wunder von Basel, (el milagro de Basilea). Se trata de una iniciativa popular, en cuyo origen se encontraba Beyeler y por la cual la población de Basilea decidió en las urnas desbloquear fondos estatales por valor de 6 millones de francos suizos para que el Kunstmuseum pudiera adquirir obra de Picasso.
El milagro de Basilea tuvo lugar en 1967, y los ciudadanos se volcaron tanto en la campaña que, además de los 6 millones, lograron juntarse 2,4 millones suplementarios para comprar Los Dos Hermanos y Arlequín Sentado.
Picasso no fue insensible a la declaración de amor que la ciudad de Basilea le hizo y decidió regalar a la ciudad tres cuadros adicionales, además de los bocetos preparatorios para las míticas Señoritas de Aviñón.
El artista malagueño aclaró que ofrecía esas obras “a la juventud de Basilea”, momento histórico que recoge el documental Das Wunder Von Basel, que se proyecta en la exposición.
Estancia de una noche
Pese a la estrecha relación entre el genio andaluz y la ciudad suiza, Picasso solo estuvo una vez en Basilea, escala de un viaje en coche que le llevaba de París a Zúrich para una exposición. La breve visita tuvo lugar la noche del 7 de septiembre de 1932. El artista, acompañado de su primera esposa Olga y el hijo de ambos, Paulo, pasó la noche en el lujoso hotel Les Trois Rois a orillas del Rin.
Tal como recuerda el rico catálogo de la muestra del Kunstmuseum, Picasso habría comentado más tarde: «Pasé casi toda la noche despierto contemplando el Rin. La vista era muy hermosa. Nunca he vuelto a ver un río cuyas aguas fueran tan negras, como la tinta. Me quedé escuchando los ruidos de la ciudad, hasta que de pronto toda Basilea quedó en silencio».
Y otra anécdota de su breve visita es que Picasso debía encontrarse en Basilea con Paul Klee. Pero el pintor alemán nunca llegó a la cita.
Unas 200 obras
Entre las obras que presenta el Kunstmuseum y que ocupan la integralidad de la segunda planta del edificio, encontramos pinturas, dibujos, grabados y esculturas de las diferentes etapas creativas de Picasso, desde los periodos rosa o azul hasta el cubismo, el neoclasicismo o el surrealismo.
La muestra incluye igualmente creaciones posteriores a los años 1950 y obra tardía. En total, pueden verse unos 60 cuadros, más de 100 piezas en papel y varias esculturas a las que se suman fotografías y material de archivo, además del documental mencionado anteriormente.
Al momento de irse, el visitante queda abrumado al pensar que tales tesoros sean propiedad de museos y colecciones privadas de una ciudad tres veces más pequeña que la Málaga natal de Pablo Picasso. Es de suponer que en eso consiste también el Milagro de Basilea.
El más celebrado de los artistas españoles nace en Málaga en 1881 y muere en Mougins, Francia, en 1973. Junto a Georges Braque y Juan Gris está considerado como el inventor del movimiento cubista.
Tras un periodo en Barcelona, se muda a París en 1900, ciudad donde pasará lo esencial de su vida y realizará la mayor parte de su obra. Comienza en 1901 una época creativa conocida como periodo azul, al que seguirá un periodo rosa, antes de iniciar en 1907 el cubismo, fruto de su interés por la escultura tradicional africana.
Posiblemente, su obra más conocida sea el Guernica, alegoría de los bombardeos que arrasaron la pequeña localidad vasca durante la Guerra Civil Española.
Durante toda su vida se identificó políticamente con los ideales de izquierda, llegando a ser miembro activo del Partido Comunista de Francia.
Picasso está unánimemente considerado como uno de los mayores artistas de todos los tiempos. Ha dejado un legado de más de 2.000 obras entre pinturas, esculturas, grabados, cerámicos, dibujos y esculturas.
Ernst Beyeler nació en 1921 en Basilea y falleció en febrero de 2010. Tras estudiar Economía e Historia del Arte abrió su primera galería en 1945, antes de organizar una primera exposición en 1947.
A diferencia de otros coleccionistas, sus orígenes eran modestos. Sin embargo, llegó a poseer una de las principales colecciones de arte postimpresionista, moderno y contemporáneo del mundo, y a organizar 300 exposiciones.
En 1948, Beyeler se casó con Hildy. El coleccionista fue amigo de Giacometti y Miró, y responsable de la venta de más de 16.000 obras, entre las que se cuentan varios trabajos de Picasso. Beyeler tuvo el raro privilegio de poder elegir personalmente en el atelier del malagueño 26 telas en 1966.
La mayor contribución de este visionario suizo consistió en imaginar la que es hoy definida como madre de todas las ferias de arte: Art Basel, fundada en 1969.
En 1997 inauguró la Fundación Beyeler, en Riehen, cerca de Basilea. El edificio que alberga el centro cultural es obra del arquitecto italiano Renzo Piano.
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