Más de 33.000 espectadores estuvieron en la reapertura del St. Jakob
Moderno, funcional, rentable. Con estas premisas entró en servicio, este miércoles, el nuevo estadio de fútbol de Basilea. Su remodelación, concebida por los renombrados arquitectos suizos Herzog y de Meuron, ha demandado 28 meses y una inversión de 220 millones de francos. Basilea y Lausana empataron 0-0.
Sin pecar de gigantismo, el estadio se enmarca en las exigencias del fútbol moderno. Puede albergar unos 35.000 espectadores cómodamente sentados en tribunas cubiertas.
No hay vallado ni obstáculos que separen a los espectadores del campo de juego. Es decir que los situados en las primeras filas pudieron seguir muy de cerca las incidencias de un cotejo.
La funcionalidad de esta obra permitirá emplear el terreno de juego para la práctica de otros deportes, entre ellos del fútbol estadounidense.
El estadio está dividido en cuatro sectores con infraestructura propia. El sector sur dispone de salas VIP e instalaciones apropiadas para la realización de actos diversos. La explotación de estas y otras facilidades representan fuentes de ingreso adicionales.
Pero el popular «Joggeli» no es apenas un nuevo escenario deportivo, sino un complejo diseñado conforme a los credos de la economía de mercado. Un gran centro comercial y una residencia de ancianos integran el conjunto arquitectónico.
El centro comercial, a inaugurarse en noviembre próximo, ocupa una superficie de 17.000 metros cuadrados que alojará a tiendas, salas de juegos, cafés, gimnasios y quioscos de recuerdos.
La residencia para ancianos ofrecerá 107 apartamentos instalados en un edificio que forma parte de la fachada artística y constituye al mismo tiempo el ingreso al complejo.
Más allá del cotejo entre el dueño de casa FC Basilea y Lausana por la ronda final del campeonato nacional de Fútbol, los caside 34.000 espectadores que asistieron al bautizo del nuevo St. Jacob apreciaron la arquitectura moderna del rejuvenecido escenario deportivo que ostenta los colores rojo y azul del club dueño de casa.
Una necesidad
Suiza cuenta con 24 campos deportivos de primera y segunda división. En el caso de los más importantes, datan de hace 48 años, es decir del Campeonato Mundial de Fútbol jugado en Suiza en 1954. Por lo tanto, reclaman modernización urgente.
La renovación del St. Jacob de Basilea y la futura remodelación del célebre Wankdorf de Berna, muestran la voluntad de ponerse al día y ofrecer escenarios adecuados a las exigencias del fútbol moderno.
La ilusión de pretender la organización, compartida por Suiza y Austria, de la Eurocopa de Fútbol 2008 servirá, sin duda, de aliciente para la modernización de los escenarios deportivos en la Confederación Helvética.
Juan Espinoza
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.