«No habla español, pero su pintura sí»
Jacques Chessex, el más célebre de los escritores suizos de expresión francesa y muy apegado a la cultura ibérica, cosecha éxitos como pintor.
Su obra se expone actualmente en el Centro Cultural Suizo de París.
Jacques Chessex provocó una pequeña revolución en el mundo cultural del cantón de Vaud y de la región suiza de expresión francesa, cuando en el año 2000 expuso, por primera vez, sus cuadros en la Galería Planque de Lausana.
Hoy, tres años después de aquella revelación, Chessex vuelve a las andadas exhibiendo a diestra y siniestra sus nuevos lienzos, en los que percibimos una vez más el apego que siente por la cultura ibérica.
“He madurado en estos años», confiesa Jacques Chessex en entrevista con swissinfo. «Hay más profundidad en los temas. El color es más intenso, la construcción y la libertad son más fuertes”.
“El carácter español de estas pinturas es visible en las alusiones, por ejemplo, de Goya o Velázquez, que son frecuentes en mi obra. Me siento muy vinculado al arte español. Cuando pinto, pienso en Velázquez, en Antonio Saura o Picasso».
Chessex no descansa. En diciembre pasado volvió a exponer en la Galería Planque, de Lausana, donde sus obras se vendieron como pan caliente.
Y desde principios de febrero, sus creaciones se exhiben en el Centro Cultural Suizo de París, exposición que ya se vislumbra como uno de los éxitos de la temporada.
A pesar de que no habla español, Chessex se siente muy ligado al quehacer artístico de España.
Recuerda que, cuando estuvo en Cuenca hace tres años, un periodista le preguntó si dominaba la lengua de Cervantes. «Respondí naturalmente que no. Pero mi amigo, el pintor Oscar Lagunas, dijo: ‘No. Jacques Chessex no habla español, pero su pintura, sí».
Los colores
En efecto. Los cuadros de Chessex -que vive en Ropraz, a pocos kilómetros de Lausana-, muestran facetas y personajes uniformes, como extraídos de un mundo aparte.
En sus obras más recientes Chessex reitera sus temas predilectos: los minotauros, las mujeres desnudas que les acompañan, la simbología política de izquierda y los colores llamativos, como el rojo o el negro.
«Me gusta el rojo. Es un color muy plástico. Me gusta el rojo en Picasso, aunque no tiene mucho. En mis pinturas, creo que tengo una predisposición a usar este color. De hecho, también he escrito algunos poemas sobre el tema», agrega Chessex.
Considera que los pintores españoles son igualmente artistas del negro, como Antonio Saura, el propio Oscar Lagunas (quien acaba de exponer en Lausana) o Eduardo Chillida.
«En Tapiès hay poco color. En Velázquez, raramente hay colores como el violeta o el rojo. Usan colores austeros. Goya es un pintor de lo negro, al igual que sus grabados. Los desastres de la guerra son negros. Yo también me puse a pintar cosas negras, pero no fúnebres. El negro es otra forma de la luz», sostiene.
Simbología política
En sus obras los rostros de Vladímir Lenin, José Stalin, León Trotsky, Marilyn Monroe o de su amigo, el pintor Jean Lecoultre, alimentan sus ‘collages’.
«Me gusta juntar cuerpos aparentemente extraños y meterlos en mi universo cultural, donde tienen un nuevo sentido”, explica el artista.
“Quiero decir que sólo uso a personajes que me gustan. Como Cristo o Marx, por ejemplo. Nunca podré usar a personalidades como Jean-Marie Le Pen. Uso figuras políticas, religiosas o de otro tipo que contienen valores que uso en mi vida».
Y uno de esos personajes retratados es Mao Tse-tung, uno de los líderes más emblemáticos e influyentes del siglo XX.
«Mao sentó las bases de la China actual», explica el artista.
Sin embargo, Chessex admite que los pinceles utilizados por Mao o Stalin para delinear la historia también dejaron horrores.
«Pero Stalin creó la URSS y venció al ejército alemán. En Europa, fue él quien ganó. Y también gracias a Stalin, el ideal revolucionario se convirtió en una figura… Por eso los pinto».
El erotismo
Otro de los elementos destacados en la pintura de Chessex son los desnudos femeninos. Según el artista, el erotismo es un aire que respira constantemente y que impregna su poesía, sus novelas y su pintura.
«Es parte integrante de la vida. Está en la Biblia, en la adoración, en la conquista, en la sumisión, está en mis fantasmas. Yo no puedo concebir ninguna de mis pinturas sin el erotismo. Para mí, toda creación es, simultáneamente, religiosa, política y erótica.”
Para Chessex, el erotismo es “esa pulsión formidable que levanta el ser y que lo lleva a vivir y a procrear. Eros es un enemigo de Tanatos (aunque a veces es su cómplice). En el erotismo hay una potencia, una alegría y un furor de vivir que me parecen esenciales».
A juicio del pintor suizo, el erotismo es un denominador común de Saura a Picasso y de Velázquez a Goya, que los coloca como partes integrantes de un mismo universo pictórico.
swissinfo, Luis Vázquez, Ginebra
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