«No vengo para suprimir empleos»
Dijo a swissinfo el alemán Christoph Franz, jefe designado de Swiss, cuya reputación es de reestructurador despiadado.
“Si es necesario suprimir empleos de nuevo, algo que no es seguro, lo haré, pero con respeto y moderación”, reconoce en entrevista.
Christoph Franz, un alemán de 44 años de edad, fue elegido por el consejo de administración de la línea aérea suiza para suceder a André Dosé en la cabeza de la compañía.
Claramente encantado de estar en la conferencia de prensa de este martes en Zúrich, el recién nominado presidente de la dirección general de Swiss mostró sólo en raras ocasiones una sonrisa durante su encuentro con los periodistas.
La conferencia no tenía por objeto anunciar ni estrategias ni medidas concretas para que Swiss obtenga cifras negras en su balance 2004, sino se trataba de un primer contacto con su dirigente designado.
Christoph Franz entrará a Swiss el 1° de mayo próximo, pero asumirá su responsabilidad de director general a partir del 1° de julio. Hasta entonces, tal vez se reúna alguna vez con André Dosé. Al menos, es lo que él desea.
Con su ingreso a Swiss, Franz deja su actividad de consejero independiente, tarea que asumió desde que dejó su puesto en la Sociedad Férrea germana (DB), luego de haber suscitado numerosas críticas por su proyecto para establecer nuevas tarifas.
El nativo de la ciudad de Francfort, en la que vive hasta ahora, se tomó su tiempo antes de aceptar la propuesta de Swiss, a la que finalmente accedió, convencido de la calidad de la compañía helvética y tras “intensos consejos de familia”.
Casado con una parisina, es padre de una niña y cuatro niños entre los 4 y los 15 años de edad. Ellos estudian en la Escuela Francesa de Francfort. Y Franz se alegra de poder hablar francés en su nueva actividad profesional, un idioma que hasta ahora sólo utilizaba en casa.
swissinfo: El puesto de director general de Swiss es uno de los menos envidiables de la economía suiza. ¿Cuáles argumentos le convencieron para aceptar?
Christoph Franz: ¡Se trata también del más bello desafío a librar! Uno no recibe tales proposiciones todos los días. Es una oportunidad única y el éxito es posible. Claro que hay riesgos, pero Swiss es un producto excelente, con una reputación en el extranjero también excelente.
Hay que colocar a la compañía en el segmento al que pertenece, el de la alta calidad internacional.
¿Cuáles son sus prioridades?
No puedo aún mencionar medidas concretas. Mi primera prioridad, sobre todo, se dirige a las personas y no a las cifras. Quiero reunirme con mis colegas y los empleados, y congratularme de trabajar en un ambiente agradable.
Por cierto, cabe señalar que en mi calidad de extranjero, tengo la ventaja de no poder ser catalogado como miembro de algún clan determinado. No tengo el peso del ayer sobre mis espaldas.
Las críticas sobre el gran tamaño de la compañía no han sido del todo apaciguadas. ¿Se verá en la necesidad de suprimir empleos?
Comprendo las inquietudes, pero no vengo para suprimir empleos. El trabajo de reestructuración ya dio inicio. Si he comprendido bien, la mayoría de las supresiones de puestos de trabajo ya tuvo lugar. A primera vista, la estrategia elegida hasta ahora me parece buena. Pero una reestructuración no es una simple caminata. Requiere tiempo.
Los suizos tal vez no se dan cuenta del redimensionamiento efectuado en los últimos seis meses. Los cambios son enormes. La red de Swiss es muy impresionante y debemos ver hasta qué punto la aceptan nuestros clientes.
Uno puede leer aquí y allá que usted ha sido un reestructurador despiadado. ¿Usted lo confirma?
Prefiero dejar a los otros la tarea de juzgarme. Lo que puedo decir es que cuando el camino ha sido trazado, soy mus estricto. Haré lo que deba, pero con respeto y moderación en favor de los empleados.
¿Qué garantías tiene de que conservará su puesto en seis meses o un año?
(Risa) ¡Los pasajeros, llenando los aviones, serán los que garanticen mi trabajo!
Cuando habla de ferrocarriles, para los que usted trabajó durante nueve años, su entusiasmo es palpable. ¿Con la aviación -que conoce también tras cuatro años en Lufthansa-, reencuentra sus primeros amores?
Siempre tengo entusiasmo por mi trabajo. Amé los aviones y amé los trenes. Pero, a la hora del cambio, es más difícil decir adiós que encontrar otra cosa. No diría que he encontrado mis primeros amores. No.
¿Ya sabe dónde se establecerá con su familia?
No. En alguna parte entre Basilea y Zúrich, pues la región francófona de Suiza está muy lejos geográficamente. Mis hijos se deberán acostumbrar a una nueva vida, a nuevos amigos y a una nueva escuela. En todo caso, me alegra el hecho de vivir en Suiza.
swissinfo, Ariane Gigon Bormann y Robert Brookes, Zúrich
(Traducido por Patricia Islas)
El consejo de administración de Swiss anunció el lunes la elección del alemán Christoph Franz para suceder a André Dosé, quien presentó su dimisión el 10 de marzo pasado.
Christoph Franz es Doctor en Economía Empresarial.
Sus estudios los realizó en Alemania, Francia y Estados Unidos.
De 1990 a 1994 perteneció a la dirección de Lufthansa.
Entre 1994 al 2003 ejerció diferentes responsabilidades en la Deutsche Bahn.
Una reforma tarifaria que impulsó allí, inspirada en el tráfico aéreo (tarifas distintas de acuerdo al tiempo de reservación) suscitó enormes criticas que lo empujaron a la dimisión.
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