Otra denuncia por acoso salpica de nuevo la danza

Un drama entre bastidores: no obstante, los bailarines y actores cada vez tienen menos miedo de hablar. Keystone / Martin Divisek

El mundo de la danza ha decidido romper su silencio, de nuevo. Varias bailarinas del Ballet de Berna denunciaron que sufrían abusos en la compañía. ¿Qué ocurre en el mundo de la danza?

A finales de septiembre, la prensa se hizo eco de un nuevo escándalo de acoso en la danza, esta vez en Berna, en el Ballet estatal Bühnen Bern. La polémica ha surgido a raíz de una denuncia por abusos por parte de una bailarina del Ballet en la primavera de 2021 a la que se sumaron otros compañeros. La compañía, por su parte, reaccionó de manera inmediata iniciando una investigación externa y suspendiendo temporalmente al acusado, el director de ensayos.

Unos días más tarde, la compañía confirmó que hubo acoso sexual verbal por parte del director de ensayos. Sin embargo, no hubo abuso sexual físico, según la dirección de la investigación, por lo que la persona acusada podría seguir ejerciendo su cargo.

La capital suiza se despertó bajo una lluvia mediática de críticas. Periódicos como el BZEnlace externo (Berner Zeitung), el NZZEnlace externo (Neue Zürcher Zeitung), el bzEnlace externo (Basel Zeitung) o el BlickEnlace externo, entre otros, recogían esta nueva controversia del mundo artístico.

Esta situación indignó al sindicato de bailarines que se mostró en contra de la decisión de que el director de ensayos siguiera ocupando su cargo. “¿Cómo se puede respaldar a alguien que abusa de poder? Si nada cambia, sucederá de nuevo”, comentaba Salva Leutenegger, de la asociación Szene Schweiza SRFEnlace externo.

No obstante, el lunes 17 de octubre, el diario HaupstadtEnlace externo informaba que la compañía había decidido finalmente destituir al director de ensayos y poner fin así a la polémica. Por su lado, el conjunto estatal Bühnen Bern señalaba que por el momento no haría más declaraciones hasta que se dieran por concluidas todas las investigaciones.

Florian Scholz, director de Bühnen Bern (centro), Isabelle Bischof, directora del Bern Ballett (izquierda), y la abogada Monika Hirzel, comentan la acusación de acoso sexual en la compañía durante una rueda de prensa el 29 de septiembre. © Keystone / Peter Klaunzer

Testimonios anónimos

Pero, efectivamente, los casos de abusos en la danza no es algo nuevo. En junio de 2021, el famoso Béjart Ballet de la ciudad de Lausana se vio inmerso en un escándalo por denuncias de acoso y abuso de poder. La Fundación Béjart Ballet anunciaba entonces que “era necesaria una auditoría sobre la salud y la seguridad en el trabajo, el ambiente laboral y la dirección de la compañía”.

Numerosos testimonios anónimos recogidos por la cadena pública RTSEnlace externo denunciaban acoso psicológico y sexual por parte de Gil Roman, director artístico de la institución desde la muerte de Béjart en 2007.

Según RTS, Roman ya había sido objeto de acusaciones similares anteriormente. “Es difícil comprender cómo la auditoría absolvió al director artístico de la compañía por aquel entonces”, expresaba Anne Papillourd, del sindicato suizo del espectáculo.

En ese momento, Roman se vio respaldado por el Béjart Ballet. La institución lanzó una petición a su favor que fue apoyada por el 82% de los miembros de la compañía.

No obstante, el delito de acoso físico no existe en la legislación laboral en la danza, explicaba por otra parte Monika Hirzel, responsable de la investigación del Ballet de Berna.

En este marco de denuncia se hallan otras compañías suizas que han atraído la atención mediática en distintas ocasiones, tales como Interface en el Valais, o Alias en Ginebra, entre otras.

En junio de este año, la Zurich Dance Academy también protagonizó varios titulares. Oliver Matz, Steffi Scherzer, director y directora artística respectivamente, y otros profesores fueron denunciados a partir de los testimonios de 13 exalumnos de la escuela. El resultado de la investigación saldrá a la luz a finales del primer trimestre de 2023.

La unidad frente al acoso

Pero, ¿por qué la danza se ve especialmente afectada por este tipo de casos?

En esta profesión, el cuerpo es la herramienta principal de trabajo. La proximidad física forma parte del día a día de los bailarines. “En ese entorno, los límites pueden difuminarse y crear un terreno propicio para la depredación sexual”, explicaba Anne Davier, directora en Ginebra del Pavillon ADC (Association pour la danse contemporaine) a SWI swissinfo a principios de año.

Muchos artistas no denuncian por miedo y por evitar verse en una situación comprometida para su carrera, según Anne Papilloud.

Los sindicatos suizos, por su parte, crearon una célula de recursos que entró en vigor el 1 de noviembre de 2021. El objetivo de esta unidad, única en Suiza, es ofrecer un apoyo neutral en caso de sufrimiento o dificultades en el trabajo como acoso psicológico o sexual, presión, etc.

Desgraciadamente, los casos de abuso en la danza continúan. Si bien, los bailarines han decidido en los últimos tiempos romper el silencio y denunciar, dando el primer paso en la lucha contra este tipo de casos.

«Nos entristece y consterna conocer las condiciones de trabajo a las que ha estado y sigue estando sometido el conjunto del Ballet de Berna», informó la junta directiva de la asociación Beta Berner Tanzschaffende. La junta directiva también les agradece su valentía al enfrentarse a los ataques, añadía el comunicado.

Pero, ¿se podría hacer más para combatir el acoso en el mundo de la danza?

Editado por Virginie Mangin

*Este artículo ha sido actualizado el 18 de octubre de 2022