Paula Guedes: Locarno tres décadas después
En 1987, Paula Guedes no pudo viajar al Festival de Cine de Locarno, una pena que le acompañó durante estos casi treinta años. En esta edición del festival, la actriz ha sido una de las grandes artistas invitadas de Locarno.
Para cualquier cinéfilo, el Festival de Cine de Locarno es un paraíso anhelado. Todos los meses de agosto, las costas del Lago Maggiore se tiñen de amarillo y negro, un cambio en el paisaje que solo puede significar una cosa: cine.
La ciudad se anima con la llegada de miles de personas, las salas se llenan de espectadores hambrientos de películas y las puertas de los cines se convierten en el ágora de discusión de los cinéfilos.
En una de las tardes de este Locarno76, luego de la proyección de Do Not Expect Too Much From The End Of The World en el Palexpo (FEVI), una mujer de vestido verde y cabello negro llama la atención entre toda la gente que va de aquí para allá. Se trata de la actriz portuguesa Paula Guedes, una cinéfila más de Locarno que guarda un profundo e importante vínculo con este festival suizo.
Para un cineasta, ganar el prestigioso Pardo d’oro (Leopardo de oro) es un antes y después en una filmografía. Pero siempre hay excepciones.
En 1987, José Álvaro Morais se lleva el premio máximo del Festival de Cine de Locarno con su film ‘O Bobo’, el cual, además de ser la primera película portuguesa en obtener esta distinción, es hasta el día de hoy una joya oculta del cine mundial.
Esta película que se demoró casi diez años en hacerse y que llegó a la cabina de proyección del festival sólo una hora antes de su estreno mundial, reúne a algunos de los mejores artistas de su generación, delante y detrás de la cámara.
Una de esas personas es Paula Guedes. Hoy, su presencia en el festival no tiene nada que ver con ese hito histórico, de hecho, ni siquiera fue anunciada su presencia en los medios.
En 1987, Guedes no pudo viajar al Festival de Locarno, una pena que le acompañó durante estos casi treinta años.
En esta nueva edición de Locarno, la portuguesa forma parte del casting del cortometraje Nocturno para uma floresta, realizado por Catarina Vasconcelos.
La joven directora quería la voz de la experimentada actriz para darle vida a la pintora portuguesa Josefa de Óbidos. A propósito de esto, mientras nos acomodamos en una mesa del bar del Palexpo junto a Pedro Fernandes Duarte, productor del cortometraje de Vasconcelos y traductor cuando el portuñol no alcanza, Guedes le cuenta a swissinfo.ch que “para una actriz, ser invitada a un festival como este por causa de su voz, es uno de los mejores elogios que se puede tener”.
La actriz
Desde su nacimiento en Matosinhos, una ciudad balnearia cercana a Porto, Guedes está en contacto con el mundo del arte: João Guedes, su padre, es un actor con más de una decena de participaciones en films (con un papel importante en O Bobo, incluido).
“Cuando era jovencita, le dije a mi padre que quería estudiar en el Conservatorio Nacional de Teatro, él se negó rotundamente a la idea y me dijo que si quería actuar tenía que empezar de abajo”.
No obstante, los primeros pasos de Guedes en el arte de la interpretación fueron de la mano de Augusto Boal, actor brasileño creador del “método coringa”. El “maestro Augusto Boal”, como lo recuerda con cariño, se encontraba dando un taller en la capital lusa cuando la actriz decidió integrar el grupo de teatro.
“Para mí el teatro es la gran escuela de los actores, quien se forme ahí puede actuar en cualquier lugar de la mejor manera. Eso de que los actores de teatro hacen “over acting” en las películas es una mentira de la gente que no sabe hacer cine”, dice la todavía activa Paula Guedes.
“En el teatro uno ejerce todas las noches como actriz, está ahí frente a la gente en una función permanente que es parte de una carrera. El teatro es el arte vivo, todos los días es diferente”.
Apenas llegada a la capital lusa, el destino parecía conducir a Guedes hacia lo que sería su mayor obra: “Cuando llegué a Lisboa, en el primer lugar en el que viví fue en la casa de Fernando Heitor. Todo esto fue gracias a que mi padre me puso en contacto con actores y artistas de la capital. De hecho, fue él quien me presentó a José Álvaro Morais en el momento en que justo se encontraba escribiendo el guion de O Bobo”.
El director, luego de ver su desempeño en el teatro, invitó a Guedes a participar del rodaje de su primer largometraje de ficción.
Una experiencia larga y sinuosa que abre muchas puertas y encuentros virtuosos. Guedes trabajó con realizadores como José Fonseca e Costa, José Nascimento, Fernando Lopes, y conoció a grandes artistas de la época como Chico Buarque, Roberto Carlos, Glauber Rocha, Cacá Diegues y al revolucionario portugués Otelo Saraiva de Carvalho. En otras palabras: Guedes es historia viva de una de las cinematografías más bellas del mundo.
El hito portugués
“Lisboa existe porque nosotros la inventamos”, dicen varios personajes a lo largo de ‘O Bobo’, una película basada en la novela de Alexandre Herculano que captura la nostalgia característica de la gran capital portuguesa. En ella, un director de cine (Fernando Heitor) se enfrenta a la complicada realización de una enorme película sobre la identidad nacional y la historia de Portugal mientras atraviesa una crisis amorosa con su pareja (Paula Guedes) en los tiempos revueltos que siguieron a la Revolución de 25 de abril.
“En su momento fue una película muy moderna y hoy continúa siendo moderna”, define Guedes sobre esta película que por falta de apoyos en Portugal viajó sola al festival, apenas acompañada por amigos del realizador residentes en Ginebra que hicieron posible que llegaran las latas antes del estreno.
Añade la actriz: “Si José Álvaro Morais no hubiese muerto hoy sería uno de los grandes cineastas del cine internacional”
El proceso de la película fue largo y arduo, un poco por problemas económicos y otro poco por la ambición del proyecto. Los recursos disponibles se exprimieron hasta el tope durante la realización, “por ejemplo, la casa de mi personaje es en realidad un altillo de los laboratorios Tobis, un espacio no se usaba y donde se pudo armar un decorado.
De hecho, muchas veces filmamos mientras abajo trabajaban Manoel de Oliveira y Paulo Branco en una película”.
Asimismo, el director apostaba mucho, “había días en los que llegábamos al set, íbamos a maquillaje para alistarnos y nos topamos con José Álvaro Morais con un lápiz cambiando todos los diálogos de las escenas que habíamos aprendido y estábamos por filmar”, una apertura hacia la improvisación que persistió desde el principio y hasta el fin del proceso creativo.
Guedes recuerda, “luego de terminar el rodaje, José Álvaro Morais me convocó junto a Fernando Heitor para doblar absolutamente toda la película durante dos noches de diciembre de 1986, cambiando todo lo que habíamos dicho. Pero tenía razón, el resultado final es innegable”.
Fiel a su sinuosa realización, ‘O Bobo’ se estrenó en las salas en 1991, trece años después que finalizara el rodaje.
Una de las últimas grandes proyecciones del film ocurrió en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, donde la película representó a Portugal. Luego pasaron los años y ‘O Bobo’, a pesar de ser una obra maestra premiada en uno de los festivales más importantes del mundo, fue cada vez más y más inaccesible.
Hoy en día, algunas copias comienzan a aparecer y la obra vuelve a circular tímidamente, dejando relucir la importancia de esta película y de la mujer de vestido verde y cabello negro que se pasea por Locarno76.
Tres décadas después
El cine portugués contemporáneo es uno de los más conectados con las tradiciones del pasado. A partir de esto, Guedes reflexiona sobre la dimensión histórica del cine, “Portugal tiene 900 años, es fundamental que el cine portugués se dedique a generar estos vínculos entre el pasado y presente del cine de la historia del país.
Así lo hizo José Álvaro Morais con ‘O Bobo’ y creo que lo hace Vasconcelos con el corto que presenta aquí”. El presente del cine portugués se sirve del pasado para imaginar un futuro.
Por otro lado, como hace treinta años cuando aceptó trabajar en lo que era el primer largometraje de ficción de Morais, hoy en día Guedes continúa participando en proyectos de directores emergentes. Su trabajo en ‘O Coveiro’ de André Gil Mata y el cortometraje de Catarina Vasconcelos que presenta en el festival, son ejemplos recientes de esto.
Con el horizonte montañoso de Locarno a sus espaldas, Guedes cambia el tono de su voz e imprime seguridad a sus palabras: “Ya sea en el mundo del cine, el teatro o la literatura, intento estar cerca de los jóvenes. Para mí, el arte y la cultura siempre aflora, por eso hay que estar cerca de donde esto sucede.»
Tomás Guarnaccia (Hurlingham, Argentina, 1996) estudió Artes Audiovisuales en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Fue editor del sitio especializado en cine argentino Las VeredasEnlace externo. Colaboró como crítico en revistas como Taipei Enlace externoy Jacobin América LatinaEnlace externo. Actualmente escribe crítica de cine en el sitio web especializado en cine Con Los Ojos AbiertosEnlace externo.
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