Películas suizas premiadas en el Festival de Cine de Berlín
Tres películas suizas han sido premiadas en la 72ª edición del Festival de Cine la Berlinale, en la capital alemana.
El cineasta Michael Koch, de Lucerna, obtuvo el miércoles una mención especialEnlace externo en la categoría del jurado «Internacional» por su película ‘Drii Winter’ (Un trozo de cielo). Cyril Schäublin ganó el premio al mejor director por su película ‘Unrueh’ (Desasosiego) en la categoría de «Encuentros». La coproducción ‘A vendredi, Robinson’ (Nos vemos el viernes, Robinson), de la directora Mitra Farahani, obtuvo el premio especial del jurado.
Once películas suizas optaban a los premios de la Berlinale de este año, un festival que se prolonga durante once días y que se considera uno de los «Tres Grandes» de Europa, junto con los de Cannes y Venecia.
Drii Winter es el segundo largometraje de Michael Koch. Narra una historia de amor ambientada en un pueblo de montaña suizo. Rodada con actores no profesionales, es la primera película en dialecto suizo-alemán que se presenta en la Berlinale.
El largometraje ‘Unrueh’, de Cyril Schäublin, está ambientado a finales del siglo XIX en las fábricas de relojes de la región del Jura, en el noroeste de Suiza. El revolucionario ruso Peter Kropotkin es testigo del surgimiento de un sindicato anarquista promovido por los trabajadores exasperados por las condiciones laborales.
‘A vendredi, Robinson’ es un documental sobre la correspondencia y la relación entre las leyendas del cine Jean-Luc Godard y Ebrahim Golestan. La película fue coproducida por Francia, Líbano, Irán y Suiza.
La directora franco-suiza Ursula Meier, que presentó ‘La Ligne’ (La línea) en la categoría “Internacional” de este año, se fue con las manos vacías. En 2012 ganó el Oso de Plata por su película ‘L’enfant d’en haut’ (Hermana).
El máximo galardón de este año, el Oso de Oro, ha sido para la película catalana Alcarràs, de la directora Carla Simón. El drama muestra la última temporada de cosecha de una familia de melocotoneros catalanes, cuyo sustento se ve amenazado cuando el propietario de sus tierras decide sustituir los árboles frutales por paneles solares.
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