Una jornada en el Prix de Lausanne
El prestigioso concurso de danza en la ciudad suiza congrega a los jóvenes talentos del mundo entero que sueñan con bailar algún día en uno de los grandes escenarios. Pero el Prix de Lausanne es, ante todo, una oportunidad de lujo para aprender. (Carlo Pisano, swissinfo.ch)
La 44ª edición del Prix de LausanneEnlace externo se celebra del 1 al 6 de febrero. Durante los cinco días previos a la final, 71 bailarines y bailarinas de 19 nacionalidades están bajo la lupa del jurado internacional –que este año preside el argentino Julio BoccaEnlace externo– que analiza su no solamente su talento, sino también sus progresos durante la estancia en Lausana.
Antes de llegar al concurso, los bailarines seleccionados preparan una variación clásica y otra contemporánea. Una vez en Lausana, los jóvenes reciben valiosos consejos de un ‘mentor’ para perfeccionar las variaciones que han preparado y, además, ensayan nuevos movimientos y técnicas tanto en el repertorio clásico como contemporáneo.
Los profesores del Prix de Lausanne hacen esta labor de forma voluntaria. Muchos de ellos son antiguos galardonados del concurso, que constituyó un trampolín para sus carreras.
Este año, más de un tercio de los concursantesEnlace externo son de Corea del Sur y Japón, 25 en total. Para un bailarín nipón ser seleccionado para el Prix es un gran objetivo. Japón, al igual que muchos otros países, cuenta con múltiples escuelas de danza de alto nivel privadas, pero solo con una compañía de ballet donde las jóvenes promesas pueden aspirar a bailar. El Prix de Lausanne, además de una plataforma de contacto sin parangón, está considerado como un trampolín para una carrera profesional en el mundo de la danza.
Los ganadores reciben una beca para proseguir su formación en una de las escuelas o compañías más renombradas del mundo.
Este concurso anual, que organiza una fundación sin ánimos de lucro, tiene como objetivo descubrir y promocionar a las jóvenes promesas en edades comprendidas entre los 15 y 18 años que aún no son profesionales. El Prix de Lausanne fue fundado en 1973 por el industrial suizo Philippe Braunschweig y su esposa, Elvira, una bailarina rusa.
Este año, entre los concursantes figuran los españoles Mar Escoda Llorens (alumna de la Balletschule Theater BaselEnlace externo) y Pablo González Martínez (Conservatorio Profesional de Danza de MurciaEnlace externo), el argentino Facundo Luqui (Instituto Superior de Arte del Teatro ColónEnlace externo) y varios brasileños.
La final tendrá lugar el sábado, 6 de febrero, de las 15.00 a las 18.00 (hora suiza)y será retransmitida por stream en directoEnlace externo.
Traducción del inglés: Belén Couceiro
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