Un puente hacia la literatura hispana
Cuando se trata de buscar un libro en español en Suiza, los caminos conducen a LibRomania, en Berna.
En esta librería encontramos obras tanto de escritores renombrados como desconocidos de cualquier rincón del mundo hispanohablante.
Donde quiera que se ponga el acento – LibRomania, porque ofrece libros de la Romania, o Libromanía, porque la lectura puede convertirse en una manía positiva- esta librería se ha mantenido durante casi 20 años, gracias una estrategia en la que los bestseller prácticamente financian a las obras nuevas y desconocidas.
«Buscamos rentabilidad, sino no podríamos existir, pero nuestra prioridad es poner a disposición del público obras que de otro modo no se consiguen en Suiza, dice Thomas Liechti (50), fundador y propietario de LibRomania, pero sobre todo libromaniático.
La manía por los libros de este bernés se remonta a sus años de estudiante. «En el segundo quinquenio de los 70 se estudiaba el francés moderno y el del Medioevo. Así entré en contacto con el portugués, español, catalán, gallego, italiano, romanche suizo, idiomas que se derivaron del latín y que se hablan en la región denominada Romania».
Simultáneamente, Liechti se ganaba la vida y hacía su aprendizaje de librero en Francke, librería que por entonces era la más antigua de Berna y que desaparecería unos años más tarde. «Mientras trabajaba en el Departamento de Lenguas Extranjeras tuve la tentación de conseguir libros de cualquier parte del mundo», recuerda.
Gracias a la Feria de Francfort
En 1986, un año después de salir de Francke, Liechti inició su aventura como librero. Los comienzos fueron modestos. «Teníamos un pequeño espacio en un sótano de la Münstergasse, la zona histórica de la ciudad. Pero de cada tres personas, sólo una bajaba las escaleras. No estaba mal, pero todo se desarrollaba muy lentamente», refiere.
La demanda de libros en español no era muy grande, pero existía. Por otro lado, había dificultades para conseguir libros de España, que en los años 80 estaba muy cerrada al mercado europeo. «Allí vi la posibilidad de llenar un vacío. Por cierto, había otras librerías que ofrecían libros hispanos, pero quedaba un espacio para mí», señala Liechti.
Ese pequeño espacio se amplió repentinamente en 1991 con la Feria del Libro de Francfort, que ese año tenía como invitado de honor a España, ya que en 1992 se iba a conmemorar el Quinto Centenario del Descubrimiento de América. «Esa feria fue decisiva para el desarrollo del mercado del libro español en la Europa no hispanohablante», puntualiza el librero.
Un libro como recuerdo de viaje
En 1994 LibRomania se mudó al barrio de la Länggasse, donde la mayor ventaja era «tener la puerta al nivel de la calle», comenta Liechti, quien a su oferta de libros en español y alemán- sobre todo traducciones de libros del español al alemán- añadió libros en francés, italiano y romanche.
LibRomania creció y se desarrolló, afirma. Sin embargo, quien permanece una hora en la librería se da cuenta de que los clientes vienen a cuentagotas. «Es que la mayoría de nuestros libros se venden por correspondencia, cinco por cada uno que se vende en la librería», explica.
Los más interesados en los libros en español son los suizos, según el librero. En primer lugar, aquellos que aprenden el idioma y en este caso buscan lecturas fáciles. También hay suizos que compran un libro para tener algo que les recuerde a la región geográfica o lingüística que visitaron. Y no faltan los que regalan libros a los niños del vecino que habla español.
Desde la literatura rosa hasta la crítica
Liechti indica que entre los hispanohablantes tiene muchos clientes latinoamericanos, lo que tendría mucho que ver con las razones de migración. «En los años 70 y 80 muchos latinoamericanos dejaron sus países por razones políticas, eran intelectuales, gente crítica, mientras que los españoles emigraron entonces por razones económicas».
La oferta de literatura rosa en español, introducida hace dos años, ha permitido llegar a un amplio segmento de lectores que no está acostumbrado a una literatura de construcción más sofisticada, indica Liechti.
Mientras la mayor rentabilidad proviene de los libros para aprender el idioma español, otros libros se venden lentamente, dan trabajo y consumen mucho capital, pero son ellos los que nos diferencian», agrega.
Uno de los puntos fuertes de LibRomania es la literatura suiza en español, donde figuran tanto autores clásicos como contemporáneos. «Los mayores compradores de estos libros son suizos que se van al extranjero y quieren mostrar a sus amigos algo de su país».
Contacto directo con Latinoamérica
Desde los comienzos, Liechti no tuvo nunca problemas si un cliente pedía un libro de América Latina. «Lo que ha cambiado en los últimos cinco años es que el mercado español tiene mayor apertura hacia autores latinoamericanos no tan conocidos y España es para nosotros un filtro», señala.
Un filtro que, por lo demás, no es el único. El librero bernés tiene contacto directo con Argentina y México, los países con los mercados editoriales más grandes de América Latina y que ofrecen mejores precios. «Mi pretexto para viajar son las ferias de libros», manifiesta.
Con sus veladas literarias, LibRomania se ha convertido, además, en un punto de encuentro de hispanófilos. «Me gusta estar en contacto con los lectores -muchos se alegran de asistir a un evento en su idioma materno- y con los autores. Estas veladas permiten promover a los autores menos conocidos, así intervenimos en la difusión de un libro», expresa Liechti.
Además, desde 1998, en LibRomania se reúne el Círculo de Literatura de Berna. En estos seis años, los integrantes de ese círculo, en su mayoría latinoamericanos, han leído más de 130 obras de autores hispanoamericanos.
Mejor un longseller que un bestseller
Liechti habla de los libros como si fueran personas. De El código da Vinci dice que fue un bestseller efímero; se publicó en un momento oportuno, pero no quedó en la memoria.
En cambio, Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, o Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda, son longsellers, es decir, libros que se venden bien a largo plazo.
Y como las personas, hay libros que alcanzan la fama de un momento a otro. Es el caso de La sombra del viento, del barcelonés Carlos Ruiz Zafón. Bastó que el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joshka Fischer, dijera que el libro le gustó tanto que no pudo dejar de leerlo toda la noche, para que sus ventas subieran como la espuma.
LibRomania tiene mucha competencia, pero ésta no preocupa a Liechti. «Hay librerías que ofrecen libros en español en las grandes ciudades suizas. Pero nosotros llegamos a cada rincón del territorio suizo con la venta por correspondencia. Adicionalmente distribuimos a librerías, bibliotecas y universidades en Suiza».
El gran problema no sólo para LibRomania, sino para todas las librerías suizas, según Liechti, son las distribuidoras alemanas que venden sus libros a Suiza a precios más bajos, sobre todo los bestsellers. Por ello, el precio fijo es tema actual en el mundo del libro.
swissinfo, Rosa Amelia Fierro, Berna
Con motivo del Día Mundial de Libro, LibRomania organizó el pasado 23 de abril una lectura del Quijote, que este año celebra su cuarto centenario de publicación.
En esta librería se reúne el Círculo de Literatura de Berna. Desde su creación en 1998, su miembros han leído 130 obras de autores hispanoamericanos.
La mayoría de ellos son cubanos, seguidos por autores mexicanos, caribeños y centroamericanos, argentinos, chilenos, peruanos y de otros países andinos.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.