«Volver a la tierra es como un homenaje a mis padres»
Antes de su incursión en el cine, Carlos Leal ya era un rostro conocido en Suiza. Tras una meteórica carrera con el grupo 'Sens Unik', cambió la música por el arte dramático; con éxito. Este actor de origen gallego, nacido y criado en Suiza, ha interpretado un papel de reparto en la última cinta de 'James Bond'. Ahora se abre camino en el mercado español.
Después de varias apariciones como actor invitado en ‘El Internado’, ‘Los Serrano’ y ‘El Comisario’, Carlos Leal tiene una nueva cita semanal con los telespectadores españoles. Actualmente está volcado en el rodaje de ‘R.I.S. Científica’, adaptación ibérica de la estadounidense ‘C.S.I’, que la cadena Telecinco estrenará este otoño.
En esta serie policíaca sobre el trabajo de un equipo de forenses encargado de esclarecer los crímenes más espeluznantes encarna a uno de los personajes principales y comparte elenco con figuras consagradas de la pequeña pantalla como José Coronado, Javier Cámara y Fernando Tejero.
Mostrar más
Con los pies en la tierra y orgulloso de sus raíces
Un talento prolífico
A sus 38 años, este simpático y carismático actor tiene a sus espaldas una trayectoria de lo más fecunda y polifacética. De niño quería ser policía y también un superhéroe, como el mítico ‘Mazinger Z’, salido de los comics que le acompañaron durante su infancia.
Ya adolescente, acarició el sueño de convertirse en un profesional de la raqueta, fascinado por el legendario John McEnroe, su primer ídolo. «Pero tuve que olvidarme del tenis porque en esos tiempos era muy caro», asegura entre carcajadas. Su destino era otro y no tardaría en encontrar su primera vocación.
Corrían los años 80 cuando este hijo de emigrantes gallegos, nacido en Friburgo y criado en un barrio periférico de Lausana, descubrió en el hip hop no sólo su vena artística, sino también un medio para afirmarse y forjarse una identidad. «Yo entré en la cultura del hip hop a través del break dance» – modalidad en la que ganó varios concursos y llegó a ser uno de los mejores bailarines de su generación – «y luego seguí con la música», explica.
Antes de su incursión en el cine, Carlos Leal ya era un rostro conocido en la tierra de Guillermo Tell. Su nombre está íntimamente unido a la historia del rap en francés. Fue vocalista y figura emblemática de ‘Sens Unik’, el grupo pionero del hip hop en Suiza, cuyos títulos figuran en la banda sonora de ‘La Haine’ (El odio, 1995), filme de culto del director francés Mathieu Kassovitz.
El grupo, hoy disuelto, tuvo una carrera fulgurante y cosechó muchos éxitos dentro y fuera de las fronteras helvéticas: grabó nueve álbumes (cuatro discos de oro) y una decena de video clips que despertaron en Carlos el gusanillo del cine.
«Empecé a interesarme más bien por la dirección, cómo funcionaba la cámara, por qué se hacía este plano así, cómo se iba a montar el video clip, pero nunca me planteé ser actor», acota.
De rapero a actor…
Sin embargo, «tuve la suerte de que un director de teatro suizo me propusiera un papel en una adaptación de una obra de Almodóvar que se llama ‘Patidifusa’. Y, mira, me lo pasé tan bien en el escenario haciendo otra cosa que no fuera cantar» que, a los treinta años, decidió dar un giro de 180 grados a su vida y emprender una nueva aventura.
Se matriculó en los cursos de arte dramático del prestigioso ‘Actor’s Studio’, de París, donde se formó de la mano de Jack Garfein, Philippe Naud y Eric Garmirian, y desde entonces vive entregado en cuerpo y alma al oficio de actor, del que habla con fascinación. «Hay miles de técnicas para acercarse a un personaje… Es como una ciencia, un arte».
A diferencia del teatro, «en el cine te toca esperar; te dicen ‘acción’ pero, de repente, tienes que parar porque la luz no estaba bien o el micrófono no funcionó», de manera que «lo más apasionante» no es el rodaje en sí, sino el trabajo preliminar, «la construcción de tu personaje».
Nace en 1969 en Friburgo en el seno de una familia de emigrantes gallegos que luego se muda a Lausana. En esta ciudad cursa sus estudios primarios y secundarios, y concluye un aprendizaje como delineante de ingeniería civil.
A los 14 años descubre la cultura del hip hop. Gana varios concursos de break dance y se convierte en uno de los mejores bailarines de su generación.
En 1990 funda el grupo ‘Sens Unik’, uno de los grupos de rap en francés más famosos, con el que graba nueve álbumes – de los cuales cuatro discos de oro – y recorre medio mundo.
En 2000, el célebre director suizo Gianni Schneider le ofrece un papel en la obra de teatro ‘La Vénus des lavabos’, basada en un texto de Pedro Almodóvar. La prensa y el público elogian su talento.
Después de otras experiencias teatrales, en 2001 inicia cursos de arte dramático en el renombrado ‘Actor’s Studio’ de París.
En 2006 gana el Premio del Cine Suizo al mejor actor protagonista por su interpretación en ‘Snow White’ (Samir, 2005).
Después de Ursula Andress, la primera ‘chica Bond’, Carlos Leal es el segundo suizo que aparece en una cinta del agente 007: en ‘Casino Royale’ (2006) encarna al director del casino.
Desde septiembre pasado vive en Madrid. Su representante en España es Antonio Rubial, que también lo es de Penélope Cruz.
… y de Berlín a Madrid
Su primera consagración en el mundo del celuloide, dice, se la debe a Samir, cineasta helvético de origen iraquí, bajo cuya dirección interpretó a un joven rapero en la película ‘Snow White’ (CH, 2005), «un papel en el que me impliqué mucho, porque le permití entrar en mi vida privada. Juntos construimos el personaje de Paco».
Samir confió en él y Carlos no le defraudó. Esta interpretación le valió el Premio del Cine Suizo 2006 al mejor actor protagonista y, gracias a este galardón, acudió al Festival de Berlín como una de las ‘Shooting Stars’, como representante suizo de los nuevos talentos europeos.
La Berlinale se convirtió a su vez en trampolín para dar el salto al mercado ibérico. En la capital alemana conoció a Antonio Rubial (Kuranda), hoy su representante en España, que comparte con Penélope Cruz y para el que sólo tiene palabras de elogio.
«Vine a Madrid para quedarme tres meses, pero hace casi un año que estoy aquí y sigo trabajando, así que de momento no me muevo», asegura con una sonrisa de franca felicidad.
«Esto es un sueño, la verdad. Yo, hijo de emigrantes, volver a la tierra y hacer algo en el cine español, hacer algo aquí en España, es como un homenaje a mis padres».
Continúa en ‘Más sobre el tema’: «Con los pies en la tierra y orgulloso de sus raíces» (entrevista)
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.