Cumbre de especies amenazadas da «histórico» paso para restringir tráfico de aletas de tiburón
La conferencia sobre comercio internacional de especies amenazadas, que se desarrolla en Panamá, aprobó este jueves en forma preliminar la protección de dos familias de tiburones, lo que implica un duro golpe al tráfico de aletas, aunque la decisión final será adoptada la próxima semana.
El Comité I de esta cumbre de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) aprobó las propuestas presentadas por Panamá junto con una quincena de países y la Unión Europea, de proteger a las familias de los tiburones réquiem (Carcharhinidae) y de los tiburones martillo (Sphynidae).
«Panamá y el mundo acaban de vivir un momento histórico», declaró la delegada de Panamá, Shirley Binder.
La propuesta de regular el comercio de los tiburones réquiem fue aprobada con el 75% de los votos (necesitaba 67%) y la de los tiburones martillo por consenso.
«Acabamos de aprobar una propuesta que incluye 54 especies de tiburones [de ambas familias] en el Apéndice II de CITES», que incluye a las especies cuyo comercio está regulado, destacó Binder.
El Apéndice I abarca a las especies cuyo intercambio está prohibido.
La última palabra sobre ambas familias de tiburones la debe dar el plenario en las jornadas finales de esta COP19 de CITES, que culmina el 25 de noviembre.
Sin embargo, por la alta votación recibida por la primera propuesta y el consenso en torno a la segunda auguran que serán aprobadas sin dilaciones por el plenario.
Apenas terminada la votación de la primera propuesta, varios delegados aplaudieron el resultado, lo que llevó al presidente del Comité, el británico Vincent Fleming, a pedir evitar este tipo de expresiones.
Varias delegaciones, entre ellas la del país anfitrión, lucían sobre sus mesas peluches de tiburones durante el áspero debate, que se prolongó por casi tres horas.
Tras la aprobación de la primera propuesta, el debate sobre el tiburón martillo tomó solo unos minutos y fue aprobada por consenso.
«Esta decisión que se tomó el día de hoy puede ser la más importante que se ha tomado para la conservación de los tiburones», declaró a la AFP Luke Warwick, director de protección de tiburones de la ONG Wildlife Conservation Society (WCS).
Durante el debate Japón propuso que la restricción de comercio se redujera a 19 especies de los tiburones réquiem y Perú pidió eliminar de la lista al tiburón azul. Ambas iniciativas fueron rechazadas en sendas votaciones.
Panamá propuso un periodo de transición de 12 meses para que los países instrumenten la nueva regulación. Chile pidió aumentar el plazo a 24 meses, pero minutos después retiró esta sugerencia para favorecer la aprobación de la iniciativa panameña.
«Nos preocupa la biodiversidad de los océanos, aunque somos un país de vocación pesquera», dijo a la AFP el delegado chileno, Ricardo Sáez. «Debemos cuidar el estado de salud de nuestros recursos».
Las aletas pueden costar 1.000 dólares el kilo en mercados de Asia oriental, pues son ingrediente de una sopa muy apetecida. Ambas familias de tiburones representan más de la mitad del tráfico mundial de aletas, cuyo centro es Hong Kong.
– «Gran crisis» –
La protección a los tiburones réquiem «ha sido una de las propuestas más discutidas en una COP de CITES», destacó la delegada panameña en una rueda de prensa.
«Demoró más de dos horas y media de discusión, [Japón y Perú] trataron de enmendar la propuesta para reducir la admisión de la misma», pero no lo consiguieron, agregó Binder.
Los representantes de la Unión Europea, único organismo que es parte de la CITES, y de Estados Unidos criticaron que delegados hubieran optado por una votación secreta. «La transparencia es fundamental», dijo el delegado europeo.
La oenegé WCS ha advertido que el mundo está «en medio de una gran crisis de extinción de tiburones», pues se trata del «segundo grupo de vertebrados más amenazados del planeta».
Los participantes en la COP19 están examinando 52 propuestas de modificar niveles de protección de especies.
Esta convención, que entró en vigor en 1975, ha fijado reglas de comercio internacional a más de 36.000 especies silvestres, desde la entrega de permisos hasta la prohibición total. Sus firmantes son 183 países y la Unión Europea.