La reforma de las pensiones en Suiza se parece más al Everest que al Cervino

La reforma de las pensiones sigue siendo uno de los temas más urgentes de la agenda política de todo el mundo. En Suiza, los grandes proyectos de reforma propuestos desde 2003 han fracasado todos. ¿Está llegando la democracia a sus límites en esta cuestión? La politóloga Silja Häusermann explica en el vídeo cómo se podría alcanzar ese éxito.

Los países occidentales tienen una evolución demográfica similar: el número de jubilados aumenta, mientras que el número de trabajadores que financian las pensiones disminuye proporcionalmente. En Suiza, hay que reajustar algunas piezas para que las pensiones del AHV/AVS estatal – la pieza clave del sistema de seguridad social suizo – sigan estando garantizadas a partir de 2030. 

El último intento podría también acabar siendo rechazado en las urnas. En la sesión de primavera, el Consejo de los Estados, la cámara alta del Parlamento suizo, hizo un ajuste en la edad de jubilación de las mujeres, subiéndola de los 64 a los 65 años. Al mismo tiempo, las compensaciones previstas por el Consejo Federal (Gobierno) como contrapeso a este aumento de edad se redujeron casi a la mitad. El debate en el Consejo Nacional (cámara baja) tendrá lugar en una sesión posterior.

Silja Häusermann, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Zúrich, explica cómo se pueden aumentar las posibilidades de que triunfe el sí en las urnas: el Parlamento debe elaborar un paquete de reformas en el que las pérdidas y las compensaciones estén lo más equilibradas posible. La entrevista tuvo lugar en Zúrich, durante una ventisca invernal. Pero el debate parlamentario ya había dejado claro que difícilmente habría regalos tardíos de Navidad para las mujeres.